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 DIRECTORIO   Domingo 25 de enero de 2004, número 432
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INVESTIGACION / NEGOCIO DETRAS DE UN SUPUESTO ARTISTA
El doctor y su fábrica china de muertos
Y SU FABRICA CHINA DE MUERTOS ÉSTE ES el negocio no contado de Von Hagens. Vende cuerpos a 75.000 euros. Y ya tiene una fortuna de 100 millones
SILVIA ROMAN. FLORA SAEZ
SALA DE TRABAJO. Ésta es una de las imágenes de la fábrica de Dalian que pueden verse en el magnífico documental emitido por la cadena de televisión alemana ZDF sobre el trabajo de Von Hagens.ZDF
   

Si uno tuviese la posibilidad de mirar desde arriba, a vista de pájaro, creería que está ante el típico taller de producción en cadena. Pongamos que de piezas de ropa, o de bolsos de marca falsificados. Pero si hacemos zoom, la perspectiva cambia por completo y adquiere tintes macabros. Lo que los afanosos trabajadores de esta fábrica en Dalian, noroeste de China, tienen entre manos no son modelos destripados del Monogram de Louis Vuitton, sino despojos humanos y cadáveres enteros.


Suelo gris limpísimo, paredes de azulejo blanco, grandes mesas alargadas de acero inoxidable Vista así, la estampa es como de una inmensa morgue industrializada. Vemos una de las salas más amplias, donde se disponen alineadas diez de estas mesas metálicas, con sus correspondientes diez cuerpos inertes. En cada una, cuatro trabajadores chinos, bata azul, delantal blanco, apenas levantan la cabeza, ni despegan la vista del cadáver.Han repartido bien sus competencias: dos trabajan de cintura para arriba, los otros dos, de cintura para abajo. Cincelan concienzudamente los cuerpos plastinados para que los músculos, los órganos y el resto de los componentes queden completamente limpios y definidos, perfectos para ser expuestos. La luz entra en tromba a través de los amplísimos ventanales, facilitando el trabajo. El silencio es extremo. Sólo se escucha de vez en cuando el ruido de los aerosoles, que se aplican para limpiar de restos e impurezas la zona sobre la que se está trabajando.Estamos en una de las salas de disección.

En otra de las estancias de la segunda planta, tan luminosa como la anterior y más amplia si cabe, los trabajadores se ocupan individualmente de porciones o de órganos que penden del techo o están ensartados en ejes móviles, a la altura de su cara, para que puedan trabajar con más comodidad y abordarlos en todas las direcciones. Media cabeza, brazos, piernas, pulmones Trabajan minuciosamente. Parecen cirujanos o escultores. Además están las salas que guardan los cuerpos en depósito, aquellas en las que son sometidos a determinados procesos químicos En total, un complejo que se extiende sobre una superficie de 30.000 metros cuadrados destinados por entero a la fabricación y conservación de cadáveres artísticamente concebidos para ser estudiados, divulgados y expuestos con una viveza y un realismo inéditos hasta ahora.Y con los que también lucrarse, por supuesto: unos 75.000 euros pagan algunas universidades por estos cuerpos plastificados.


AUTOPSIA EN DIRECTO


El artífice de tan próspero y mortuorio negocio no es otro que el doctor alemán Gunther Von Hagens, de 59 años, un anatomista con aspecto de sepulturero que en 1977 ideó y patentó una nueva técnica llamada a revolucionar la conservación de los restos biológicos: la plastinación. El mismo que escandalizó a medio mundo cuando, en noviembre de 2002, realizó ante los ojos atónitos y nerviosos de 500 espectadores una autopsia grabada y restransmitida luego por un canal de televisión Un cadáver que, por cierto, también acabó siendo plastinado.

La plastinación consiste en reemplazar el agua de las células del cuerpo humano por una materia plástica impregnada al vacío, con lo que se consigue que el cadáver se conserve sin olor y pueda ser manipulado y exhibido -como empezó a hacer el propio Von Hagens en 1997- de un modo supuestamente artístico.

Este polémico anatomista, rebautizado por la prensa alemana como el Especulador de los muertos y Doctor muerte, ideó y puso en marcha su revolucionaria técnica en la Universidad de Heidelderg.La misma ciudad en la que creó, en 1993, el Instituto que lleva su nombre y la primera sede de su empresa: la Von Hagens Plastination Ltd. Sin embargo, su centro de investigación y desarrollo lo ubicó en Bishkek (Kirguizistán) y su centro de producción de preparados (como él llama a sus cadáveres plastificados) en Dalian, en China.

