Un libro recién publicado, elaborado por estudiantes de Historia de la Complutense, cercanos o integrantes del movimiento asambleario, recoge documentos de las luchas universitarias del curso 1986/87 en España y Francia.

Estudiantes, antiestudiantes, policía, prensa, poder es el título de tamaña aventura literario/intelectual/política. Francia, donde llegaron a manifestarse 700.000 estudiantes, se ha tomado como ejemplo contemporáneo e inspirador de la protesta española.

«La iniciativa surgió hace dos años, en coincidencia con las protestas por el informe Bricall», recuerda Daniel Arjona, estudiante de 5º de Historia y uno de los inspiradores del proyecto. «Varios de nosotros teníamos como referencia el movimiento del 86, y decidimos buscar materiales, pero sin pretensiones mayores», prosigue.

El espíritu de la idea «recoger los materiales analíticos e históricos, pero también narrativos, de lo que habían sido las huelgas más graves y prolongadas de los últimos 25 años» entronca directamente, por tanto, con la actualidad de la movilización universitaria pos LOU.

DEMOCRACIA. Por ese puente intergeneracional transitan sus autores, estudiantes que tomaron parte en las marchas contra la Ley Orgánica de Universidades de los últimos meses: «Las huelgas del curso 86/87 nos hablaban casi en el mismo lenguaje de nuestras asambleas: apuesta por una organización horizontal y democrática, rechazo de las organizaciones burocráticas, posición ambivalente ante los medios y la violencia...»

Llegados a un punto de la investigación, Daniel y sus compañeros del colectivo Maldeojo, grupo que elaboró el libro y editó dos números de una revista ya desaparecida, comprendieron que podían subir un escalón y editar lo compilado como un libro.

La aventura se antojaba imposible para unos simples estudiantes. Pero buceando en las aguas de la coedición encontraron una librería, Traficantes de sueños, y una pequeña editorial, Literatura Gris, que colaboraron en la publicación del libro. Millones de horas de esfuerzo y 400.000 pesetas han tenido su recompensa en los 1.000 ejemplares de este libro de 263 páginas.

«Los textos podrían ser buenas referencias en las futuras movilizaciones de estudiantes», apunta modestamente el prólogo. Pero Daniel tiene claras las diferencias de ambos movimientos: «El análisis es diferente, hay que ir un paso más allá del libro: antes, la Universidad era un espacio politizado, centro de la cultura. Hoy ya no es así, y las luchas deben abrirse a nuevos espacios como la antiglobalización o la ecología».

Estudiantes, antiestudiantes... , puede comprarse en Traficantes de sueños (Hortaleza, 17) y Periferia ( Ave Mª, 2).