Domingo 17 de Marzo de 2002 - Número 335

HOLLYWOOD | CUATRO «NOVIAS» EN 16 MESES

Ford, mujeriego sesentón
Desde que acabó su segundo matrimonio con la guionista de «E.T.», que duró 17 años, el actor se ha convertido en un seductor en serie

GRACE BADBERRY. Daily Mail
Quién es esa estrella de Hollywood que nació antes del final de la Segunda Guerra Mundial y que sale con una actriz con aspecto de niña abandonada 20 años menor que él?

Hace un tiempo, la respuesta hubiera sido predecible y no cabría la menor controversia: Jack Nicholson, naturalmente. Pero hoy al oscarizado actor le ha salido una dura competencia y ha encontrado un buen sucesor: Harrison Ford.

Hasta hace unos dos años, la revelación más escandalosa sobre la vida privada de Ford había sido la obsesión que sentía porque los muebles de su casa estuvieran siempre en el mismo lugar.

Casado durante 17 años con la escritora Melissa Mathison, guionista de la famosa película E.T., pasaba la mayor parte de su tiempo libre en su rancho de Jackson Hole, Wyoming. Pero en la actualidad nadie podría decir que se recluye en ningún lado. Así, la semana pasada fue sorprendido deambulando por la avenida Lexington de Nueva York en compañía de Calista Flockhart. La intérperte de Ally McBeal, de 36 años, es la última de una serie de mujeres con las que el actor, de 59, ha estado saliendo desde que se separó de su mujer, hace ahora 16 meses.

Hasta el mes pasado, Ford había mantenido una relación sentimental con la actriz británica Minnie Driver. Según algunos amigos íntimos, la historia se acabó cuando el actor se cansó de que ella insistiese, una y otra vez, en hacer público su romance.

Y si recientemente ha pasado un fin de semana en Londres con la directora cinematográfica Kathryn Bigelow, aunque se asegura que la relación entre ambos es meramente platónica, también ha trascendido que Ford se dedica a salir con sus amigotes e ir a clubs de striptease o a night clubs de moda. Incluso en una ocasión se le pudo ver en un sitio de la peor nota bailando con el sujetador de una señora en la cabeza.

En ciertos aspectos, este comportamiento de calavera tardío recuerda a esos guiones de Hollywood en los que un tranquilo padre de familia se suelta el pelo súbitamente y se dedica a vivir una vida de parranda y desenfreno.

Si se tratara de una película, Ford acabaría por darse cuenta, al final, de que su vida anterior era mucho mejor y regresaría con su mujer Melissa Mathison. Pero la realidad ha improvisado un cambio de guión.

Y aunque hace un año el actor volvía con Mathison, la pareja acabó por separarse de nuevo tras 17 años de convivencia y ahora se encuentra en plenos trámites de divorcio. Además, Ford da la impresión de estar disfrutando de lo lindo con su nueva vida de soltero.

Por ello, su relación con Lara Flynn Boyle, ex compañera de Jack Nicholson, o con las también actrices Minnie Driver o Calista Flockhart han conseguido trastocar la imagen de taciturno padre de familia que siempre había ofrecido a sus admiradores.

¿Está atrevasando una crisis típica de hombre maduro o sólo se trata de dar rienda suelta a un rasgo de su personalidad que siempre estuvo allí y nunca había trascendido al público?

Ford, que siempre se ha distinguido por ser un hombre muy reservado, ya adelantó algo en 1979 cuando se separó de su primera mujer, Mary Marquardt, con la que tuvo dos hijos. «Yo no era precisamente el hombre ideal. Al contrario, era el marido y el padre más inadecuado», admitía el protagonista de Blade Runner.

Repuestos del golpe emocional que ha supuesto la ruptura con la guionista de E.T., con quien formaba una de las parejas más estables de Hollywood, los que le conocen ya han empezado a interpretar las señales que, según ellos, adelantaban el cambio. Como por ejemplo, el hecho de que hace cinco años el actor, uno de los más taquilleros en la historia de la industria del cine, decidiera sumarse a la moda del piercing y colocarse un pendiente en la oreja izquierda.

El cambio físico no impidió que un año más tarde la revista People le eligiera como «el hombre más sexy del mundo». Sin embargo, Ford tuvo que responder a una adolescente interesada en saber si todavía se consideraba un objeto sexual. «¿Todavía? Pero, ¿es que un hombre de cincuenta y tantos años tiene que preguntarse hasta cuándo?».

Quizá sea por ello por lo que Spielberg no ha dudado ni un momento en contar con él como protagonista de la cuarta entrega de Indiana Jones, las aventuras del arqueólogo más famoso del celuloide a quien también acompañara la actriz Kate Capshaw, esposa del director, en su búsqueda de la mítica Atlantis.

Sin gestos apreciables de querer establecer con alguien otra relación a largo plazo, la estrella cinematográfica puede que haya descubierto, aunque tarde en su vida, algo que Jack Nicholson siempre supo y tuvo muy claro. Y es que para un astro de Hollywood el compromiso personal es una elección, nunca una necesidad.




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