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Lunes, 8 de abril de 2002
SALIDAS
Cúrratelo | El idioma que no refleja el currículo

www.infoempleo.com

Uno de los aspectos más importantes de una entrevista de trabajo lo constituye la actitud física que adopte el candidato.

La forma de saludar y despedirse, la postura a la hora de sentarse o la manera de gesticular pueden llegar a tener tanta influencia en la obtención de un puesto de trabajo como el propio currículo. Cuidar estos aspectos puede significar el empujón definitivo en dirección al empleo solicitado.

Por riguroso orden de aparición, analicemos en primer lugar el saludo inicial. ¿Cambia en algo que el entrevistador sea hombre o mujer? En absoluto. Ni besos en la mejilla para ellas ni palmaditas para ellos, y sí «un firme apretón de manos, tanto si es hombre como mujer», como aconseja Pilar Cortés, responsable de Selección y Reclutamiento de Hewlett Packard España. «Nunca», recalca, «deben darse besos en la mejilla ni recurrir a otro tipo de saludos más familiares».

Pero ojo, porque tampoco se trata de demostrar tu afabilidad a costa de fracturar algún hueso de la mano que tan cortésmente se te tiende. En el polo opuesto, evita dejar la mano flácida, así como desmayada.

Recuerda también que, aunque es lógico mostrar un cierto nerviosismo, debes procurar mostrarte relajado y seguro de ti mismo. «Hay que adoptar una actitud segura, positiva y firme, pero sin que resulte rígida ni acartonada», recomienda Pilar Cortés, que añade otra buena serie de consejos: «Debe mantenerse una escucha activa, sonreír con frecuencia, mostrar expresión de interés y adoptar un lenguaje corporal correcto (cuidar la postura al sentarse, expresión de la cara, etcétera)».

También debes evitar tics como jugar todo el tiempo con el bolígrafo, un anillo o el mechero, a no ser que pretendas explorar el grado de paciencia de tu interlocutor.

Y no te relajes en el momento de la despedida. Aunque la persona que te ha entrevistado te haya parecido muy cercana y agradable, no caigas en la tentación de variar el tipo de saludo inicial. Muchos candidatos incurren en el error de revelarse excesivamente amigables en este último paso. Acógete de nuevo al firme apretón de manos, una receta que nunca falla.

CLAVES

Mantén la distancia. Saluda con un firme apretón de manos. Nada de besos en la mejilla.

Transmite confianza. Adopta una actitud segura y positiva, pero sin que resulte rígida ni acartonada.

Naturalidad. Evita tics como jugar con el bolígrafo, un anillo o el mechero.

Coherencia. Despídete del mismo modo como saludaste.



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