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 DIRECTORIO   Domingo 9 de mayo de 2004, número 447
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EXCLUSIVA / ENTREVISTA A IMELDA MARCOS
«Santa Imelda» de Filipinas
DAVID JIMÉNEZ. Manila (Filipinas)
   

Los guardias de la vivienda de «Madame Marcos» saben que la señora está llegando cuando su comitiva se acerca por la avenida Ayala de Manila y el chófer toca las notas del lema Marcos Pa Rin (Marcos para siempre) con el claxon. Las puertas se abren y, para la eterna primera dama de Filipinas, empieza su recorrido diario por la melancolía. Su marido, Ferdinand Marcos (1917-1989), sigue presente en el salón de la casa en forma de busto de mármol, con las medallas de guerra colgadas al cuello y la vista al frente.Los recuerdos adornan las paredes entre cuadros de Picasso y Michelangelo, sus retratos de juventud están donde nadie podría ignorarlos y decenas de fotografías llenan cada rincón de la casa con los buenos tiempos que ya no volverán. Ahí está Fidel Castro paseando a Imelda por las calles de La Habana en un descapotable, Imelda bailando con Ronald Reagan, Imelda siendo recibida por Mao Zedong, Imelda coqueteando con Gaddafi, Imelda junto a los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía...


La mariposa de acero, considerada durante décadas el verdadero poder en la sombra en Filipinas, ha citado a CRONICA a las nueve de la mañana. Aparece caminando por el pasillo a la hora convenida y rompe así con el primer mito que asegura que jamás ha llegado puntual a un encuentro en su vida. «Buenos días», dice en el español que todavía le gusta utilizar a la elite de Manila. Y antes de terminar con las presentaciones, mira a través del ventanal del piso 34 de su apartamento de lujo, en el centro de la capital filipina, y en un suspiro dice: «Todo lo que se ve en el horizonte, este país, fue levantado por los Marcos».

Imelda Romuández Marcos (Manila, 1929) se ha acostumbrado a que en su primer encuentro la gente la mire, en primer lugar, a los pies. Hoy lleva zapatos de tacón alto, de color amarillo, a juego con su camisa y los candelabros de oro de la mesa principal.En 1986, mientras ella y su marido volaban hacia el exilio en medio de una revuelta popular que puso fin a su dictadura matrimonial, los filipinos que asaltaron el palacio de Malacañang encontraron en su armario 1.220 pares de zapatos de la talla ocho y medio.El hallazgo persigue todavía a la señora Marcos y ha pasado a la historia como símbolo de la corrupción de Estado en los países pobres. «En cierto modo aquello me salvó», recuerda ella sin ninguna intención de disculparse. «Abrieron el armario buscando esqueletos y sólo encontraron zapatos y muy bellos, por cierto».

Para estar siempre mirando al pasado -su misión declarada es vindicar el trabajo de su marido-, Madame Imelda tiene una gran capacidad para permanecer de actualidad. En breve publicará su esperada autobiografía, ha tomado partido por la oposición en las elecciones presidenciales que se celebran mañana en Filipinas y, 18 años después de su exilio a Hawai, la justicia filipina vuelve a cercarla.

El Tribunal Supremo confirmó el pasado mes de enero la decisión que había tomado el año pasado: los casi 700 millones de dólares localizados en cuentas suizas a nombre de los Marcos deben ser devueltos al Estado. El Gobierno decidió hace días, además, subastar la colección de joyas que Imelda adquirió durante sus años en el poder y sigue buscando bienes debajo de la alfombra de quien, en 1991, fue declarada la tercera mujer más rica del mundo por la revista Harpers & Queen. ¿Cuánto vale hoy Imelda? «Si sabes cuanto dinero tienes es que no tienes mucho», responde a los curiosos.

La Comisión Gubernamental que lleva casi dos décadas buscando las posesiones ilegalmente adquiridas por los Marcos durante su régimen cree que la pareja robó de las arcas públicas un mínimo de 5.000 millones de dólares. Y todo, en un país donde sólo cuatro de cada 100 personas tiene línea de teléfono y la renta per cápita no llega a 1.000 dólares al año por habitante (15 veces menos que en España).


