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EL MUNDO - Jueves, 11 de enero de 2001 - Número 28
INTERNET | COMERCIO ELECTRÓNICO
El pago mediante agendas electrónicas o los móviles y el software español para facturar a través de la cuenta telefónica son iniciativas que pueden incentivar un comercio electrónico que todavía se muestra perezoso e inseguro

SISTEMAS DE PAGO
Más cómodo, más seguro

 
  Juan Gonzalo

Por fin se ha decidido a experimentar, desde su casa, con el comercio electrónico. Quizá, incluso, haya hecho, por primera vez, de rey mago virtual. En principio, todo parecía muy fácil... hasta que tuvo que teclear el número de tarjeta de crédito para ultimar la transacción. Una operación que a muchos usuarios (según Visa Internacional, sólo el 5% de los consumidores confía en el comercio electrónico) les produce una cierta inquietud, sobre todo cuando se publican noticias sobre fraudes cometidos en Internet. Con el fin de evitar la pertinente –aunque menguante– desconfianza del internauta a ofrecer sus datos bancarios, varias empresas están ideando sistemas alternativos de comercio electrónico que facilitan el pago y evitan que el usuario tenga que exhibir los datos de su tarjeta.
Una de las iniciativas que más llama la atención en este campo es el sistema ideado por dos empresarios españoles, y que permite el pago de un bien o servicio contratado en Internet a través de la cuenta de teléfono del abonado. Es decir, el consumidor recibe, mensualmente o bimestralmente, la factura de teléfono de su operador habitual de telefonía con los habituales cargos por llamadas efectuadas y un nuevo apartado dedicado a servicios de comercio electrónico.

AFILIADOS. En él podrán figurar cargos de compras efectuadas en las diferentes tiendas adheridas a la operadora. Por ejemplo: “Patinete JX-5 en Chollos.com. 8.000 Ptas.”. “Picardías Mod. Petite en Womensecret.com. 24.000 Ptas.”. Más fácil, imposible.
Según explicaron a Ariadn@ sus inventores, Antonio Jiménez y Jesús Azagra, el sistema de pago telefónico está pensado para “eliminar la presencia de la tarjeta de crédito en la Red y garantizar una total seguridad en el comercio electrónico”.
El usuario no tiene que bajarse ningún programa de la Red. Simplemente, en cada comercio verá un enlace que le informará de la posibilidad de comprar un producto a través de su operadora. En ese momento, accederá a un formulario donde tendrá que introducir su nombre, domicilio y número de abonado. El servidor verifica entonces que el comprador es el titular de la cuenta de teléfono o una persona autorizada por aquél, y aquí acaba la operación.
“Cada tienda o cada operadora puede modificar la apariencia de este servicio para adaptarlo a su imagen de marca”, explica Daniel Martínez, director técnico del proyecto. “Otra funcionalidad”, añade, “es la posibilidad de que el sistema compruebe desde qué número se está haciendo la conexión y si éste corresponde, efectivamente, a la persona a cuyo nombre está la factura de teléfono”.
Al cabo de 30 o 60 días, al abonado le llegará la factura correspondiente a su consumo telefónico más las compras que haya hecho en las tiendas de comercio electrónico. Sin que haya tenido que dar en ningún momento datos bancarios, que sí tiene en su poder Telefónica, Jazztel, Retevisión o cualquier otra operadora.
Vázquez y Azagra esperan que las operadoras se interesen por un proyecto que, en su opinión, puede reportarles unos ingresos multimillonarios. El modelo de negocio supone el cobro de una comisión por parte de la operadora de telecomunicaciones a cada comercio asociado. A su vez, un porcentaje de dicha comisión iría a parar a la sociedad que tiene registrado el sistema.
Hasta ahora, tan sólo Jazztel y la estadounidense ATT se han interesado por este proyecto, cuya implantación exitosa podría hacer explotar el comercio electrónico. Telefónica, de momento, sólo aplica esta modalidad de facturación a sus propios productos.

PAGO MÓVIL. El campo más fértil para el I+D es, quizá, el de la telefonía móvil. Tanto Telefónica Móviles (mediante un acuerdo estratégico con el BBVA) como Airtel (en colaboración con el BSCH) ultiman sus respectivos sistemas de pago itinerante. Ambos utilizan el envío de mensajes cortos (SMS) con un identificador personal para el proceso de verificación de la transacción. En el caso de Movilpago, el sistema de Telefónica, el usuario deberá firmar un contrato de alta y elegir la modalidad de prepago (cajeros, domiciliación) o la de crédito.
Paralelamente, Telefónica ofrece bajo la marca Terra Mobile un servicio de comercio creado junto con Ecuality Alcoste, pero que utiliza el pago contrarreembolso o los ocho últimos números de la tarjeta de crédito. Las telecos Sonera (Finlandia) y NTT (Japón) ya han puesto en marcha sistemas de pago mediante factura telefónica, que en España sólo están disponibles para servicios de valor añadido de cada operador. La firma RegistryMagic (EEUU), por su parte, investiga un sistema de pago móvil mediante terminales con tecnología Bluetooth.
El futuro dirá si las operadoras de telefonía acaban convirtiéndose en el (ciber)agente comercial por excelencia.
EN LA PALMA DE LA MANO

De los ritos asociados al consumo en comercios tradicionales, pocos resultan tan molestos (sobre todo, cuando se anda con prisas) como el tener que esperar a que el lector de tarjetas transmita nuestra información a la entidad bancaria y efectúe el cargo por la compra realizada. Ahora, la reducida facción de poseedores de asistentes digitales –en su versión Palm– podrán adelantar tiempo al transmitir, usando la tecnología Bluetooth, los datos de su tarjeta al terminal punto de venta (TPV) del establecimiento.
El sistema funciona de esta manera: el usuario tendrá almacenadas en su agenda una versión digital de sus tarjetas de pago. Cuando quiera pagar un artículo, su Palm empleará las comunicaciones inalámbricas que permite el estándar Bluetooth (diseñado para intercambiar datos a corta distancia) para que el TPV lea sus datos.
De este modo, el proceso de pasar la tarjeta por el lector y firmar el justificante correspondiente se verá significativamente aligerado, ya que el consumidor sólo tiene que comprobar el importe de la operación, seleccionar qué instrumento de pago (de los que tenga almacenados) quiere utilizar e introducir una clave en la pantalla de la agenda.
Una ventaja añadida es que los diferentes justificantes de una jornada de consumismo desenfrenado no se acumularán en la cartera del usuario, sino que éste tendrá toda esa información almacenada en su agenda. Así, estos datos se pueden integrar, posteriormente, en una hoja de cálculo o en una base de datos adaptada a dispositivos móviles.
El comerciante, por su parte, contará con un justificante impreso de la transacción para hacer el seguimiento de su contabilidad.
En el desarrollo de este sistema han intervenido la Confederación Española de Cajas de ahorros (CECA), la empresa del Parque Tecnológico del Vallés Telesincro (filial de la francesa Grupo Ingenico) y el fabricante estadounidense Palm Computing.
A pesar de la limitación que supone la escasa presencia de los llamados PDA (asistentes personales digitales, en inglés) en España, los estudios del Grupo Gartner indican que las ventas de este tipo de unidades se duplicaron en el año 2000 con respecto al año anterior, con 9,4 millones en el mercado estadounidense. Para el año 2004, esta firma predice que las ventas de los aparatos alcancen los 30 millones.


ARIADN@