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 DIRECTORIO   Domingo 12 de octubre de 2003, número 417
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PUBLICACIÓN / «NACHO VIDAL PORNOSTAR»
Las memorias de un prodigio sexual
LA BIOGRAFIA de Nacho Vidal, nuestra estrella porno más internacional, le auguran ventas millonarias
PEDRO CALLEJA
Nacho Vidal comenzó como actor porno. Ahora también produce y dirige. / JERÓNIMO ÁLVAREZ
   

Nació en Mataró, hace treinta y pocos años, en el seno de una familia trabajadora de clase media tirando a bien. A pesar de no estar obligado a labrarse el porvenir a puñetazos, decidió hacerlo así por pura chulería. Hiperactivo e indomable, en la primera parte de su currículo se apelotonan las referencias más variadas: legionario, boxeador, portero de discoteca, transportista, pizzero. Ninguna de estas actividades le ha hecho famoso en el mundo entero. Lo suyo es el cine clasificado X.


Empezó destacando como actor, aprovechando las extraordinarias dimensiones de su arma de trabajo. Ahora produce y dirige sus propias películas. Cobra casi lo mismo que Rocco Siffredi, el número uno, de quien pronto heredará la corona de rey del porno.Aunque se mueve en un territorio tradicionalmente despreciado por la cultura oficial, lo cierto es que su nombre trasciende a todo tipo de ámbitos. Su carisma no sólo se mide en centímetros.Quizás por eso, en breve, saldrá a la venta un libro sobre su vida, publicado por la editorial Martínez Roca. Se titulará Nacho Vidal Pornostar y le vaticinan ventas millonarias.

¿Tantas cosas tiene que contar este charnego? ¿A su edad? ¿Sin alternar con la troupe de Almodóvar y sin salir en las revistas del corazón? No lo duden. Comparadas con las de este superdotado sexual, las intimidades de estrellonas jóvenes como Leonardo DiCaprio, David Bisbal o los Janeiro carecen del más mínimo interés.De eso, al menos, está seguro David Barba, autor de la biografía, que, confiesa, ha sacado adelante compartiendo viajes, dietas, habitaciones, aficiones y vicios con el personaje, convirtiéndose literalmente en su sombra. «La experiencia me ha fortalecido como periodista, escritor y persona», afirma, «y eso es algo que me gustaría que les sucediese también a los lectores del libro».

El rasgo más característico de la personalidad de Nacho Vidal es su inagotable energía. Este tío no para quieto. Su mente trabaja a toda velocidad, poniendo a prueba cada conexión nerviosa; a veces, en direcciones opuestas al discurso que le sale de la boca. Eso no impide que suela prestar mucha atención a todo lo que le rodea. Por si acaso. Se apasiona por nada, se enfada, pone de los nervios, gasta bromas, pero siempre cumple con su cometido. En realidad, es mucho más responsable de lo que aparenta.

Se inició en el porno junto a una de sus primeras novias, Sara Bernat. Formaron pareja de sexo en vivo en la Sala Bagdad antes de protagonizar un par de cintas X en formato doméstico. El realizador Jose María Ponce y la actriz María Bianco se encargaron de pulir los modales amatorios del chico, algo toscos, en películas como Perras callejeras y La venganza de Johnny.

Enseguida se fijaron en él los cabecillas de la industria especializada europea y americana. Nacho se introdujo en el mercado estadounidense apadrinado por Rocco Siffredi. Nada más aterrizar en Hollywood, su teléfono se puso a sonar sin parar. En menos de una semana, pasó de cobrar 500 euros a 2.000 por cada escena de sexo. Tres meses estuvo trabajando, casi a diario, al límite de sus fuerzas.

De paso, iba asimilando las reglas de la industria con vistas a independizarse. El salto definitivo se produjo hace un par de años. Nacho se apuntó a la moda del gonzo, un estilo de cine porno narrado en primera persona, ultrarrealista, improvisado y agresivo. Él mismo comenzó a producir y dirigir películas gonzo en serie, con frecuencia manejando la cámara digital con sus propias manos, rodando en Praga, Budapest, Los Angeles y Barcelona.Títulos como Killer Pussy, Latin Psycho funcionaron muy bien comercialmente y le permitieron afianzarse entre los grandes.

Desde entonces, la sombra de Nacho Vidal no ha dejado de crecer.En la actualidad, mantiene su estatus colaborando con gente a la que admira (Rocco Siffredi, Narcís Bosch, John Stagliano) y experimenta con nuevos formatos pornonarrativos. Intuición no le falta. Su más reciente apuesta como actor, productor y director, Back 2 Evil, tiene todas las papeletas para convertirse en una obra de culto.

En el libro de David Barba cuenta todo su recorrido profesional pormenorizadamente. Por fortuna para los lectores más curiosos, la mayor parte del texto está dedicada a las múltiples caras ocultas de Nacho Vidal: el niño que espía a las monjas mientras se desnudan, el adolescente que se masturba con catálogos de Venca, el veinteañero que liga con prostitutas...Y mucho, mucho más.




 
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