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Lunes, 8 de abril de 2002
SALIDAS
Elaborando el plan de negocio (I)

COMUNIDAD DE MADRID. En la primera parte de un artículo dedicado al plan de negocio, se explica al futuro emprendedor por qué es tan importante invertir el tiempo y los recursos necesarios en su elaboración y cuáles son los factores que intervienen en su composición.

Hemos señalado en distintas ocasiones la importancia que tiene para un emprendedor elaborar un buen plan de negocio de cara a conseguir convertir en realidad el sueño de crear tu propia empresa. Recordemos que el emprendedor era aquella persona que, a partir de una idea, elabora un plan de empresa que, de resultar viable, se convertirá en una empresa.

Podemos definir el plan e negocio como un documento donde se refleja, desde la definición de la idea de empresa, hasta la forma concreta de cómo llevarla a la práctica.

A través de este documento se puede establecer de una forma definida la actividad de la empresa, su producto o servicio, mercado al que se dirige, estrategias a desarrollar, objetivos, medios y recursos (financieros, humanos, organizativos) y la forma jurídica y tramitación de su puesta en marcha.

Así pues, el plan de empresa es una herramienta de trabajo fundamental para aquellos que quieran poner en marcha una iniciativa empresarial. Su elaboración le permite al emprendedor conocer las posibilidades de reales de éxito de su proyecto y que éste nazca con un mínimo de coherencia y de rigor.

El plan tiene, además, un inestimable valor para la proyección exterior de nuestra empresa, ya que dicho plan será nuestra tarjeta de visita frente a terceros, por ejemplo: entidades financieras para pedir un préstamo, administraciones para solicitar subvenciones, presentaciones ante posibles clientes o proveedores e, incluso, para atraer a futuros socios de nuestra empresa. En todos estos casos, tendremos que acreditar que nuestra idea no es una fantasía, sino un proyecto sólido que cuenta con posibilidades reales de convertirse en un realidad.

En algunos casos hemos tropezado con emprendedores que elaboran un maravilloso proyecto, una verdadera obra de arte, pero en el que los datos y los enfoques se adaptan para conseguir que el proyecto resulte atractivo para la persona que lo lea. Y no es necesario insistir que es un gravísimo error.

No podemos olvidar que el joven emprendedor está arriesgando mucho en su aventura, a lo mejor no desde el punto de vista cuantitativo si el dinero invertido no es mucho , pero sí desde el punto de vista cualitativo, ya que el emprendedor está poniendo sobre la mesa su esfuerzo, su ilusión y su trabajo.

En estas circunstancias, es vital que el proyecto sea tremendamente real, con los pies en el suelo y no de cara a la galería. No se trata de elaborar un plan como se elabora un trabajo de clase, sino como la herramienta que nos va a permitir diferenciar entre un posible éxito y un seguro fracaso.

Cuando se valoran proyectos de emprendedores no nos cansamos de repetir que, el que un proyecto que no sea rentable tal y como se concibió en un primer momento, no es necesariamente un mal proyecto, sino que simplemente es necesario ajustar y definir mejor los medios empleados.

Como ya hemos comentado en alguna ocasión, es preferible «invertir en tiempo que en dinero», de modo que el tiempo que dediquemos a perfeccionar nuestro proyecto será tiempo ganado.

Vamos a indicar, a continuación, las diferentes partes que debe contener el plan de empresa: (todas ellas serán analizadas más en profundidad en próximos artículos).

Identificación de los promotores.

En este punto inicial se deberán identificar los promotores, describir brevemente sus datos personales y profesionales, y por qué ponen en marcha su proyecto.

Breve resumen y descripción de la empresa.

Se deberá definir la idea de negocio de nuestra empresa, así como su objeto. Debemos señalar cuál es la actividad de la empresa, en qué sector está ubicada y a qué tipo de clientes se dirige. Posteriormente especificaremos los objetivos que nos hemos propuesto alcanzar con nuestro proyecto. Y, por último, haremos referencia a la localización o ubicación de la empresa y el mercado al que se quiera acceder.

Descripción del producto o servicio.

Explicaremos qué producto y/o servicio vamos a ofrecer, señalando sus prestaciones, atributos y características. Mediante este punto se tiene que dejar definido el producto y/o servicio y sus elementos diferenciadores.

Información facilitada por el Servicio de Promoción y Empleo de la Comunidad de Madrid.

La Comunidad de Madrid te ofrece su apoyo a través de la Asesoría para la Creación de Empresas y Autoempleo (Tel. 91 7201207), el Centro Regional de Información y Documentación Juvenil (Tel. 91 7201182) y la Escuela Joven de Iniciativas Empresariales (Tel. 91 5562044). Más información:

www.comadrid.es/inforjoven/



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