 Más de 130 compañías de Internet se han visto obligadas a cesar en sus operaciones en lo que va de año, 21 de ellas en el mes de noviembre. Según un estudio realizado por Webmergers.com, un 60% de las puntocom que han echado el cierre se dedicaba al comercio electrónico, y otro 20% ofrecía servicios para empresas. La valoración de cientos de empresas de la Red ha quedado reducida a la mitad, y 60 grandes firmas de Internet han perdido hasta un 90% de su valor desde marzo.
El cierre de compañías se ha acelerado desde la primavera, cuando el Nasdaq inició una caída que aún no ha cesado y, en estos momentos, muchas puntocom apenas cuentan con liquidez para aguantar seis meses. Son muchos los factores que han propiciado el que los inversores hayan decidido retirar su confianza a las empresas de Internet. Según Roberto Ranera, director de Tecnología de 3i en España, “a finales del año pasado todo el mundo creía que era muy fácil ganar dinero en Internet. Ahora han comprobado que lo es mucho más perderlo. La gente se vuelve más cauta porque los mercados están castigando a los valores tecnológicos”.
Mientras unos expertos hablan de castigo por incumplimiento de expectativas de crecimiento, otros prefieren calificarlo de corrección de mercado. Para Javier Marín, analista de Morgan Stanley Dean Witter (2), “la Bolsa tiene sus ciclos; probablemente estamos entrando en uno no tan alcista como el que hemos vivido en los últimos años. Aunque es cierto que este sector dentro de la economía había tenido un comportamiento especialmente bueno, también es el que más sufre las bajadas”.
La novedad de Internet como revolución tecnológica también ha influido en la crisis actual. “Todo lo relacionado con Internet es una revolución, algo que el mercado todavía está digiriendo. La tecnología también necesita un tiempo para desarrollarse y eso también hay que tenerlo en cuenta en los modelos”, apostilla Marín.
Roberto Ranera, de 3i, sostiene que “las empresas que tengan modelos incapaces de generar ingresos y las que no contemplen el mundo off-line, probablemente acabarán cerrando. Algunas por exceso de ambición porque, aunque es importante tener una visión global, hay que ser local”.
ESPAÑOLAS. La mayoría de las puntocom españolas está luchando por sobrevivir. Ecuality acaba de sucumbir. La semana pasada sus accionistas habían aprobado una ampliación de capital de 2.000 millones de pesetas para hacer frente a las deudas. Los acreedores no aceptaron el plan de reestructuración, que incluía una importante reducción de plantilla y la venta de Diversia, y han llevado a la suspensión de pagos. Ecuality llegó a obtener casi 18 millones de dólares de Acciona, BBVA, Omega, Picking Pack, Open Brook y Edén Capital. Con ese dinero montó una incubadora de Internet y dos tiendas on-line (Alcoste y Diversia). Ambas vendían sus productos con descuentos de hasta el 20%. Además, a cada nuevo usuario registrado le regalaban 3.000 pesetas de compra. Los analistas estiman que entre el margen ajustado y el bono regalo, las pérdidas en cada primera venta de 5.000 pesetas podrían
llegar a 2.500 pesetas. A esto se le añade el desastre de la campaña de las navidades anteriores cuando muchos pedidos se retrasaron y algunos nunca llegaron. La situación se fue deteriorando hasta que en julio Picking Pack anunció que no pensaba acudir a la ampliación de capital; llegó incluso a poner a la venta sus acciones. Para entonces la valoración de Ecuality había disminuido desde 150 millones de euros a tan sólo 50.
NetJuice, por otro lado, acaba de concluir su proceso de reestructuración. Ha creado una nueva organización centrada en dos empresas independientes: NetJuice Network (consultoría) y NetJuice Capital (inversión). La primera prevé alcanzar el punto de equilibrio durante el primer trimestre del año que viene. Han abandonado la incubadora, parte del personal tendrá que volcarse en otras funciones y algunos pueden perder su trabajo. El grupo NetJuice ha conseguido desde su inicio en 1996, en distintas rondas de financiación, 50 millones de euros, de los cuales 11 están aún disponibles para acometer nuevas iniciativas.
No hay fórmulas mágicas para salvar una puntocom. Según Roberto Ranera, “Cada vez están más cerca el mundo on-line y el off-line. Los modelos que compatibilizan ambos tienen más posibilidades de sobrevivir”.
CLAVES
¿Qué dicen los expertos?
Los inversores institucionales, también llamados smart money, están más capacitados para discernir qué puntocom puede resultar interesante para confiarle su dinero. De acuerdo con Roberto Ranera, director de Tecnología de 3i España, “lo más importante es que la puntocom cuente con un equipo directivo de primera línea. Las ideas están bien pero se precisa gente capaz de ejecutarlas. No sólo deben ser buenos, sino estar totalmente comprometidos con el proyecto. Su compromiso tiene que ser también económico. Mucha gente dejaba su puesto de trabajo para abrir una puntocom, pero no tenía demasiado que perder porque su compromiso económico no era importante. Para ser empresario hay que arriesgar tu propio dinero. Además, hace falta demostrar capacidad para generar ingresos y hay que hacerlo en un plazo cada vez más corto. Antes se podía alcanzar el punto de equilibro en cuatro años y ahora hay que hacerlo en 12 o 18 meses, porque los inversores no quieren asumir tantas pérdidas. También es necesario que el proyecto identifique una mejora en la cadena de valor de cualquier sector y que sea percibida como tal por los agentes del sector. Muchos sectores tienen ineficiencias. Si un proyecto las elimina tiene muchos puntos a su favor”.
