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EL MUNDO - Jueves, 8 de junio de 2000 - Número 2
INFORME | IMPRESORAS
Exponente de las nuevas impresoras con calidad fotográfica, el modelo de Canon analizado en este informe utiliza seis cartuchos de tinta independientes para conseguir una excelente calidad de reproducción. También se puede convertir fácilmente en un escáner, pero con una velocidad mejorable

CANON BJC-8200
Se acabó el derroche de tinta

 
  FERNANDO JOFRE

Para impulsar su presencia en los mercados de consumo y profesional, Canon ha lanzado, entre otros productos, su impresora BJC-8200 Photo.
Su calidad es realmente excepcional, motivada por tres detalles que avalan suficientemente esta afirmación: su sistema de seis depósitos de tinta independientes –lo que asegura una mayor variedad y riqueza de matices de color–, una resolución máxima de 1200 x 1200 puntos por pulgada, gracias a un cabezal de 1.536 inyectores, con 256 salidas por cada color, y la tecnología MicroFine Droplet, exclusiva de Canon, que controla el tamaño de las gotas de tinta, proyectándolas con asombrosa precisión.
La máxima calidad de impresión se consigue con el papel Photo Pro, mucho más grueso y brillante –con gran semejanza al papel fotográfico– y de muy rápido secado. Su elevado precio –180 ptas/hoja, bastante más que otros soportes, que rondan las 20-25 Ptas/unidad– queda compensado por la impresionante calidad de los resultados.

SEIS CARTUCHOS. La existencia de seis depósitos de igual capacidad, entre ellos el negro, refuerza la idea de que ésta es una máquina destinada claramente a la impresión de imágenes y fotografías. El usuario que utilice la BJC-8200 para imprimir textos en b/n, lo que podrá hacer sin mayor problema, tendrá que reponer este cartucho con relativa frecuencia, dado que según el fabricante, cada consumible dura aproximadamente 240 hojas con una cobertura del 5 al 7% de la superficie de la hoja.
En cualquier momento el usuario puede averiguar el estado de llenado de los seis depósitos directamente en pantalla –con avisos ante la escasez de tinta, identificando el depósito–, sin necesidad de levantar la cubierta de la impresora, procedimiento que paralizaría de inmediato la impresión de un documento. Estos cartuchos se intercambian fácil e independientemente y presentan el mismo diseño, por lo que el usuario podría confundir su posición en el conjunto. La colocación de los nuevos deberá ser observada con detenimiento cuando sea precisa su reposición.
A pesar de la insistencia del fabricante sobre la alta velocidad de impresión de esta máquina –2,5 páginas por minuto imprimiendo texto, 1,5 ppm en gráficos y 0,31 ppm al imprimir fotografías– nuestro test revela que estos ratios han debido ser obtenidos en condiciones muy especiales, ya que no hemos logrado tan buenas marcas. No nos atrevemos a desvelar el resultado de todas nuestras pruebas, pues comprendemos que son muchos los factores que intervienen en el resultado: área de impresión, resolución especificada, velocidad del procesador, memoria RAM del ordenador y la modalidad de conexión con el periférico –puerto paralelo o USB–.
En cualquier caso sí que podemos constatar que el proceso de impresión se realiza en segundo plano, consumiendo bastantes recursos del ordenador, por lo que en los momentos en los que estemos utilizándola observaremos que nuestra máquina se resiente en mayor o menor medida. Las pruebas las realizamos con un antiguo Pentium II a 300 Mhz y 128 Mb de RAM, y mientras escribíamos este informe nuestro procesador de textos se demoraba en presentar las pulsaciones del teclado.
En esta misma máquina, una sola fotografía en color a tamaño DIN A4 , de unos 25 Mb en la cola de impresión de Windows, tardó en imprimirse algo más de 10 minutos. Si sirve de consuelo al lector, éste es un problema habitual en la práctica totalidad de las impresoras de inyección, que delegan en los propios ordenadores las operaciones de preparación de los documentos a imprimir, abaratando así la circuitería interna del dispositivo.
La Canon BJC-8200 Photo está controlada por un software diseñado específicamente para ella, que permite al usuario muchas posibilidades. Comenzando por cinco modos de impresión: estándar, super-foto, autoedición, cámara y borrador, disponemos de multitud de parámetros a aplicar a las impresiones fotográficas que afectan a la calidad, efectos especiales y al ajuste del color, y que el usuario podrá almacenar creando perfiles específicos para distintos tipos de trabajos. Destaca entre ellos el optimizador de imágenes –para suavizar los dientes de sierra en los bordes– y el optimizador fotográfico, destinado a compensar los errores de imagen provocados por defectos de iluminación artificial, subexposición o sobreexposición. Echamos en falta una previsualización en pantalla de las imágenes retocadas, que evitaría multitud de pruebas antes de ver los resultados definitivos en papel.
Otra curiosidad del controlador de la impresora es que permite estampar un sello en el diseño de todas las páginas, mediante una opción de configuración, con textos, tamaños, colores y formatos que se pueden modificar a voluntad. Incluso podríamos establecer un fondo por debajo de los originales –a modo de marca de aguas– o poner en todas las hojas el logotipo de la empresa.

