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OTROS MUNDOS |
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EL
MUNDO - Domingo 2 de marzo de 2003 - Número 130 |
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CIBERSOCIEDAD
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El móvil, desde una patera, no te salva
En la embarcación viajaban 18 inmigrantes cuando quedó a la deriva en alta mar. Consiguieron hablar dos veces con el 112, pero en 15 días no dieron con ellos. Doce murieron. Los servicios de localización de llamadas no funcionan en el mar
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OLALLA CERNUDA |
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Muchas de las personas que realizan llamadas a los centros de emergencias suelen estar en tal estado de nerviosismo que ni siquiera son capaces de recordar el lugar en el que se encuentran. Por eso, la utilización de los sistemas de localización de llamadas se ha convertido en un fiel acompañante de estos centros, que pueden ver en un mapa, en tiempo real, el lugar desde donde se hace la llamada de urgencia. Pero, no funciona igual en todos los ámbitos.
El sistema, que ya está implantado en casi la mitad del territorio español, es muy simple. Cuando se produce una llamada, ésta es inmediatamente localizada por un mínimo de tres antenas, que por sistemas de triangulación determinan la posición del terminal. Según fuentes de Telefónica, este sistema, utilizado por los centros del 112, es pionero en Europa, que “ha logrado una solución común entre los tres operadores de telefonía móvil a través de un mismo procedimiento”. Pero para que el invento funcione, hacen falta las tres antenas, cosa que no siempre es posible.
El problema, según los servicios de emergencia del 112, viene cuando la llamada no se recibe desde una gran ciudad, sino desde lugares donde apenas hay repetidores. “Es el caso de las llamadas que recibimos de las pateras que tratan de llegar a España” –comentan fuentes del 112 en Las Palmas–. “Las llamadas entran sólo por un repetidor, y en función de las condiciones climatológicas y en el mejor de los casos, tenemos radios de búsqueda de unos 30 kilómetros, pero sin saber desde qué punto empezar la localización. Es un trabajo casi imposible”.
Algo similar ocurre cuando las llamadas se realizan en carreteras secundarias o zonas montañosas, donde en ocasiones la cobertura es también muy escasa, especialmente para teléfonos de compañías como Vodafone o Amena. “En los Pirineos, por ejemplo, es muy difícil localizar las llamadas de petición de rescate, puesto que en el mejor de los casos, entran sólo por una antena, lo que vuelve a hacer casi imposible determinar con certeza una zona concreta en la que buscar”, aseguran. |
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BUSCANDO LA AGUJA EN EL PAJAR
Cuando la llamada se produce desde un núcleo urbano, la proliferación de antenas y su subdivisión en células permiten localizarla en unos 50 metros de radio. En áreas rurales, con más dispersión de antenas, las precisiones en carreteras se amplían a 2 y 3 kilómetros. En el mar la localización es casi imposible. Hay que buscar en círculos de más de 50 kilómetros de radio.
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 TECNOLOGÍA DE LOCALIZACIÓN DE LLAMADAS
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