|
|
|
 |
| ARISTOCRACIA / 50 AÑOS DE DUQUESA |
| Cayetana de Alba |
| MAS MILLONES QUE TITULOS NOBILIARIOS |
|
GREGORIO FERNANDEZ
Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera ultiman la tan esperada reconciliación matrimonial en un marco incomparable: el Cortijo La Pizana en el término sevillano de La Gerena y propiedad de la Duquesa de Alba. Un buen momento, teniendo en cuenta que la referencia más importante de la nobleza española acaba de cumplir medio siglo al frente de su título nobiliario.
Sin duda el entorno sevillano es el ideal para recomponer viejas heridas familiares: son 375 hectáreas de terreno más un caserío que ocupa una extensión de 24.201 metros cuadrados. Allí hay, según se describe en la inscripción registral, «huertos, corral y tinalón para los bueyes, casa del boyero, la gañanía, cuadras y cuartos para los trabajadores del cultivo de los olivares y pajar, tornero y zahurdas; y en el interior, un patio con noria en el centro y alrededor espaciosas habitaciones altas y bajas, graneros, molinero aceitero con una prensa de husillo y almacenes para la aceituna y el aceite, capilla u oratorio. Todo ello de fábrica de mampostería».
SEVILLA
El de La Pizana es uno de los siete Cortijos que Cayetana Stuart Fitz James posee en la provincia de Sevilla, centro neurálgico de las propiedades que se reparten por toda la geografía nacional, además del Palacio de las Dueñas situado en el centro de la capital hispalense. Completado en el siglo XVI, es fruto de influencias góticas, mudéjares y renacentistas. La relación de todas las propiedades no tiene desperdicio. Entre olivares, construcciones y terrenos las cifras abruman: en total, 2.823 hectáreas, 28.230.000 metros cuadrados y un valor de tasación, con fecha de 1981, de 960 millones de pesetas. Y es que en ese año fue cuando la Duquesa de Alba constituía una de sus dos sociedades dedicadas a la explotación agraria: Eurotécnica Agraría S.A.
Todas las propiedades mencionadas se incorporaron como parte del capital social, cifrado en nueve millones de euros. Y como accionistas figuraban los miembros de la familia Alba: la Duquesa, el ya fallecido Jesús Aguirre, y los hijos Carlos, Alfonso, Fernando, Jacobo y Cayetano. La única ausente era una todavía muy joven Eugenia Martínez de Irujo.
En 1978, Jesús Aguirre se instalaba en el Palacio de Liria (Madrid) como flamante esposo de la Duquesa de Alba -fallecía 23 años después tras una penosa enfermedad- y como alguien dijo «demostrando que se podía ser Duque sin haber nacido». De hecho, junto con el hijo mayor de la Duquesa, Carlos Fitz James Stuart, se convirtió en el verdadero valedor y gestor de los bienes y propiedades de la familia. Fue, hasta su muerte, presidente de las tres sociedades de la familia Alba: la mencionada Eurotécnica Agraria, Euroexplotaciones Agrarias e Inversiones Princesa.
Y es que el Palacio de Liria, sito en la madrileña calle de Princesa nº 20, además de ser el domicilio familiar de Cayetana Fitz James, Jesús Aguirre y sus hijos, se ha convertido, desde 1981, en el edificio bandera, no ya sólo de las propiedades de la Duquesa, sino en el domicilio social de sus empresas. Así figura en el registro de la sociedad Euroexplotaciones Agrarias, entidad mercantil dedicada, como la anterior, «a la explotación de fincas rústicas, comercialización y distribución de productos agrícolas y la realización de trabajos de investigación agrícola o ganadera».
CORDOBA
Los Alba incluyen como capital social de la empresa gran parte de las fincas y terrenos que poseen en la provincia de Córdoba. En total 3.201 hectáreas (32.010.000 metros cuadrados) y con un valor de tasación de 13,7 millones de euros. Al acto de la constitución de la sociedad, enero de 1989, ya concurre como accionista Eugenia Martínez de Irujo, junto al resto de sus hermanos. Curiosamente, y al margen de pequeñas aportaciones de dinero en efectivo, los hijos de la Duquesa de Alba suscriben las acciones de la sociedad con propiedades sitas en la provincia de Córdoba y que les fueron donadas en vida por su madre para que pudieran hacer frente a esos pagos.