CONSEJOS
Aviso a los inversores
Quizá ahora sea un buen momento para invertir en valores de empresas puntocom, siempre y cuando se estudien cuidadosamente las compañías. Javier Marín, de Morgan Stanley Dean Witter, recomienda a los particulares “que vayan con cuidado, y que si no tienen suficiente capacidad de análisis, inviertan en las empresas grandes. Internet no cambia las normas de actuación a la hora de invertir en Bolsa”.
Por su parte, la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) señala que sus recomendaciones a los inversores están expresadas tanto en los folletos como en la publicidad realizada en el momento de la venta. Hacen referencia a advertencias sobre el riesgo del nuevo mercado en cuanto a la evolución de precios (mayor volatilidad) y a la necesidad de leer detalladamente el folleto informativo para conocer en su totalidad los riesgos y las perspectivas de dichas sociedades. Y también recuerda la CNMV que el negocio de estas sociedades depende del cumplimiento o no de expectativas de futuro, ya que por regla general suelen ser compañías de reciente creación que no obtienen beneficios hasta pasados algunos ejercicios desde su salida a Bolsa, debido a las fuertes inversiones que deben realizar para iniciar la actividad.
Javier Marín aclara la situación de las puntocom: “Probablemente el 75% de las empresas de Internet estaban sobrevaloradas y el 25% restante está ahora claramente infravalorado. Si Internet es una revolución, quien sea capaz de liderar el desarrollo va a ganar mucho dinero. Ahora se trata de distinguir quién se va a beneficiar de ello. No es tanto sobrevivir como ser líder e ingresar mucho dinero”.
MAL MOMENTO
Fondos tecnológicos en números rojos
Pasada la fiebre de los primeros meses del año, los inversores particulares no quieren tocar a las puntocom ni de lejos. En cualquier caso, los analistas recomiendan tener una visión a medio y largo plazo. Si en los últimos 15 años el saldo siempre ha sido positivo, la tendencia de un solo año no puede considerarse como una referencia absoluta. Lo cierto es que los pequeños inversores se están viendo afectados por la actual crisis de los valores tecnológicos. Estos fondos invierten en valores de empresas de telecomunicaciones, software, hardware, biotecnología e Internet, entre otras. Los fondos de inversión tecnológicos están sufriendo un duro castigo. De hecho, tras varios años de bonanza, tienen todas las papeletas para terminar este año en números rojos. La bajada media en todo el mundo puede llegar a alcanzar hasta el 24%, aunque los fondos basados en valores específicos de Internet podrían llegar a perder más, según un reciente informe de Morning Star. La impresión es que los partícipes de los fondos de inversión en valores tecnológicos de cualquier parte del mundo tienen aseguradas pérdidas de rentabilidad.
PLANTILLAS
Errores de novato
Los inversores no son los únicos culpables del cierre de empresas puntocom. Detrás de muchas quiebras se encuentra la ineptitud y la falta de saber hacer de sus fundadores y gestores. Las puntocom norteamericanas son las más proclives a caer en este tipo de errores. Cualquier semana en Silicon Valley se celebran entre 15 y 20 fiestas, que pueden llegar a costar hasta 200.000 dólares. El gasto desmesurado en publicidad es otro de los errores. Hay empresas que han tocado fondo a los pocos meses de pagar más de dos millones de dólares por un anuncio de medio minuto en la Super Bowl. Una incubadora de Internet, Computer.com, se gastó seis millones de dólares en apenas 90 segundos de publicidad.
Otras puntocom mueren de éxito, como Alladvantage que pagaba por recibir publicidad mientras se navegaba. Esperaba lograr 30.000 suscriptores en los cuatro primeros meses, pero obtuvo dos millones en ocho meses. El primer trimestre tuvo que pagar 40 millones de dólares a sus suscriptores, mientras sólo ingresaba 10 millones por publicidad.
DESPIDOS. Al final, quienes sufren el resultado de estas extravagancias son los empleados. Antes de declarar la bancarrota muchas empresas deciden despedir a parte de la plantilla en un intento desesperado por entrar antes en beneficios. Sin embargo, la experiencia cuenta una historia muy distinta.
Este año han perdido su empleo 11.800 trabajadores pertenecientes a algo más de 170 empresas puntocom. El sector más castigado es el de las tiendas on-line con 52 negocios que tuvieron que reducir personal, aunque el grupo que acapara el primer puesto en el ranking de despidos es el de los proveedores de contenidos con un 75% del total, según datos aportados por Getzler & Co. En el pasado mes de agosto los despidos se incrementaron en un 55%.
Según un reciente informe de Challenger, Gray y Christmas las ciberempresas todavía van a recortar sus plantillas en más de 4.000 empleados y Forrester Research señala que la mitad de las puntocom que existían a principios de este año cerrarán en 2001. |
