Domingo 21 de julio de 2002 - Número 353

DELINCUENCIA | LA ÚLTIMA MODA CRIMINAL

Alarma por el secuestro-exprés
RETIENEN a una persona en su vehículo entre dos y cuatro horas y piden un rescate inmediato a la familia bajo amenaza de muerte.La «moda» comenzó en Levante, pero se está extendiendo a toda España. Casi nadie lo denuncia por miedo

ANIBAL MALVAR / GLADYS MARTINEZ
La casa del joyero Fermin Larrainzar fue asaltada por nueve colombianos que le desvalijaron la joyeria.Iban encapuchados, pero el les pidio que se quitaran los pasamontanas para no asustar a su hija. Accedieron. La banda fue detenida en Madrid en diciembre de 2001. Las joyas no aparecieron.
Irina tenia la sensacion de que alguien la seguia. Se estaria volviendo paranoica, precisamente ahora que por fin las cosas empezaban a ir bien. Que el miedo estaba lejos. Que se habia quedado en aquella Rusia podrida de poscomunismo y corrupcion.A Irina le fue bien en Espana. Le habian dicho que en Levante se habian asentado muchos compatriotas rusos, y quiza penso que esa cercania la podria ayudar a vencer el extranamiento en un pais que no conocia. Torrevieja le parecio buen lugar. Era barato.Y el mar. Y el sol como presencia cotidiana. En pocos anos, consiguio ahorrar lo suficiente para poner la tienda de ropa, y le causo cierta emocion algo tonta publicar su primer anuncio de prensa a primeros de ano. En el Ispanya, un periodico local que se edita en ruso para los compatriotas. Hasta le hicieron entrevista y foto.

Dias despues, aun aturdida por las drogas, declaraba, ante los agentes de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco), como esa sensacion de ser constantemente observada la habia desazonado durante varios dias.

-Como no lo denuncio? -le preguntaron.

-Por que lo iba a denunciar? Quien me iba a seguir a mi, que no soy nadie?

Irina es una de las seis personas que, en lo que va de ano en la Comunidad Valenciana, se ha atrevido a denunciar un secuestro-expres: retienen a una persona en su vehiculo de dos a cuatro horas y piden un rescate a la familia bajo amenaza de muerte. Es una nueva modalidad de delito que esta floreciendo en el Levante espanol. Pero ahora se extiende, por su rentabilidad y falta de riesgo, al resto de Espana. El problema, dicen los agentes, es que apenas hay denuncias: el miedo las silencia.

En otras ocasiones, el propio domicilio de la victima es el escenario del crimen. En septiembre del pasado ano el joyero alicantino Fermin Larrainzar tuvo que ayudar a una banda de colombianos a desvalijarle 500 millones de pesetas en joyas, mientras el intentaba convencer a su hija de nueve anos de que aquellos hombres de acento colombiano eran policias, y por eso llevaban pistola.

El problema de este tipo de secuestros en Espana es que solo conocemos la punta de iceberg, porque nadie se atreve a denunciar.Tienen miedo. Un dia aparecieron dos maletas con dos chicas troceadas, explica Luis Mira, delegado provincial en Valencia del Sindicato Profesional de Policia Uniformada.

La moda del secuestro-expres, importada de EEUU y Suramerica (Argentina acaba de crear un cuerpo policial de elite para frenar un crecimiento interanual del 500% en este tipo de delitos), se extiende por Espana desde hace apenas unos meses. Las acciones las llevan a cabo grupos de ex militares y ex policias procedentes de la Europa del Este que se asentaron, sobre todo, en la costa levantina (alli, zona turistica, pasan mas desapercibidos), pero que operan en toda la Peninsula. Son grupos muy jerarquizados y con minucioso reparto de tareas. Las leyes castrenses de obediencia se siguen a rajatabla: la indisciplina se castiga con la muerte o con la masacre de los familiares que el traidor haya dejado en su pais de origen.