Curiosamente, y según consta en las inscripciones registrales, todos los hijos casados de la Duquesa de Alba comparecían al acto de constitución de la sociedad en régimen de separación de bienes. Cayetana, muy previsora dicen los que la conocen, no quería disgustos en el futuro con posibles separaciones. Como así sucedió años después con Carlos. Matilde Solís de Beaumont y Martínez Campos, hija de los marqueses de la Motilla, se separó del duque de Huéscar en el año 2001 tras 15 años de matrimonio y dos hijos.
EL RESTO
Pero no son estas las únicas propiedades de la Casa de Alba. Entre las más destacadas se encuentran, por ejemplo, la Finca Las Cañas, sita en Marbella. Allí se refugió, totalmente desolada, Cayetana Stuart Fitz James tras la muerte de su marido, Jesús Aguirre y Ortíz de Zarate, abandonando el que había sido su nido de amor, el Palacio de Liria en Madrid. En Salamanca, la Casa de Alba figura como titular del Palacio de Monterrey (un edificio cuadrado con torres en los ángulos y un gran patio central), así como de varias Fincas en los términos municipales de Calzada de Don Diego, Carbajosa de la Sagrada y Las Torres.
Otra vivienda estrella de la familia es la casa que los Alba poseen en Cala Salada (Ibiza). Allí, y con más frecuencia en los últimos años, se ha podido ver a la Duquesa disfrutando con sus nietos en las tranquilas playas ibicencas. En ocasiones con los hijos de su hijo Cayetano Martínez de Irujo y, en otros momentos, con Eugenia, Fran Rivera y su hija cuando estos se desplazaban a la isla en busca de un refugio tranquilo para encontrar la reconciliación. Además, la Duquesa es la propietaria del Palacio de Coria (Soria) y de una extensión de terreno junto al Parque de Arbaizenea (San Sebastián).
Pero no todo iba a ser de color de rosas. En septiembre de 1991 la Junta de Extremadura de Juan Carlos Rodríguez Ibarra levantó el acta definitiva de ocupación de las fincas «Cabra Alta» y «Cabra Baja» en Zahínos (Badajoz), por lo que se procedía a su expropiación «por interés social». La ocupación se realizó por parte de los comuneros tras sendos autos del Tribunal Supremo, en los que se daba la razón a la Junta de Extremadura. La Duquesa percibió una indemnización cercana a los 400 millones de pesetas.Menos es nada.
La cesión en vida de parte de sus propiedades a favor de sus hijos no ha sido lo único que les ha entregado la Duquesa. Cayetana Stuart Fitz James no sólo es rica en bienes inmuebles. Está en posesión de 46 títulos nobiliarios a los que hay que añadir los entregados a sus seis hijos: el ducado de Huesca, para su primogénito Carlos; el de Aliaba, para Alfonso; el Condado de Ciruela para Jacobo; el de Salvatierra para Cayetano; el marquesado de San Vicente del Barco para Fernando y el ducado de Montoro, para Eugenia. Además, la Duquesa es miembro de mérito de la Real Academia Hispanoamericana de Artes, Ciencias, y Letras de Cádiz; miembro de la Hispanic Society of America, de Nueva York; Presidenta de Honor de la Opera Filarmónica; Alcaldesa Honoraria de Liria (Madrid) e Hija Adoptiva de Sevilla.
Un dato llamativo son las subvenciones que recibe la Duquesa.Entre 2001 y 2002 las explotaciones agrarias de la Duquesa de Alba recibieron subvenciones por un importe total de 3,8 millones de euros. Según consta en las cuentas de resultados, Eurotécnica Agraria y Euroexplotaciones Agrarias generaron un beneficio en el ejercicio económico de 2002 de 1,2 millones de euros.
|
|
|
