Escribió Ernesto Sábato que «la fama se debe a una frase histórica». En el caso de quien lo dijo, su fama se debe a una vida y una obra históricas. Ernesto Sábato (Rojas, Argentina, 1911) recibió ayer la Medalla de Honor de la Universidad Carlos III personificando el lema que abandera este centro: «El hombre es sagrado para el hombre». El rector Gregorio Peces-Barba y el Nobel José Saramago acogieron, en la tarima, a los 91 años que arrastra el novelista y ensayista débil, pero entusiasmado, emocionado y emocionante en su agradecimiento.

Una de las frases históricas de Nietzsche hacia la fama fue que «la metafísica está en la calle». Resulta que la obra de Sábato es la expresión de esa metafísica cotidiana. Su curriculo evoca los años en que este humanista dirigió la comisión que estudió los crímenes de la dictadura de los 70. Entonces, escribió «Nunca más». Ayer, en la Carlos III, Sábato volvió a hacer gala de su eterna defensa de la dignidad humana recordando que a lo largo de su vida había luchado por el pueblo judío y sus padecimientos, pero que ahora pide, «con la misma contundencia, que cese la masacre contra el pueblo palestino, despojado de sus tierras seculares, sumidos en la miseria. La paz será difícil pero jamás estará del lado de las armas». Y el aplauso que la universidad regaló al homenajeado, duró un eco de casi 10 minutos. Parecido al que anteayer se le concedió en el Círculo de Bellas Artes en la entrega de su Medalla de Oro.

Los escritos de Sábato se preguntan qué se puede hacer en 80 años: «Probablemente, empezar a darse cuenta de cómo habría de vivir y cuáles son las tres o cuatro cosas que valen la pena». Se inventa los ocho siglos que deberíamos vivir y pone punto a su disquisición asegurando que «los últimos cien años de vida podrían dedicarse a la sabiduría». El ejemplo de Sábato nos apresura a disfrutar de la sabiduría que nos cede en sus escritos.

Hoy, la Universidad Autónoma homenajeará al escritor Rafael Sánchez Ferlosio. De nuevo, Universidad y cultura se regalan palabras y recuerdos para la memoria.