TAMBIÉN ESCÁNER. La BJC-8200 admite la sencilla sustitución del cabezal de impresión BC-50 por un lector-escáner Canon IS-52 que alcanza los 600 puntos por pulgada de resolución con calidad de 24 bits, y que se adquiere separadamente por un precio cercano a las 20.000 ptas. Eso sí, en el lado negativo hay que señalar que no permite digitalizar páginas de libros o materiales encuadernados.
Con el complemento del cabezal lector se entrega un soporte de acetato que permite la exploración de originales de pequeño formato, sin que se queden atascados en el interior de la impresora.
En cuanto a compatibilidad, hay que destacar que la máquina funciona tanto con PCs como con ordenadores Apple Macintosh, contando para ambos entornos con un moderno puerto USB y para el primero con un puerto de comunicaciones paralelo ECP.
En resumen, la BJC-8200 Photo es el máximo exponente de la familia de impresoras de inyección de Canon, que no tiene nada que envidiar a los modelos de otros fabricantes de este segmento, aunque todavía tenga que mejorar en velocidad.
Dejamos para el final otros detalles no menos importantes como son las medidas –45,0 x 20,5 x 33,3 cm, ancho x alto x profundidad, sin la bandeja de salida de papel extendida–, el peso –5,9 Kg sin cartucho–, su funcionamiento realmente silencioso con un nivel acústico de 37 dB, produciéndose el máximo ruido cuando se carga o se expulsa el papel, su bajo consumo –5 W en reposo y 23 W en pleno rendimiento– y otro que tampoco podemos olvidar, el precio: 87.900 ptas. Además, la impresora está garantizada por el fabricante durante el periodo de un año y con asistencia en casa del cliente.

www.canon.es


Gotas de tinta diminutas

La Photo Smart-P1000 de la empresa Hewlett-Packard puede imprimir imágenes, directamente, desde la cámara digital, sin que tenga que intermediar el ordenador. Gracias a la tecnología PhotoRet III emplea gotas de tinta de sólo cinco picolitros que brotan a una velocidad de 29 gotas por cada punto de impresión. Ello permite generar una gama de 3.500 colores por punto. Un detalle de comodidad es su bandeja de alimentación con capacidad para 100 hojas. Además, existe otra bandeja para 20 hojas de papel fotográfico tamaño 10 x 15 cm.
Su velocidad de impresión es de 11 páginas por minuto en blanco y negro y hasta ocho páginas por minuto en color. Si se utilizan papeles especiales de calidad fotográfica, los resultados son sorprendentes.
P.V.P. 64.900 ptas.
www.hp.es

Fácil de instalar

Z52 Color Jetprint de Lexmark es una impresora de inyección de tinta y alta resolución en todo tipo de papel –2.400x1.200 puntos por pulgada o ppp–, presenta una buena relación calidad-precio. Se puede conectar al ordenador por puerto serie o USB, lo que abre las puertas de su compatibilidad tanto en PC como en Macintosh.
Para facilitar al máximo su uso, los drivers –software de instalación– de la Z52 se ejecutan de un solo clic y, según su fabricante, es capaz de imprimir 14 páginas por minuto en negro y seis en color. Para imprimir con calidad fotográfica, no utiliza ningún cartucho por separado y el tamaño de cada microscópica gota de tinta es de siete picolitros, con lo que consigue calidad fotográfica con papel normal.
P.V.P. 29.900 ptas.
www.lexmark.es

Ranura para tarjetas
Siguiendo la tendencia de ganar en rapidez y practicidad, este modelo de Epson, Stylus Photo 875DC va equipado con una ranura para tarjetas del tipo CompactFlash, SmartMedia y Memory Stick –la cámara viene con un adaptador de Compact Flash–. De este modo se evita la intervención de cables entre la impresora y la cámara. Gracias al software que incorpora el usuario puede ver en la pantalla de su ordenador, de forma automática, una vista previa de las imágenes tomadas y puede añadir textos a las fotos y también algunos efectos, además de realizar composiciones de varias fotos en una hoja A4, etc. Tiene una resolución de 1.440 ppp y gotas de tinta de cuatro picolitros.
P.V.P. 68.000 ptas.
www.epson.es

Gráfico

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