Domingo 26 de mayo de 2002 - Número 345

P & R | CARMEN ALBORCH

LIBRO: Tras el éxito de «Solas» (1999), la ex ministra acaba de publicar «Malas», otro volumen sobre mujeres. EDAD: «Una puede hacerse mayor y ser hermosa», dice a los 54 años. SOLIDARIDAD: «A las mujeres nos conviene ser aliadas».

"Somos malas, pero podemos ser peores"

MARÍA EUGENIA YAGÜE
En su último libro, Malas, Carmen Alborch habla de todo lo que piensan muchas mujeres de las otras mujeres, aunque no se atrevan a decirlo en voz alta. Pero el mensaje de la ministra con más glamour de la democracia es positivo: «Somos malas, pero podemos ser peores».

PREGUNTA. Su libro anterior, Solas, ha tenido un éxito enorme.Parece que cuando escribe de mujeres da en la diana.

RESPUESTA. Yo digo que somos rivales y cómplices, pero todo el mundo se queda enganchado en la parte del morbo, que es la rivalidad. Lo importante es cómo nos aliamos, cómo nos reímos, cómo nos compadecemos y cómo nos comprendemos.

P. Y sin embargo, cuando una mujer es sexista es peor que el alcalde de Ponferrada.

R. Porque la miramos como una traidora; pensamos que una mujer tiene que estar más implicada. Es decir, si a ti te pasa como a mí y mañana también vas a ser mayor, ¿por qué no eres más comprensiva? Ser aliadas también es algo que nos conviene.

P. ¿Y qué le parece la parte victimista del feminismo?

R. Hay que sacudírselo de encima sin olvidar una serie de datos que están ahí: mujeres maltratadas, subempleo, jornadas triples...Hay que hablar de estas situaciones pero, al mismo tiempo, de nuestras habilidades, nuestros recursos y nuestras fuerzas.

P. A las mujeres todo les sigue costando más.

R. La solidaridad consiste también en no ver al hombre como más importante que nosotras. El hombre siempre tiene dos tallas más. Si nos dejamos marear con esas historias de que siempre tenemos que ser jóvenes y bellas y, además, que cuando somos ambiciosas somos malas y si somos malas no somos queridas...Ese discurso, fuera. Hay que avanzar, poder decir sí o no, elegir sin sentirnos culpables.

P. ¿Y usted cómo ve esta fiebre por rejuvenecer, aunque sea haciendo locuras que a alguna le cuesta la vida?

R. Una se puede hacer mayor y ser hermosa pero no necesariamente borrando las huellas del paso del tiempo. Las firmas de cosmética dicen que lo importante es la belleza interior pero te lo venden todo. No tenemos que ser esclavas ni de la belleza, ni de los hombres ni de una misma.

P. ¿Qué tal se lleva con las chicas del PP?

R. A veces vivimos un conflicto de lealtades con nosotras mismas y con los partidos. Pero llegará el día en que las mujeres de distintos partidos hagamos un pacto de mínimos, estoy segura.




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