La boda cayetana y aristorrancy del alcalde: estilazo vs. moda aspiracional
Bienvenidos a la boda de la década que deja a la de Tamara Falcó a la altura de sucedáneo de caviar. Sánchez se tiene que estar frotando las manos ante tanto despliegue fachosférico. Compruebo que vuelven los tocados y pamelones aspiracionales, algunos de peluquería y otros currados, hechos a mano y no alquilados. Pensaba que estaban completamente out, pero en el enorno cayetano y aristocrazy del alcalde, por momentos aristorrancy, parece que jamás dejarán de llevarse. Implica abolengo y nivel social. ¿O todo lo contrario? Gran coctelera de invitadas estilosísimas frente a otras que mejor no hubieran salido de casa. Bueno, no