Impera la omerta mafiosa o ley del silencio. No habla ninguno, aunque los cojamos. Ademas, tienen una movilidad impresionante y no estan fichados, explica Juan Berengue, secretario general de la Asociacion Nacional de Policia y estudioso del fenomeno de la delincuencia organizada.

Antes del golpe, se informan exhaustivamente sobre las costumbres de la victima, familia que puede efectuar el pago y dinero que pueden reunir en un intervalo de dos a cuatro horas.

Irina, por tanto, tenia razon al sospechar que estaba siendo observada. La seguian dos rusos que habian leido muy atentamente aquel numero del Ispanya (en mayo, su directora sufriria un secuestro semejante) en el que Irina publico su reportaje. Observaron la tienda, la siguieron hasta su casa, estudiaron sus rutinas.

Irina no se llama asi y su tienda, seguramente, no era de ropa.El caso se encuentra bajo secreto sumarial y, ademas, ya da igual la naturaleza del negocio de la rusa. Lo ha cerrado y ha abandonado Torrevieja por miedo. Mucha gente, en cuanto recibe la primera amenaza, desaparece, explican fuentes policiales.

Los dos rusos habian seguido a Irina y esperaban a la puerta de la sucursal de su banco, de donde acababa de sacar 4.000 euros de la cuenta. La empujaron dentro de un vehiculo antes de que pudiera comprender que sucedia. Para que no se le ocurriera montar un escandalo, la amenazaron con un arma corta. En el ajetreo de la manana nadie se entero, nadie vio nada.

OBLIGADA A DROGARSE
Dentro del coche, le obligaron a ingerir unas pastillas, y enseguida empezo a adormilarse. Solo recupero a medias la consciencia cuando la agitaron en el asiento. Estaban detenidos en un descampado.Irina no reconocio el sitio. Los dos hombres le habian vaciado el bolso. Pero querian mas. Le pidieron 10.000 euros en un segundo pago. Si no, la matarian. Tres horas despues, la abandonaron en el vehiculo aturdida y con el encargo a vida o muerte de reunir el dinero para el momento en que se lo demandaran.

La historia de Irina esta reconstruida a partir del testimonio de un agente de la Udyco que participo en la investigacion. Irina se atrevio a denunciar y, como casi nadie lo hace, los agentes se tomaron muy en serio la detencion de los extorsionadores.Convencieron a Irina de que abriera la tienda y reiniciara su vida con normalidad.

-No se preocupe -le dijeron-, si vuelven por el dinero estaremos alli. Aunque usted no nos vea.

Fue facil. Los secuestradores actuaron con cierta bisonez, algo insolito. Uno de ellos, al dia siguiente, paso en bicicleta delante de la casa de la rusa. Un agente de paisano se quedo con el.Un rato despues, el mismo agente reencontro al ruso abriendo una cuenta en la sucursal bancaria de Irina. Se le pidio la documentacion casi rutinariamente. Como golpe de suerte, era excesivo. Sin embargo, el ruso reacciono mal. El y su companero fueron detenidos.Irina echo el cierre y volo.

FALTA DE EFECTIVOS
Es un caso raro, porque generalmente esta gente sabe que no tenemos efectivos, y si hay una amenaza, no podemos hacer mas que proteger a la persona durante uno o dos dias, se observa si la siguen, se establecen controles donde vive, se la acompana Pero es imposible una vigilancia constante, prolongada, cuenta Mira. Los extorsionadores dejan unos dias de paz a la victima, solo salpicados por alguna llamada telefonica amenazante, hasta reaparecer cuando la vigilancia se ha relajado.

