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DESLIZARSE O DESISTIR
Surf. Es la movida deportiva más genuina
cuando hablamos de sol, arena y mar. Esta modalidad,
que las tribus polinesias ya practicaban en el
siglo XIV como muestra de virilidad, valor y purificación
natural, reaparece en nuestras costas con la llegada
del buen tiempo. Coge tu tabla (una de segunda
mano puede salirte por 270 G), abandona el escenario
urbanita y súmate al grupo de intrépidos
que surfea todo el año sin reparar en el termómetro.
EL VIENTO TE LLEVARA
Kite . Las olas de Hawai presenciaron hace poco
más de un lustro el nacimiento de este híbrido
(conocido también como flysurf), que bebe
de otras modalidades playeras. Precisa de la tabla
y una cometa, la cual posibilita una mayor altura
y belleza plástica de los saltos. Eso sí, no seas
insensato e inscríbete en una escuela especializada:
el material es sofisticado y las técnicas entrañan
cierto peligro.
MAS MADERA
Longboard . Se trata de la variante clásica
de la tabla corta, con una longitud superior a
los nueve pies. Su diseño persigue las formas
redondeadas, lo que le sirve para encaramarse
al oleaje más facilmente. Estabilidad, flotación...
pero también reducida capacidad de reacción. Su
particular fisonomía le permite afrontar maniobras
específicas (coffin ride, to walk the road,
hang five) que dejan al surf fuera de juego.
Cantabria. Ubicada en uno de los parajes
más bellos de la Cantabria oriental, esta llamativa
y bien conservada casona del siglo XVII se encuentra
muy cerca de lugares de costa de gran interés,
como las playas de Ajo, Isla, Laredo, Noja o Berria.
Sus habitaciones y salones cuentan con todo tipo
de comodidades, tantas como las posibilidades
que ofrece su amplio y coqueto jardín de frutales,
en el que se incluye piscina, pista del pádel
y solárium. Los precios oscilan entre los 60 y
los 100 euros. Tfno.: 942 63 70 92.