De literatos, los miembros de este colectivo teenager de Políticas no tienen ni mucho ni poco. Pero sí tienen más mucho que poco de inductores del desarrollo cultural y de la participación dentro de la facultad. Al menos ésta fue una de las excusas para su inscripción en acta hace ya casi dos años.

La otra, fomentar la tolerancia hacia todas las ideologías con independencia de la tonalidad que usen para vestirse. En consecuencia, no dudaron en declararse apartidistas. Que no apolíticos. Y se explican: «No renunciamos a implicarnos en la denuncia de las realidades que puedan perjudicarnos directamente como estudiantes o con aquellas que, aunque nos sean más lejanas, consideremos obligada nuestra participación».

Pero esta amplitud de miras al principio no fue bien entendida por sus congéneres facultativos, quienes, por asociación de ideas, dedujeron que trataban de ocupar el espacio a la derecha que había dejado vacante Aúpate (una asociación de este corte político que precisamente acababa de extinguirse).

Y así, se iban acostumbrando a las embestidas, porque antes ya habían tenido que lidiar con el toro de la legalización. Quisieron hacerse con ella cuando la Complutense estaba cambiando las reglas del juego asociativo, «y como al vicedecano de alumnos de la facultad le costó bastante enterarse», los tuvieron durante algún tiempo cual bolas de ping-pong de un lado para otro.

Salvados los primeros obstáculos y cuando ya estaban acomodados en su despacho, comenzaron a macerar y cocinar sus diversas actividades. En los últimos menús que han ofertado, apostaron decididamente por la LOU como ingrediente estrella: charlas informativas y coloquios con representantes de los tres partidos mayoritarios (PP, PSOE e IU) han sido los platos servidos en este otoño caliente.

En la iniciativa que más ilusión ponen, aunque también la que les cuesta más sudor y lágrimas, es su semana cultural. Este año, la celebrarán del 6 al 10 de mayo.

FEDERACION. A los maconditos también los han apuntado con el dedo acusador por tener tras de sí a CANAE (Confederación Estatal de Estudiantes). «Y no nos da vergüenza», aclaran ellos, que consideran que tal aproximación no está reñida con su proyecto. Por ahora, no los une relación estatuaria de ningún tipo, pero lo de decirse el sí quiero es sólo cuestión de tiempo.

Porque la idea es construir un Macondo a nivel estatal. Para empezar, y con la mirada puesta en un mejor funcionamiento organizativo, el mes que viene constituirán ya una federación en la Comunidad de Madrid con sus dos hermanas gemelas de la Rey Juan Carlos (que se llaman como ella) y su prima de la Carlos III (Trebol).

Los contactos con otras asociaciones para seguir creciendo y multiplicándose dentro y fuera de las fronteras madrileñas ya están en marcha. Como también crecían y se multiplicaban los Buendía en el Macondo literaturizado por Gabriel García Márquez.