Y si no se paga? Hay quien tiene suerte y quien no. Un empresario de Gandia (Valencia), 50 anos, constructor, fue introducido a punta de pistola en una furgoneta. Desde el principio, se nego a colaborar. El grupo tenia infraestructura y el beneficio era considerable: 25 millones. Era un secuestro-expres, pero sabian que podian sacar bastante, asi que lo convirtieron en un secuestro convencional. Estos podian, porque tenian medios: usaron hasta tres vehiculos y cinco chales con buena cobertura. Le sometieron incluso a malos tratos, pero la familia se atrevio a denunciar y la policia lo rescato en la urbanizacion de El Rebolledo (Alicante)

Uno de los casos mas sonados de secuestro-expres (aunque en esta ocasion a domicilio), lo protagonizo el joyero Fermin Larrainzar.El 20 de septiembre de 2001, cuando entraba con su mujer y su hija de nueve anos al portal de su casa, fue abordado por tres individuos armados y con el rostro cubierto por pasamontanas.Colombianos. Lo acompanaron en ascensor hasta el piso. Alli se les unieron otros seis miembros de la banda.

Larrainzar ya habia sufrido otros atracos y conservo la calma.Incluso, rogo al jefe (Elvin Andres, alias Bang Bang) que se quitaran el pasamontanas para no asustar a la nina. El, a cambio, prometio no mirarles a la cara. Los atracadores accedieron. El joyero tuvo que participar en la desactivacion de las alarmas y en el saqueo de su tienda. Se llevaron joyas por valor de 500 millones de pesetas (tres millones de euros). Desde entonces, Larrainzar gasta 600.000 pesetas mensuales (4.000 euros) en seguridad: La vida cambia totalmente. Es como el que tiene un infarto.A partir del primero, hay que cuidarse, protegerse.

Sin embargo, para Vicente de la Cruz, presidente de la Asociacion Espanola de Escoltas, eso no es dinero. Hacer dinero en Espana va a tener un precio cada vez mas alto, pronostica. Se refiere a la creciente presencia de seguridad privada en el entorno de las clases pudientes.

Un escolta cuesta al mes 1.500.000 pesetas. No esta al alcance de todos. Eso favorece la aparicion de un mercado negro.

Si alguien va a algunas comisarias denunciando un caso asi, puede aparecer un policia al dia siguiente en su casa que dice que tiene a alguien, tambien policia, que podria hacer el servicio de proteccion por menos dinero. Se paga un millon y medio al mes (en negro), ahorran otro tanto y creen que van protegidos las 24 horas, denuncia De la Cruz. Los sindicatos policiales admiten la existencia de agentes pluriempleados en tareas de proteccion (actividad ilegal). Ya ha habido incluso denuncias contra varios policias locales en la costa levantina.

BANDAS CON ESPANOLES
Las bandas, cuando empiezan a operar en Espana, se limitan a buscar como victimas a personas de su entorno etnico. Por seguridad.Ademas, al ser ex militares y ex policias conservan contactos en altas instancias -muy corruptas- de sus paises de origen y tienen gran facilidad para extraer informes oficiales y elaborar dossieres que incluyan residencia de familiares, propiedades o antecedentes penales del extorsionado, datos que, por supuesto, seran base de las amenazas.

Pero no es un problema entre mafias y residentes extranjeros.El 47,8% de las bandas de crimen organizado que operan en Espana son de nacionalidad mixta: hay extranjeros y espanoles. Algunos banqueros, directivos de companias de seguros, hombres de paja al frente de negocios destinados a blanqueo o jueces espanoles, segun asegura Berengue, se han hecho complices de estos grupos.No digo que todos los jueces y politicos sean corruptos, pero ya ha caido alguno. En los bancos, se dan casos de connivencia.El director acepta el dinero aunque sepa que su procedencia es ilegal, porque le ofrecen un 5% del 8% de intereses, y ya esta en la cadena.

El negocio prosigue cuando los beneficios de la extorsion han de ser blanqueados. Ahi es donde entran los complices espanoles.Crean empresas medianas, no demasiado llamativas, y se traen a mucha gente contratada de su propio pais, con lo que les conceden el permiso de residencia. A ellos tambien los extorsionan. En sus contratos (legales) figura que cobran 2.000 euros, pero luego tienen que devolver al empresario una parte importante. Si no, pierden el empleo y tienen que salir del pais. Es otra forma de esclavitud. Por supuesto, al frente de estas empresas ponen siempre a ciudadanos espanoles, hombres de paja, abogados de medio pelo. Con todo esto, enseguida consiguen unos medios economicos, tecnicos y de cobertura que superan los nuestros, concluye.

