Seguro que Nietzsche no pensaba en los precarios cuando describió su idea del eterno retorno. Muy posiblemente, el gobierno ha encontrado en esta idea el método para resolver el problema de los jóvenes investigadores.

Después de dos años de trabajo desde la creación de la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios), los precarios nos sentimos otra vez como al principio. La variedad de tipos de convocatoria de becas de investigación, tal y como expone el informe del comité expertos solicitado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCyT), sigue manteniendo el desorden en la gestión de las becas.

A pesar de que el MCyT expuso públicamente un inmediato Real Decreto con el Estatuto del Becario, aún no ha sido publicado. Según el borrador que nos han facilitado, este no cubre las reivindicaciones que hemos realizado repetidamente (derechos laborales básicos: Seguridad Social, prestación por desempleo, vacaciones reguladas... a los que cualquier trabajador tiene derecho). Según fuentes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el Real Decreto está detenido en la Secretaría de Estado de la Seguridad Social por lo retórico de la figura que se pretende crear.

Todo ello por no reconocer que somos trabajadores (como mostramos con el informe de productividad) y como tales deberíamos estar contratados y no becados, opción esta última económicamente favorable frente a la primera pero no por ello más justa. La esclavitud es aún más favorable económicamente, pero no es aconsejable que les recordemos viejas ideas.

Mientras tanto, los gobiernos (central y autonómicos) siguen abusando de los precarios: retrasos de dos meses en el pago de las becas FPI del MCyT por cambio en la gestión, retrasos en los pagos del MECD, retrasos de tres meses en el pago de las becas FPI de la Comunidad Valenciana, retraso en la concesión de nuevas becas por ministerios y consejerías (los futuribles becados comenzaron a trabajar en enero), retraso en la concesión de estancias en el extranjero, retraso en la concesión de becas postdoc en el extranjero,...

No sería justo olvidar la PNL aprobada en Aragón (conversión de becas en contratos en esta comunidad) y que mantiene nuestra esperanza para que los futuros jóvenes investigadores tengan mejores condiciones que las que sufrimos actualmente. Estamos a la espera de saber el comportamiento en el resto de las comunidades autónomas.

De todas formas, es factible que el gobierno encuentre la solución por insistencia. El eterno retorno ya no será eterno... no quedaran jóvenes que pretendan hacer investigación a tenor del cíclico comportamiento mostrado por el Gobierno con los precarios. Aun así, la investigación seguirá siendo una palabra golosa en el paladar de los políticos.

Carlos Peña Garay es presidente de la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios).