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| RENÉE ZELLWEGER |
| Engorda diez kilos por 21 millones |
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ROMUALDO IZQUIERDO
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Renée Zellweger. / MAX NASH
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Engordar 10 kilos en tres meses para encontrar trabajo? ¿Pasar de la talla 36 a la 44 por exigencias del guión? Renée Zellweger, 34 años, no dudó cuando a comienzos del verano le hicieron tan calórica apuesta y ya luce la figura «adecuada» para comenzar a rodar la segunda parte de El diario de Bridget Jones. Y para su papel en Bridget Jones, al borde de la locura, que sería la traducción al castellano de esta nueva entrega, la actriz no es que haya estado a punto de perder la cordura, pero sí se ha vuelto loca por los frutos secos, hamburguesas, bollería industrial, batidos, patatas fritas y demás alimentos que le permitan ingerir más de 4.000 calorías al día -el doble de las que se recomienda para una mujer de su edad- y así conseguir el peso «ideal».
Qué importa que para ello tenga que devorar hasta 20 donuts muy azucarados al día o disfrutar de una cena compuesta por espaguetis a la boloñesa y patatas que flotan en mantequilla. El rodaje está a punto de comenzar y la actriz quiere convencer en un papel que ya la colocó en la parrilla de los Oscar hace dos años. Entonces, también tuvo que engordar otros 10 kilos, y ya hay quien aventura que tanto cambio de peso y de manera tan radical sólo le puede generar serios problemas de salud.
«El hecho de comer tanto dulce puede provocarle una diabetes tipo dos, ya que su páncreas estará sobresaturado procesando todo ese azúcar que ha comenzado a ingerir de forma repentina», aventura uno de los nutricionistas que trabajan con el equipo de rugby de Inglaterra. Advertida por tales peligros, la actriz norteamericana ya ha aclarado que semejante dieta, o más bien anti dieta, está controlada por un experto en nutrición que vigila que no se resienta físicamente.
Pero lo que realmente no se va a resentir es la cuenta corriente de la actriz. Por su trabajo en esta nueva entrega de la heroína británica con éxito profesional pero negada para los hombres y el amor, Zellweger facturará 21 millones de euros. Nunca engordar había tenido tamaña y tan dulce recompensa, más de dos millones de euros por cada kilo de más.
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