Las razones que explican el porqué de trasladar la matriz de su imperio a tierras tan remotas son exactamente cuatro: mano de obra hábil, salarios razonables, normas benévolas y, ante todo, materia prima abundante. Mundos corporales, la exitosa exposición itinerante con las obras de Von Hagens que actualmente se puede visitar en Francfort y que ya ha acogido a cerca de 14 millones de espectadores en Alemania, Corea del Sur, Japón, Gran Bretaña, Suiza, Austria, Bélgica y Singapur se nutre exclusivamente de cadáveres.

Hasta ahora, el padre de la plastinación siempre había explicado que estos procedían de donaciones, pero el semanario alemán Der Spiegel acaba de desvelar que el origen de muchos de ellos estaba en las penitenciarias y campos de trabajo cercanos a la fábrica de Dalian. En efecto, si se estudia un mapa de la zona, la factoría china de Von Hagens está rodeada de zonas militares de acceso restringido, prisiones y centros de castigo para opositores políticos al régimen y miembros de la secta Falung Gong.

Según la revista alemana, las autoridades chinas alimentan la fábrica con cuerpos procedentes de estos terribles lugares. Y todo parece indicar que no anda escasa precisamente de materia prima. Según un inventario fechado en noviembre pasado, Dalian estaba dando cobijo y preparando para tan peculiar fin 647 cadáveres completos, además de 3.909 partes del cuerpo humano, como piernas, manos o penes, y 182 fetos, embriones o recién nacidos. En el inventario se especifica con todo lujo de detalles el tamaño, la edad y el sexo.


ALTA CALIDAD


Der Spiegel publica asimismo varios fragmentos de algunos correos electrónicos que Von Hagens y su manager de Dalian, el profesor Sui Hongin, se enviaban, en los que se regocijan porque ha llegado una partida de «cuerpos frescos» y de «alta calidad». Ya hemos visto que la fábrica de muertos no es un pequeño taller para aficionados. Von Hagens levantó su factoría en esta ciudad portuaria por un coste de 12 millones de euros y en ella trabajan 170 empleados de la zona, que en momentos de máxima productividad, lo hacen en turnos, durante las 24 horas del día. Aunque el sistema de producción no difiere demasiado del de una fábrica de coches o de conservas, la complejidad de las tareas provoca que este largo centenar de empleados tengan que dedicar centenares de horas a cada preparado, además de utilizar compuestos químicos especiales y herramientas de alta precisión.

Son alrededor de 300 las personas que emplea Von Hagens en su negocio, pero él está especialmente orgulloso de sus empleados de Dalian. Según él mismo explica, el procedimiento de disección que allí se utiliza no es el habitual, esto es, capa a capa, sino que ellos usan la técnica de la llamada expansión corporal: los cuerpos son separados en todas las direcciones del espacio mediante la instalación de ejes que sirven de soporte. Y él adora el modo de hacer de estos minuciosos trabajadores. Asegura que los habitantes de este país tienen «un impresionante virtuosismo en el uso de las manos». «En Alemania, estoy a la cabeza de las técnicas de disección anatómica, pero en China soy uno más», asegura Von Hagens, quien es, desde 1996, profesor de la Escuela de Medicina de Dalian.

Muerto a muerto, este moderno Frankenstein ha logrado crear un negocio millonario. Para hacerse una ligera idea, basta con realizar un sencillo cálculo: su muestra ha sido vista por 13,8 millones de personas en diversas ciudades de Asia y de Europa. Y si se tiene en cuenta que la entrada cuesta 12 euros (todo un detalle: las personas que donan su cuerpo al Instituto de Heidelberg pasan gratis).

Tampoco está de más darse una vuelta por la tienda de su web, bodyworlds.com, en la que uno puede llevarse a la cesta una variada gama de objetos cadavéricos: puzzles, postales, gorras, camisetas, pósters, llaveros, libros, almohadillas para el ratón O un pack con la selección de las curiosidades más exitosas por sólo 20 euros. Se calcula que su fortuna ronda fácilmente los 100 millones de euros. Sólo su nuevo proyecto de una Ciudad de la Plastinación y un Museo del Hombre donde exponer de forma permanente su muestra, tiene un coste estimado de 60 millones. Y para mejorar en lo posible el estado de sus cuentas el doctor ha puesto en pie un discreto holding financiero en Gibraltar y una sociedad anónima en Basilea (Suiza).