RICOS... EN FUNDACIONES


-PREGUNTA: ¿Qué fue de esa supuesta fortuna acumulada durante sus años en el poder?

-RESPUESTA: Pueden engañar a alguna gente algunas veces, pero no pueden engañar a todo el mundo por siempre. La verdad acabará prevaleciendo. Llevan 18 años persiguiéndome, tratando de destruirme y todo por haber sentado las bases de la democracia en Filipinas.Nosotros dimos tierra y justicia a los pobres. Las cuentas de Suiza son parte de los fondos de unas fundaciones creadas por Marcos y que, con los años, fueron dando intereses. Marcos llegó al poder siendo un hombre con fortuna. (Según la declaración del propio dictador, su patrimonio sólo ascendía a 60.000 dólares cuando ganó las elecciones en 1965).

-P: ¿Echa de menos el poder?

-R: Se echa de menos poder llevar a cabo proyectos que ayuden a la gente. Nosotros hicimos mucho por este país.

-P: El 70% de la población sigue viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Muchos creen que las dos décadas de dictadura de los Marcos (1965-1986) tienen gran parte de la culpa.

-R: La pobreza en Filipinas parte del sistema feudal impuesto por las potencias colonizadoras (España y EEUU). Cuando nosotros llegamos al poder, Manila era propiedad de 10 familias y el 65% del territorio nacional estaba en poder de 400 familias. Nosotros tratamos de rectificarlo.

-P: Las desigualdades no mejoraron.

-R: Cuando me convertí en primera dama, la gente lloraba en Tondo, el barrio más pobre de Manila, y allí estaba yo, la mujer del hombre más poderoso del país, sin nada que darle a esa gente tan pobre. Lo que hicimos fue ganar tierra al mar y dar un pedazo de tierra y casa a 35.000 familias. No podía hacer más, todo estaba en manos de unas pocas familias. Esa es la realidad que teníamos que afrontar.

Ferdinand Marcos conoció a la que habría de ser la mujer de su vida en una visita a su instituto, siendo un prometedor oficial del Ejército filipino. Quedó prendado de la belleza de la mujer que se convertiría en Miss Filipinas en un concurso que fue denunciado por estar amañado. En 1954 se casaron y en 1965, el general fue elegido presidente en un Gobierno que poco a poco fue haciéndose más dictatorial hasta declarar la Ley Marcial en 1972. Imelda nunca fue una primera dama florero. Su marido la nombró jefa del Departamento de Asentamientos Humanos, gobernadora de Manila Metropolitana y miembro del Comité Ejecutivo de la Nación, órgano encargado de asumir el poder en caso de muerte del presidente.

Madame Imelda dice recordar bien su primer día en el Palacio Presidencial y cómo se acercó a su marido para preguntarle cuál iba a ser su papel como primera dama. «Yo levantaré una casa fuerte para Filipinas. Tú conviértela en un hogar», respondió el general.

Durante los años de la Guerra Fría Imelda Marcos amplió sus funciones como embajadora de Filipinas, viajó por el mundo, encandilando a los líderes de ambos bandos y amenizando las cenas oficiales con su simpatía, sus bailes de salón y sus canciones improvisadas.Su marido siempre le daba tres consejos antes de viajar: «Ponte guapa, viste bien y enseña nuestra cultura». Castro, que la paseó por La Habana, solía decir que en su vida sólo había conducido para dos mujeres: su madre y la señora Marcos. «Que hombre tan encantador», dice.


SU PODER, EN VIDEO


Muchas tardes, sentada en el sofá de su casa, Imelda vuelve a recordar aquellos tiempos poniendo a sus invitados los vídeos de aquellos viajes en la pantalla gigante del salón. Tan sólo media hora después de haber iniciado la entrevista, ya ha llamado a uno de sus mayordomos para pedirle que inicie la sesión. Emocionada como una niña, empieza a describir las imágenes: «Mira, ahí estoy con los líderes del Partido Comunista, en la Unión Soviética.Y mira como me aclaman en Beijing, fue la mayor bienvenida en la historia de China. Ahí salgo cantando delante del primer ministro.Gaddafi, qué hombre, un caballero (Imelda firmó para Filipinas el mejor contrato de compra de petróleo del momento con el líder libio) ».