La delincuencia organizada se esta convirtiendo en un peligro potencial para nuestra sociedad a corto plazo. O ya. El comportamiento delictivo ha dejado de ser patrimonio exclusivo de algunos individuos para dar el relevo a organizaciones que se infiltran en las estructuras mas sensibles de nuestra sociedad civil, medita Juan Berengue.El fraude y la corrupcion estan adquiriendo proporciones masivas.No solo se busca el dinero, hay mucha gente en esto que lo que quiere lograr es poder.


ASÍ ME SECUESTRARON
LYUDMILA GLADKOVA, directora de «Ispanya», relata su caso

El 5 de mayo me llamó un amigo: alguien, que había trabajado en la revista, se puso en contacto con él para que participara en una extorsión contra mí. No le di importancia. La empresa y yo estamos en regla. ¿Qué podrían usar para extorsionarme?

Eran las 9.35 de la mañana del día 22 cuando me di cuenta de que iban en serio. Tres individuos, eslavos, salieron de un gran coche verde y se me acercaron cuando apenas había recorrido 50 metros desde el portal de mi casa para dirigirme a la sede de la revista. Uno de ellos abrió la cartera:

-Interpol, súbase al coche.

Me enseñó un documento que parecía auténtico. Yo no reaccioné.Tenía presente la llamada de mi amigo. Los tres hombres me rodeaban de manera intimidatoria. Finalmente me empujaron hacia el coche.Yo no sabía qué estaba pasando. Les dije que no hablaría hasta contar con el asesoramiento de mi abogado. Ellos asintieron.

-Vamos a la redacción del periódico, y allí podrá llamar a quien quiera.

Pero el coche no iba en dirección al periódico. Empezaron a dar vueltas.

-Por aquí no se va al periódico. ¿Dónde vamos ?

-A la Policía -respondió uno de ellos.

Sus rasgos me empezaron a parecer familiares, como si hubiera visto a alguno de ellos alguna vez. ¿Delante de casa? Puede ser, pensé.

-Sé quiénes sois. Esto es un secuestro -dije.

Esta vez no respondieron. Salvo que para ellos sea una respuesta la sonrisa cínica con la que recibieron mi comentario. Pero las cartas ya estaban boca arriba. Me tumbaron en el asiento, me ataron de pies y manos, me amordazaron y me cubrieron la cabeza con una toalla. Hicieron todo esto con naturalidad, sin vejarme.

Cuando se detuvo el coche y pude mirar hacia el exterior, estábamos en una playa desierta. Reconocí el lugar: Urbanova. Me subieron a otro automóvil y empezaron las preguntas. Me hablaron de mis dos hijos de dos y ocho años, de mi marido y de otras cosas muy concretas de mi vida privada y laboral.

-Esto os lo ha contado X -dije, refiriéndome al ex trabajador de la revista sobre el que me había advertido mi amigo días atrás.

-No vuelvas a pronunciar más ese nombre.

Me invitaron a beber un trago de whisky de una botella. Ellos no bebieron. A partir de ahí, no recuerdo nada muy bien. La bebida tenía algo. Vaciaron mi bolso y contaron el dinero. Me dijeron que no era suficiente. Que tendría que darles 5.000 euros más, vender mi casa y poner a su nombre la empresa editora de la revista.

Fui liberada a las dos de la tarde en la Estación de Autobuses de Alicante. Al día siguiente, X, el hombre que había trabajado con nosotros, llamó a la oficina:

-Tenemos algo de que hablar.

La policía dio con él el lunes. Dos o tres semanas después me dijeron que había caído otro de ellos. El tercero, me dicen, huyó a Ucrania



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