El profesor Rafael Latorre, especialista en plastinación en la Universidad de Murcia, está en contacto de forma indirecta, con el imperio de Von Hagens. El laboratorio de plastinación que dirige en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, pionera en España en el uso de esta técnica, compra a la empresa Biodur, también del profesor alemán, los productos necesarios para llevarla a cabo. Latorre está preocupado por las repercusiones que el escándalo pudiera tener sobre la buena fama de una técnica cuyas virtudes científicas y pedagógicas son, en sus palabras, «muchas e innegables». Tantas como para que, el pasado verano, el Museo de la Ciencia de Valladolid tratara que el Doctor Muerte y sus cuerpos despellejados desembarcaran en España. No hubo acuerdo.

Con estos antecedentes se entiende la preocupación de Latorre.Sobre sus hombros está recayendo la responsabilidad de organizar el Congreso Mundial de Plastinación, que se celebrará en Murcia el próximo julio. Unos congresos a los que hace ya tiempo que no asiste el profesor alemán, muy ocupado en hacer dinero.


ESPOSA ACTIVA


Von Hagens lleva las riendas de su empresa junto a su segunda esposa, Andrea Whalley, más conocida como Angelina. Whalley no se queda atrás a la hora de plantear iniciativas para hacer más próspero el negocio. El día del fallecimiento del marido de la condesa Gloria von Thurn y Taxi, le envió una carta ofreciéndole plastinar el cuerpo del difunto. Pero Angelina Whalley no tuvo contestación alguna.

¿Se trata de un médico transmutado en especulador sin escrúpulos? Hagens se declara heredero del espíritu del Renacimiento y mantiene que todo lo que recauda lo utiliza para seguir perfeccionando su técnica y que, por lo demás, «podría vivir de la asistencia social».

Nunca se imaginó Von Hagens hasta qué punto esa afirmación podía llegar un día a ser cierta. En efecto, este imperio de muertos amenaza con derrumbarse si finalmente se lleva a cabo la investigación que la Fiscalía de Heidelberg ha anunciado iniciar en los próximos días, así como una posible detención del propio médico. La dudosa procedencia de los cadáveres de la exposición que estos días se celebra en Francfort ha provocado la intervención de la Justicia.La existencia de dos cuerpos con signos de haber sido ejecutados (tenían una bala en la nuca) ha sido el desencadenante final de la inminente persecución de Von Hagens. Según Der Spiegel, los cuerpos procederían de un hombre y una mujer fusilados en China el 29 de diciembre de 2001.

El propio anatomista celebró un show-rueda de prensa el pasado jueves en Francfort ante el revuelo organizado. En ella quiso eximirse de toda culpa, pero a su vez tuvo que reconocer que no podía «poner la mano en el fuego» y asegurar que nunca se les hubiera proporcionado alguna víctima de una ejecución. De ahí que anunciara que siete cuerpos chinos que se encuentran en su poder, y que tienen heridas en la cabeza, serán enterrados y no conservados. En la factoría de Dalián se han encontrado también cuerpos con las barrigas cortadas en cruz, esto es, a los que se les había ejecutado y usurpado los órganos.

Pero aun si el doctor no se hubiera beneficiado sistemáticamente de la aplicación de la pena de muerte, no parece que quepan dudas ante el hecho de que está incentivando la creación de un auténtico mercado de despojos humanos. Der Spiegel cita otro correo electrónico en el que el médico autoriza a uno de sus empleados chinos «la compra de entre 50 y 60 cadáveres adultos», a 220 euros la pieza.Muchos son los que apuntan también a Kirguizistán y recuerdan que, el año pasado, Von Hagens tuvo que comparecer ante el Parlamento del país para desmentir que el origen de los cuerpos que se encontraban en su fábrica de Bishkek eran de compras realizadas a médicos forenses corruptos.

Por el momento, poco más se sabe de los horrores de Dalian y Bishkek. Las fotografías publicadas en Der Spiegel del interior de la empresa china, con los trabajadores manipulando tiras de cadáveres colgando, dan que pensar que han sido realizadas por uno de estos empleados, sometidos a las más severas medidas de seguridad y con estrictos mecanismos de control. Por lo que otra información de alto interés concerniente a este Especulador de los muertos puede ser hecha pública en cualquier momento.

¿Podrá conocerse, sin embargo, toda la verdad del imperio Von Hagens? Él ya tiene en mente sus próximos proyectos: una pareja de patinadores sobre hielo, algunos grandes mamíferos como un elefante o una jirafa... La muestra del anatomista sigue, en todo caso, su curso, y los visitantes de la moderna y avanzada Francfort se agolpan a diario a las puertas de la galería Naxos para ver al gorila del zoo de Hannover, una Venus embarazada con un feto de ocho meses, o a un hombre y su caballo despellejados.




 
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