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| FAMOSOS / ASI SE FABRICA UNA INFAMIA |
| El bulo de cada día |
| AHORA ha sido el romance de Aznar con la actriz Cayetana Guillén, propagado gracias a Internet. Pero rumores inicuos siempre los hubo: el sida mortal de actores, políticos gays... |
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Mª EUGENIA YAGÜE
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José María Aznar y la actriz Cayetana Guillén en un encuentro, en 1997, con gente del cine en La Moncloa. / FERNANDO QUINTELA
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Los fabricantes de bulos e infamias están de enhorabuena. La tecnología se ha convertido en su mejor aliada para distribuir basura y destrozar reputaciones.
Años después de que suicidaran a Miguel Boyer, entonces ministro socialista, Internet esparce desde hace meses el rumor de que José María Aznar y Cayetana Guillén Cuervo mantienen una relación sentimental. Al principio, se le daba el mismo crédito que a cualquiera de las muchas barbaridades que circulan a diario por la Red, hasta que en las últimas semanas tomó proporciones de difusión nacional.
Cayetana, presentadora de la ceremonia de los Goya, reaccionaba irónicamente desde el escenario de los premios: para qué iba a buscar novio si ya se lo adjudicaban por ahí. Cinco días después, su paciencia llegó al límite y le pidió a su abogada, Cristina Almeida, que emitiera un comunicado para desmentir la infamia.En el escrito se recuerda que Cayetana Guillén apenas conoce al presidente, al que ha visto sólo dos veces en actos públicos junto a otros actores. La calumnia hizo mella en su ánimo -«estaba hecha polvo», según Almudena, su representante- a pesar del apoyo incondicional de su novio Omar, un chico encantador y discreto del que está muy enamorada.
Para cualquiera que conozca al presidente y a la actriz, sobraban las aclaraciones. Algunos dicen incluso que Aznar les caería más simpático si se permitiera alguna veleidad sentimental, aunque, para la mayoría, eso no entra en su carácter. Además, en su relación con Ana Botella no hay fisuras. Familia y amigos confirman que ese matrimonio tiene una gran solidez basada en el cariño, la complicidad y los intereses comunes.
«Internet ha sido determinante para la difusión de los rumores-basura.Es muy fácil llevar noticias como ésta a millones de correos, con total impunidad. Por 10 dólares compras millones de direcciones», asegura Miguel Pérez, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI).
La primera parte de la estrategia para difundir bulos consiste en mandarlos a mucha gente a la vez, así se comenta de forma masiva, dando una sensación de importancia que en realidad es ficticia. La otra vía es hacer llegar el rumor a los e-mail de los medios de comunicación, con remitente falso. Siempre habrá quien lo publique.
Alfonso Nasarre, el asesor de Aznar en cuestiones de comunicación, aseguraba que Moncloa jamás entrará al trapo de rumores. «Se dicen nombres y apellidos en televisión y no pasa nada, al contrario, todos encantados, hay dos puntos más de audiencia... Llevamos una deriva preocupante».
No es la primera vez que un político es víctima de una campaña de falsedades sobre su vida privada. El desaparecido columnista Pedro Rodríguez insinuó en los años 80, en la revista Tiempo, que Felipe González había intentado suicidarse, víctima de una depresión. También fue disparatada la supuesta aventura amorosa de González y la nieta de Franco, Merry Martínez Bordiú, con la que no se había cruzado en su vida. Para rematar, un día aparecieron muchos taxis de Madrid decorados con una foto del presidente socialista, ataviado con uniforme de la OJE, las juventudes falangistas.Se trataba en realidad de un señor de Cáceres que, de joven, guardaba un gran parecido con el político andaluz.
Miguel Bosé pasó uno de los peores momentos cuando empezó a correr como la pólvora que se moría de sida. Incluso cuando el cantante comentaba indignado toda la historia en una entrevista con Mercedes Milá, los recalcitrantes seguían insistiendo en su agonía.
La misma que le atribuyeron en la portada del diario Ya a la actriz Amparo Muñoz, que «agonizaba de sida» en el Hospital Clínico de Madrid. Al torero Ortega Cano le emparejaron con el ministro Josep Borrell, quien llegó a hacer chistes del romance en los consejos de ministros. Y a Solchaga le atribuían un romance con Charo López, que ni siquiera le conocía en persona.
El rumor de que Alejandro Sanz había sido operado de urgencia tras una noche de pasión con un amigo, acabó con una querella ganada por el cantante.
Aunque la falsa historia más asombrosa ha sido la que circuló sobre Ricky Martín y el programa Sorpresa, sorpresa, presentado por Concha Velasco en Antena 3. Según el bulo, a una niña fan de Ricky iban a sorprenderla haciendo salir al cantante del armario de su cuarto, por donde correteaba un perro que se llamaba Ricky...Y ahí se mezclaban zoofilia, mermelada y otra mucha basura. Más de uno juraba haber visto la escena. Pero ni Ricky Martín había oído hablar del tema, ni la propia Velasco conocía de lo que estaban hablando.
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