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| MONTAJE TEATRAL |
| Coto saca el circo a la calle |
| CON SU actitud descalificatoria, su impudicia al hablar de sus adicciones y su pasado carcelario, Matamoros lleva 48.000 copias vendidas de su libro. Ahora promete un esperpéntico «show» teatral en un recinto para 5.000 personas |
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JORDI COSTA
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Para su último número, el teatral «Coto de Caza», Coto Matamoros se ha hecho rodear de otros habituales de la telebasura como el conde Lequio, Toni Genil o Arlequín. Así ha posado para CRONICA para presentar su propuesta teatral.
JESUS ALCARAZ
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Estamos preparados para el espectáculo extremo que, de una tacada, superará modelos tan caducos como el circo de fenómenos humanos, la lucha libre sobre barro o las peleas de gallos? Coto de Caza, que, según la empresa organizadora, Don Lucena, se estrenará el 27 y 28 de junio en Zaragoza, es una propuesta mutante diseñada para coliseos preapocalípticos: un monólogo confesional de Coto Matamoros -bestia parda de la teleirrealidad o islote de ruda nobleza en el cada vez más cardíaco universo del corazón-, que estalla en forma de espectáculo circense poblado de pintorescas estrellas invitadas.
«Será un espectáculo transgresor, una catarsis monumental que permitirá al público liberar muchas pasiones, entre ellas el horror que les provocan los Payasos de la Tele, Nieves Herrero o los personajes de Crónicas Marcianas. Esa basura televisiva, entre la que me incluyo, tiene un efecto pernicioso en el crecimiento.Los espectadores tendrán ocasión de decirles cosas a la cara a algunas de esas figuras de la tele. Será un espectáculo interactivo: podrán insultarnos, tirarnos tomates y hortalizas», promete el flamante maestro de ceremonias.
Matamoros, de 47 años, es un tipo al que daría miedo pisarle un callo, pero al que quizás confiaríamos la tramitación de un salvoconducto para salir de Casablanca. En la construcción de su figura mediática entran en juego ingredientes explosivos: el apoyo apasionado a algunos perdedores del universo del subfamoseo, su concepto de la descalificación como una de las Bellas Artes, a menudo aplicada a compañeros de mesa y equipo, su sinceridad -o impudicia- a la hora de hablar de sus adicciones tóxicas o su pasado en prisión...
«Mi imagen es pura fachada», afirma él. «Mi cara de mala hostia es pura defensa: la gente me daría por todos lados si supiera lo mirlo que soy. Yo nunca me cago en la persona (de la Duquesa de Alba, por ejemplo), sino en lo que representa. Tampoco hago apología de las drogas, pero reconozco mi derecho sagrado a drogarme».
Coto de Caza podría ser la prolongación de Usted también puede ser famoso, el best-seller que Matamoros publicó a finales del pasado año y que lleva vendidos 48.000 ejemplares. La editorial Robinbooks ya ha lanzado seis ediciones, con un total de 53.000 ejemplares en el mercado, de esa inmersión en primera persona en dirección a las fosas abisales del famoseo y la teletontería.
Y es que, aunque cualquier espectador pueda tener su opinión formada sobre la telebasura y sus circunstancias, sin duda, Matamoros puede aportar una mirada inédita sobre el asunto: «A mí la telebasura me ha afectado directamente. Cuando Nieves Herrero montó su circo mediático alrededor del crimen de Alcàsser, me jodió los permisos penitenciarios. Se le ocurrió decir que ese tipo de crímenes los cometían los presos que salían de permiso y, como consecuencia del estado de opinión que propició, los anularon todos. Me pasé seis meses más en el talego por su culpa».
LEQUIO, CONTRAPUNTO SERIO
Para su nuevo macroespectáculo, Matamoros se ha hecho rodear de otros cuantos personajes de la telebasura. Así, Coto de Caza cuenta con la participación del Conde Lequio, el granhermano Carlos El Yoyas, Toni Genil, Leonardo Dantés y Arlequín, y está respaldado en su apartado técnico por Jorge Salvador, el demiúrgico disc jockey, modelo Buda sonriente, de Crónicas Marcianas.
En el curso del show, Matamoros se subirá al ring para combatir con Arlequín, el archienemigo de Tamara; Toni Genil será disparado ante el público en calidad de hombre-bala; Carlos El Yoyas encarnará a un personaje basado en su propia experiencia vital y el Conde Lequio despejará incógnitas sobre el mundo del corazón.
«Él es quien aporta el contrapunto serio al conjunto», asegura el maestro de ceremonias. «Da su visión cierta sobre el mundo del corazón, que conoce muy desde dentro. En el universo rosa, el marujeo siempre es el mismo: sólo cambian las formas. La televisión puede ser un divertimento, un anestésico, un hipnótico: te relajas y a tomar por el culo. En el fondo, si estás equilibrado, la televisión puede cumplir una función higiénica: si ves a Margarita Seisdedos en la tele, no criticas al vecino de enfrente. La televisión sustituye a las sillas del patio de vecindad. Lo peligroso es cuando esa misma televisión te convence de que hay que ir a la Guerra del Golfo: ésa es la auténtica basura».
Coto de Caza se estrenaría en un polideportivo con aforo para 5.000 personas. En verano, aseguran en Don Lucena, el aparatoso espectáculo pasará por La Cubierta de Leganés (Madrid). Ya en temporada, recalará en el Teatre Apolo de Barcelona (del 11 al 14 de septiembre) y, para Navidades, se instalará en una sala madrileña. [En todos estos recintos no han confirmado la celebración del espectáculo]
El espectador quizás se vaya a casa con alguna lección sobre la verdadera naturaleza del concepto «telebasura»: «El término no es nuevo. Para mí, los Payasos de la Tele ya eran telebasura: hacían apología de la explotación infantil con aquella canción de la niña que cosía, barría y planchaba como si estuviera en Taiwán. Hoy se glorifica el Un, dos, tres y la Bruja Avería, y eso es de gilipollas. Hay quien cree que Alaska vino a este mundo a liberarnos, pero ahora ejerce de jurado en un concurso de niños. Si ves hoy cualquier programa de hace 20 años, vomitas.La televisión genera nuevos monstruos que son hijos de otros monstruos».
Quizás Coto de Caza sea otro monstruo salido del infierno televisivo, al que la crítica teatral ni se molestará en exterminar. Probablemente dé igual. Como sabe todo fan de Godzilla, donde están los monstruos empieza el espectáculo.
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