Fuera del glamour, la dictadura del matrimonio Marcos fue como tantas otras, un cúmulo de abusos, corrupción y represión. Más de 10.000 filipinos pasaron por las cárceles del régimen y, mientras Imelda gastaba el dinero público en las mejores tiendas de París, Nueva York o Londres, millones de personas vivían en la más absoluta miseria. Madame Imelda vive con la ilusión de cambiar esa interpretación generalizada de sus años en Malacañang y entre sus próximos objetivos está publicar las memorias que «rectificarán a quienes han tratado de ponerme en ridículo».

-P: ¿Qué se puede añadir que no se haya escrito ya sobre su vida?

-R: Es cierto que se ha escrito mucho de mí, pero casi todo se ha escrito basándose en percepciones y no en la realidad. Para poner las cosas en la perspectiva correcta, he pensado que ha llegado el momento de contar la historia de los Marcos.

-P: ¿Cambiará el libro la opinión que se tiene de los Marcos?

-R: No sé sicambiará la opinión, pero al fin se conocerá la verdad.

-P: ¿Cuál fue su mayor logro?

-R: En mitad de la Guerra Fría, con el mundo dividido en izquierda y derecha, nuestra situación geográfica nos permitió convertirnos en el punto de equilibrio entre los dos mundos. Trazamos relaciones con todos los países, nos abrimos a China y la Unión Soviética.Mientras trabajábamos por la paz en el mundo, desarrollamos la idea de libertad, justicia y democracia. Era nuestra responsabilidad unir el mundo.

Lo que los Marcos bautizaron como la Nueva Sociedad, una dictadura paternalista al estilo asiático, fue tumbada con El Poder del Pueblo, una revolución que se convertiría en el origen del movimiento democrático de la región en los años 80 y 90. Para Imelda, sin embargo, el día que su odiada Cory Aquino tomó el poder en 1986 y obligó a su familia a exiliarse en Hawai fue el segundo más triste de su vida. ¿El Primero? «Cuando regresé a Filipinas sin Ferdinand».

El dictador había muerto durante su retiro de oro en 1989 y, dos años después, Imelda pondría a prueba la capacidad de olvido del pueblo filipino, que resultó ser mayor incluso de lo que ella había esperado. Para sorpresa de no tantos, la viuda de Marcos fue aclamada a su regreso, volvió a la política, ganó un puesto como congresista y, aunque fracasó en sus varios intentos de lograr la presidencia, se convirtió en una influencia entre la elite del país. Nada más llegar a Manila muchos de los filipinos que habían asaltado el palacio presidencial empezaron a llamar a su puerta para devolver las propiedades que se habían llevado, incluidos algunos cuadros de valor incalculable.

Hoy, la imagen de Imelda Marcos se divide entre quienes ven en ella una Sara Montiel de la sociedad filipina, una caricatura de sí misma aferrada a las historias del pasado, y quienes creen que es una mezcla de Evita y Jackie Kennedy, el símbolo de una de las grandes etapas de esplendor de Filipinas. Su lucidez permanece intacta y, a los 74 años, cuando los filipinos acudan mañana a las urnas para elegir a su nuevo presidente, la tendrán detrás del escenario. Su última decisión ha sido poner al clan de los Marcos al servicio de la candidatura de la oposición, liderada por el popular actor Fernando Poe. «En tiempos de oscuridad necesitamos más que nunca una estrella», asegura una de las pocas mujeres que puede alardear de haber cenado con cinco presidentes americanos (Johnson, Carter, Ford, Nixon y Reagan).


EL TUNEL DE SUS SUEÑOS


Madame Imelda vive hoy a caballo entre sus tres propiedades reconocidas.En Manila mantiene, aparte del piso del distrito financiero de Makati, la vivienda que compartió con Ferdinand Marcos antes de que la pareja llegara al poder.

