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    EL MUNDO - Domingo 13 de junio de 2004 - Número 191  


  Internet
Al fin tendremos banda ancha de primera categoría
 
  MIGUEL ÁNGEL CRIADO  
 
  
El anuncio de Telefónica de que va a duplicar la velocidad de acceso a Internet sin subir el precio es una buena noticia para sus clientes. Pero también lo es para sus competidores y los clientes de éstos. Por ley, toda rebaja que haga Telefónica de España a sus abonados debe trasladarla automáticamente al resto de proveedores que alquilan su red.

Sus rivales esperan que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) otorgue el visto bueno a la solicitud que le ha hecho Telefónica para lanzar sus propios descuentos. Pero algunos no se quedan ahí y se preparan para doblar la apuesta.


Lo que ha hecho Telefónica, al desvelar sus pruebas para dar ADSL a 512 Kbps por 39 euros y que ha pedido autorización a la CMT para lanzarlo comercialmente, no es otra cosa que su respuesta al reto que le lanzó Jazztel en marzo pasado.

Esta compañía presentó entonces su ADSL 1 Mega. Algunos expertos ya vaticinaron lo que pasaría: los grandes, Telefónica y Wanadoo moverían ficha. En las 11 semanas de vida que tiene la oferta de Jazztel, sus clientes han crecido un 500% respecto al mismo periodo anterior al lanzamiento. El riesgo es demasiado alto como para no hacer nada.

Lo que ha decidido Telefónica es jubilar la categoría de los 256 Kb doblando la velocidad. También Wanadoo está haciendo pruebas, incluso antes de que Telefónica anunciara las suyas. Pero los ensayos de la filial de France Telecom son con ADSL de 1 Mb. ¿Morirán los 512 Kb antes de nacer?

En Wanadoo insisten en que no tienen planes para la comercialización del ADSL de un mega. Pero Jaime García Cantero, consultor de IDC, asegura que “en cuanto Telefónica lance su nuevo servicio, Wanadoo tendrá pocas semanas para responder”. Y este proveedor está ensayando velocidades de 1 Mbs, no de 512 Kbps.

Jaime García Cantero ya adelantó a ARIADNA en abril lo que está pasando ahora en junio. “Había un caldo de cultivo, pero el movimiento de Jazztel fue la espoleta que nos ha traído hasta aquí”, dice. “Con estas velocidades, el tema del acceso pasa a segundo plano y se abre la puerta a la Internet del pago por contenidos”, añade.
Ahora, la CMT tiene un plazo de tres meses para aprobar la solicitud de Telefónica.

Pero fuentes del sector aseguran que lo hará antes. “Este organismo no podrá aguantar por mucho tiempo la presión”, aclaran. La mayoría de los ISP han anunciado que adaptarán sus tarifas o aumentarán la velocidad en cuanto el operador dominante dé el paso. Hasta entonces, no quieren concretar mucho más.

Así, desde ARSYS, que fueron los primeros en bajar la barrera de los 30 euros para el ADSL de 256 Kb, Rafael Toyas asegura que “trasladarán la variación en el precio a sus clientes”. En similares términos se han expresado fuentes de Ya.com y BT Arrakis.

DE NUEVO JAZZTEL. Sin embargo, hay uno que ha decidido no esperar más y pasar al contraataque. Jazztel, que difícilmente puede mejorar su oferta de acceso a Internet, respondió el jueves al anuncio de Telefónica lanzando una combinación explosiva: a su ADSL 1 Mega le suma su Tarifa Plana de Voz de 24 horas y por los mismos 39 euros. Además, la oferta incluye las llamadas locales a teléfonos fijos, la joya de la corona de Telefónica. “En marzo nos adelantamos lanzando el ADSL 1 Mega. Ahora, volvemos a marcar el camino a seguir”, comenta José Luis Benito, director de Marketing de Jazztel.

Pero Telefónica no sólo tiene que lidiar con sus rivales. Para este mes se espera que la CMT tome una decisión que puede recortar aún más su margen de maniobra. La legislación la obliga, por su condición de operador dominante, a alquilar su red a los competidores. El precio estipulado para el ADSL en el tramo mayorista debe ser siempre un 40%, como mínimo, más barato que el ofrecido a los clientes finales. Toda bajada que ofrezca a sus abonados, automáticamente tiene que aplicarla a la competencia.

DESCUENTOS. Para seguir captando nuevos clientes sin entrar en una guerra de precios, Telefónica ha venido practicando lo que se conoce como descuento hedónico. Se trata de conservar o atraer más consumidores mediante regalos, ya sea un antivirus, el router o un reproductor mp3. Esto provocó las quejas de los otros proveedores, que exigieron la revisión de la oferta de bucle de acceso (OBA).

Lo que piden a la CMT es que el margen entre lo que cobra Telefónica a los usuarios finales y lo que les factura a ellas aumente hasta el 62%. Argumentan que ese porcentaje permitiría una competencia real que hoy no existe.

Algo de razón tienen. A pesar de que el regulador liberalizó las tarifas impuestas a Telefónica el año pasado, el precio del ADSL se ha mantenido invariable. Y, a pesar de ello, de los casi dos millones de españoles que tienen contratado ADSL, más del 60% son clientes de Telefónica.
 
 
     
 

 
     
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