El objetivo de la universidad, no es solamente dar un conjunto de conocimientos que nos capaciten para desarrollar una labor profesional, sino, y aunque esto se olvide en demasiadas ocasiones, formarnos a nivel personal en valores intangibles, pero fundamentales, dado que nos hacen ser un poco mejor persona a cada uno. En este sentido, desde esta delegación siempre hemos considerado fundamental que nuestros compañeros se impliquen en labores diferentes a las puramente académicas, por ejemplo, actividades culturales, deportivas, de voluntariado o en delegación. Ir exclusivamente a clase, recibir tu docencia y volver a casa a estudiar es un método con el que podemos acabar la carrera, pero no vivir la universidad en su plenitud, porque para vivirla completamente es necesario participar en todo lo que significa ser universitario, cada uno en la parte que le guste y aportando el tiempo de que disponga, por supuesto.

Estudiar y participar no son cosas incompatibles. Correctamente distribuidas nos van a dar la formación académica y la formación humana y social. ¿De qué sirve acabar la carrera si no has tratado con nadie y tu capacidad para trabajar en grupo es nula? El ser humano es, ante todo y sobre todo, social. En la sociedad actual es fundamental tener valores de grupo, que en las aulas no se pueden aprender, no porque no sean capaces de suministrarlos, sino porque no es el lugar donde se aprenden. La visión actual de que la nuestra es una generación más interesada en mantenerse que en avanzar, no se cambia diciendo que es falsa, sino participando. En definitiva, todos podemos intentar cambiar algo.

Esta delegación está realizando diferentes campañas con un objetivo triple: concienciar, participar e informar. El objetivo básico es que nuestros compañeros estén informados, para poder elegir y decidir. Otro objetivo fundamental es la participación. Y, finalmente, es fundamental la concienciación para que esto no sea algo que surja puntualmente y luego desaparezca. Es necesario crear las sinergias que hagan que estos proyectos sean viables, sostenibles y expandibles. Por ejemplo, pensamos colocar contenedores de latas y pilas a pesar del coste económico que supone. También tenemos marcada la necesidad de definir una solución para las ingenierías de primer ciclo de cara a la integración educativa europea marcada con la declaración de Bolonia.

Cada uno de nosotros puede y debe saber que su ayuda es necesaria para todo. Quiero finalizar pidiendo vuestra ayuda y colaboración, no sólo para esta delegación, sino para todas y cada una de las muchas asociaciones de todos los ámbitos que integran y enriquecen a nuestra universidad con las tareas que actualmente desarrollan.

Gregorio Avelino Morín Blanco es delegado de alumnos de la Universidad Politécnica.