-P: ¿En qué ocupa sus días?

-R: No dejo de pensar en proyectos para Filipinas.

-P: ¿Por ejemplo?

-R: Mi sueño, desde mis tiempos de primera dama, ha sido unir Oriente y Occidente a través de un túnel (empieza a sacar planos y maquetas). Se trata de que se pueda ir del Pacífico (desde la costa este en la isla provincia de Quezon) al Mar de la China (hasta Manila) por carretera. Espero verlo concluido antes de dejar este mundo. Podemos cambiar la religión, pero no podemos cambiar la geografía.

-P: Y para el mundo, últimamente envuelto en guerras y conflictos, ¿tiene alguna solución?

-R: No puedo generalizar, pero hemos cometido injusticias con los musulmanes durante siglos. Si están tan enfadados es que hemos hecho algo mal. En el momento en que a la gente le privas de todo, incluida la dignidad, no tienen ningún motivo para seguir viviendo.

La saga de los Marcos parece garantizada. Su hija mayor, Imee, es miembro del parlamento y otro hijo de sus hijos, Ferdinand Marcos Jr., es gobernador de la provincia Ilocos Norte. Para Imelda Marcos no hay duda de que su marido se habría sentido orgulloso.

-P: ¿Qué consejo les da a sus hijos en su vida política?

-R: Les admiro porque, a pesar de la persecución que han sufrido en la política, todavía quieren servir a la gente. Estoy feliz de que sepan por qué lucharon sus padres, les hemos educado en las mejores universidades y colegios del mundo. Eran unos niños cuando estábamos en palacio y vivieron el final de todo. A pesar de ello, siguen queriendo comprometerse.

-P: ¿Veremos de nuevo a un Marcos como presidente?

-R: Eso se lo dejo al destino y, como se dice en su país (en español): El hombre propone, Dios dispone.

La cita con Madame Imelda termina y, tras ausentarse un par de minutos, la mujer que fascinó a los líderes de medio mundo regresa a la sala con una copia firmada de su libro Los Círculos de la vida. En el prólogo se puede leer: «Muchas cosas se han escrito de mí y de mi vida. Desafortunadamente, sólo han rascado la superficie».Después se dirige al busto de Ferdinand Marcos y pide que le hagan una foto junto a él. «Me preguntaba antes que cómo me gustaría ser recordada», espeta mientras mira la imagen del hombre con el que reinó este país de 7.000 islas. «Bien, quiero ser recordada como la madre del mundo».




LOS CAPRICHOS DE LA PRIMERA DAMA

La organización anticorrupción Transparency Internacional sitúa a Ferdinand Marcos como el segundo líder más corrupto de la historia moderna detrás del indonesio Suharto, con un desfalco de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares de las arcas públicas. La Comisión filipina que investiga dónde está ese dinero ha recuperado una mínima parte y sigue investigando a su viuda. He aquí algunas de los caprichos todavía en poder de Madame Imelda:

Zapatos.Tenía en su armario 1.220 pares de zapatos, dice haber ampliado su colección con varios cientos de ejemplares que le han enviado admiradores de todo el mundo.

Efectivo. El Tribunal Supremo de Filipinas ha ordenado la devolución al Estado de más de 700 millones de dólares encontrados en cuentas suizas. El Gobierno cree que hay mucho más.

Arte. En los apartamentos de Imelda en Manila hay cuadros de Picasso, Paul Gauguin, Camilla Pissarro, entre otros.

Joyas. La última vez que se tasaron las joyas recuperadas por el Gobierno, en 1994, su valor superaba los 11 millones de dólares.La colección se pondrá a subasta en breve y podría alcanzar el doble de ese precio.

Propiedades. Oficialmente, Imelda Marcos sólo tiene dos viviendas en Manila y otra casa familiar fuera de la capital. Los investigadores creen que tiene propiedades en todo el mundo, incluidas manzanas enteras de inmuebles en Shanghai.




 
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