Domingo 14 de abril de 2002 - Número 339

LO OTRA CRÓNICA | RELACIÓN CON "GLAMOUR"

La millonaria y el marqués

Mª EUGENIA YAGÜE
Esther Koplowitz, 52 años, una de las mayores fortunas de Europa, a quien se le atribuye una relación con el marqués Fernando Falcó, 62 años y presidente del Real Automóvil Club de España.
La presencia de Esther Koplowitz en la boda de un hijo del ex ministro de la UCD, Ignacio Bayón, no tendría por qué llamar la atención de ninguno de los invitados a la ceremonia. Al fin y al cabo el antiguo ministro de Adolfo Suárez es hoy uno de los principales colaboradores de la empresaria en Construcciones y Contratas, uno de los gigantes del sector.

Pero Esther, 52 años, no estaba sola. La acompañaba Fernando Falcó y Fernández de Córdova, marqués de Cubas, 62 años, presidente del Real Automóvil Club de España y un clásico de la aristocracia española ilustrada y liberal.

No era la primera vez que Falcó y la hermana casi invisible de Alicia Koplowitz aparecían juntos en algún acto social o se les veía cenando solos en Madrid. Para algunos, la pareja era absolutamente inverosímil, pero tampoco en ese mundo de la aristocracia y las finanzas le dan mucha importancia a la armonía estética de los personajes que deciden emparejar sus vidas. Las normas a guardar son otras y tienen más que ver con similitudes de familia y cultura, con la discreción y lealtad propias de una clase social que detesta la exhibición y los cotilleos. En ese ambiente tampoco se le ha dado demasiada trascendencia a las salidas de su hermana Alicia con el empresario Plácido Arango, propietario de la cadena Vips, mecenas de arte y uno de los principales coleccionistas del país.

Alicia también ha frecuentado otros amigos, como el jefe de la Casa del Rey, Fernando Almansa. Contra su costumbre de guardar un hermetismo absoluto sobre su vida privada, ha salido al paso de rumores que les daban como prometidos, negando su posible boda con el vizconde de Almansa e incluso una relación sentimental. Alicia ha compartido también pista de baile con Emilio Ybarra, el ex presidente del BBVA, hoy en el ojo del huracán.

Pero en el caso de Esther Koplowitz y Fernando Falcó hay algunos matices que llaman la atención. Hace 13 años y en muy poco tiempo los matrimonios de las hermanas Koplowitz, casadas con dos primos, Alberto Alcocer y Alberto Cortina, se rompían en medio de un formidable escándalo social y financiero, que tenía que ver con el control del Banco Central por parte de Los Albertos y con las aspiraciones de Mario Conde para presidir Banesto, entre otras muchas intrigas de índole financiera.

INFIDELIDADES
Alicia Koplowitz llamaba un día a su amigo Fernando Falcó, casado entonces con Marta Chávarri, biznieta del conde de Romanones, para decirle: «Tu mujer está saliendo con mi marido». La frase desencadenó una tormenta social y económica. Cortina, muy caballero, se casó, aunque con poco entusiasmo, con Marta para dejarla en buen lugar. Pero Alicia le hizo pagar cara aquella aventura con un divorcio económico de los que hacen historia. Esther hizo lo mismo con Alberto Alcocer, quien, a diferencia de Alicia con Alberto Cortina, mantiene una excelente relación con su ex mujer.

Lo positivo de aquella crisis fue que las hermanas Koplowitz pasaron de ser una anodinas amas de casa de lujo a dos empresarias independientes y resueltas que han demostrado sus armas de mujer a sus dos incrédulos ex maridos. Después de un acuerdo que enfrió las relaciones entre ellas, Esther se ha quedado al frente de Construcciones y Contratas y figura ya entre las mujeres más influyentes y ricas de Europa.

Fernando Falcó, por su parte, tiene más historia que poderío económico. Sus padres, los duques de Montellano, eran unos de los más fieles servidores de la causa monárquica de don Juan de Borbón. Tanto, que cuando el príncipe Juan Carlos, don Juanito, vino a España, los Montellano desalojaron su palacio de la Castellana y se instalaron en un piso cercano para que el futuro rey viviera y estudiara allí. Falcó recibió de sus padres el título de marqués de Cubas, estudió Derecho y participó en varias empresas, aunque vive dedicado al Real Automóvil Club, que preside desde hace más de 20 años. Sin embargo, su condición de soltero de oro y el haber paseado del brazo con las mujeres más impactantes de la jet set internacional, desde la princesa Soraya a Cristina Onassis, ha oscurecido su condición de persona culta, afable y extraordinariamente educada.

«No tengo nada que aclarar», contestaba el marqués de Cubas al programa Gente, de TVE, el primero en dar la noticia de esta relación. «Jamás hablaré de mis sentimientos ni de ninguna señora que pueda relacionarse conmigo». Todo un caballero, como su hermano Carlos Falcó, el marqués de Griñón, ex marido de Isabel Preysler, que respondía con una sonrisa: «Hay que preguntarle a él. Yo no opino sobre la vida privada de mi hermano».

Una señora del círculo de las hermanas Koplowitz confirmaba que el marqués de Cubas y Esther se ven mucho, están bien juntos y que hacían pareja en dos o tres cenas privadas en Madrid, «pero eso no significa que tengan un noviazgo formal o que vayan a casarse», aclaraba. «Las dos hermanas tienen muchos amigos y no se comprometen con nadie».

Fernando Falcó ha dejado de salir con Mar Mestre, la hija de un conocido constructor que urbanizó la Manga del Mar Menor.Esther Koplowitz también parece haber roto con su anterior acompañante, Juan Losada.

El resto de la historia está por escribir. Pero esta relación entre un grande de España y una multimillonaria, descendiente por madre de una familia de la aristocracia, los marqueses de Cárdenas de Monte Hermoso, pone un toque de glamour en el habitual lumpen de famosos de caspa y medio pelo.




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