IBARRETXE ANTE EL PARLAMENTO VASCO(27/9/02)
Primera Parte
Nuestro Compromiso con la Paz y la solidaridad
Apartado 1º
Una alternativa de futuro para la sociedad vasca
1. Violencia, autoritarismo, exclusión
“Los túneles hacia el pasado”
Los últimos acontecimientos están poniendo de manifiesto
la grave situación de crispación social y de enfrentamiento
a la que se está empujando a la sociedad vasca.
La sociedad vasca refrendó mayoritariamente en las elecciones
del 13 de mayo, en las que participaron 8 de cada 10 ciudadanos
y ciudadanas vascas, un camino para la esperanza, una alternativa
de futuro.
En contra de esta voluntad mayoritaria se están posicionando
fuerzas que se empeñan en bloquear el camino. Que no plantean
soluciones. Que no presentan alternativas de futuro.
El presente curso político se inicia marcado por el recrudecimiento
de la violencia, el autoritarismo y la ilegalización de Batasuna.
Tres túneles que se empeñan en devolvernos al pasado
y en introducirnos en una espiral de división y confrontación.
a) El túnel de la violencia
ETA se empeña en arrastrar al Pueblo Vasco al túnel
de la violencia y el sufrimiento. La sociedad vasca le ha dicho
y exigido claramente que deje de matar. Nuestro Pueblo quiere
ser dueño de su propio destino sin violencia, sin imposiciones
y sin chantajes. Esta es la palabra y la voz del Pueblo Vasco. Por
eso, ETA tiene una enfermedad terminal, porque el Pueblo Vasco,
incluyendo la gran mayoría de Batasuna, no acepta la violencia.
No podemos olvidar que 9 de cada 10 vascos defienden
que no es necesario recurrir a la violencia para resolver problemas
políticos. Este es el principal indicador de la debilidad
de la violencia, pero también es un termómetro que
sube a medida que se incrementa la confianza en las medidas políticas
para resolver los problemas. Esta es, por tanto, nuestra responsabilidad
como representantes políticos, proponer soluciones políticas
a la sociedad
b) El túnel del autoritarismo
Cada vez con mayor intensidad se está haciendo palpable
en el Estado español un proceso que pretende arrastrarnos
hacia el túnel del autoritarismo y la imposición.
Bajo la disculpa de la seguridad, estamos asistiendo a un recorte
de las libertades y de los derechos individuales, tanto civiles
como políticos.
La separación e independencia de los tres poderes: el ejecutivo,
el legislativo y el judicial, clave para la fortaleza de la democracia
es cada vez menos nítida. Incluso, cualquier observador
podría concluir, a la vista de las últimas decisiones
adoptadas, que existe una clara dependencia del poder legislativo
y judicial de las decisiones del Gobierno español.
Resulta igualmente grave que, salvo honrosas excepciones,
el denominado cuarto poder, es decir, los medios de comunicación,
después de seguir un preocupante proceso de concentración,
se han alineado en relación con el problema vasco y con la
concepción unilateral de España, tras el pensamiento
único oficial.
En todo caso, es evidente que se está produciendo un proceso
de involución democrática y de regresión autonómica.
En términos de calidad democrática se está
retrocediendo gran parte del camino recorrido desde el fin de la
dictadura franquista. Con la excusa de alcanzar objetivos nobles,
como la seguridad y la lucha contra el terrorismo, la generación
nacida en democracia está observando atónita la limitación
de libertades constitucionales. La libertad de expresión,
la presunción de inocencia, la libertad ideológica,
la libertad de asociación y manifestación, son derechos
cada vez más sometidos a inseguridad jurídica.
De forma complementaria, y unida a esta involución democrática,
se está propiciando la regresión autonómica.
Del estado plurinacional, que consagra la Constitución, se
está retrocediendo hacia una concepción uniformizadora
y negadora de la personalidad de los pueblos y naciones existentes
en su seno. De nuevo, se está recorriendo el túnel
hacia lo que en el franquismo se conocía como el Estado nacional
español. Esto es, una nación y una cultura dominante
y “dueña” del Estado, frente a otras naciones,
culturas y pueblos considerados inferiores. No hay que confundir
pequeño con inferior ni grande con superior. No es un problema
de tamaño, sino de respeto y de dignidad.
c) El túnel de la exclusión
En mi condición de Lehendakari, quiero trasladar mi profunda
discrepancia ante una iniciativa que, en mi opinión, es jurídicamente
inconstitucional y que política y socialmente genera división
y confrontación. Me refiero a la reciente Ley de Partidos
y su correspondiente derivada, el proceso de ilegalización
de Batasuna, defendida por sus promotores como la solución
de todos nuestros problemas.
La sociedad vasca sabe que la exclusión
no es la solución. Así lo ha puesto de manifiesto
en todas y cada una de las consultas que se le han realizado y en
numerosas manifestaciones sociales. El propio Pleno del Parlamento
Vasco, el pasado 17 de mayo, rechazó este camino porque entendió
que era contrario a la Paz y a la normalización política.
Ha sido, por tanto, una decisión en contra de
la sociedad vasca, impulsada por el Presidente del Gobierno
español para tapar el fracaso de una estrategia equivocada.
Una estrategia que nos prometió acabar con ETA en cinco años
y que ahora, transcurrido ese tiempo, nos augura más sacrificios
y más sufrimiento.
El Gobierno español, en definitiva, está recorriendo
el camino inverso que recorrió el Gobierno británico
para solucionar el problema de la violencia en Irlanda del Norte.
¿Alguien piensa de verdad en este Parlamento que arrojando
a la clandestinidad a 200.000 personas se va a eliminar la violencia
de ETA? ¿se va a aumentar la seguridad ciudadana? ¿se
va a reducir la crispación y la división social? ¿nos
vamos a acercar a la Paz?
Yo no creo en un túnel que alimenta la espiral
de la exclusión y el enfrentamiento y que, por lo tanto,
contribuye a reforzar la estrategia de la violencia. Son los ciudadanos
y ciudadanas vascas los que a través de elecciones democráticas
deben poner a cada uno en su sitio.
Sinceramente, no es la exclusión, sino el respeto a la pluralidad,
el camino correcto.
2. Paz, convivencia, solidaridad, “La
alternativa de futuro”
Frente a la espiral de la violencia y el terrorismo, y frente a
la espiral del autoritarismo y la exclusión, la sociedad
vasca ha apostado por una alternativa de futuro construida sobre
tres ejes:
- La construcción social de Euskadi
- El respeto a la vida y a los derechos humanos
- El respeto a la voluntad del Pueblo Vasco.
Tres ejes sustentados en tres compromisos
- Un compromiso social, clave del bienestar
- Un compromiso ético, clave de la paz
- Un compromiso democrático, clave de la convivencia
Estos son los ejes y los compromisos que sustentan
el programa de Gobierno apoyado por tres partidos que representan
el cauce central de la sociedad vasca.
En mi responsabilidad como Lehendakari, mi intención en este
Debate de Política General es plantear nuevas iniciativas
políticas para seguir recorriendo el camino iniciado en el
Kursaal.
Apartado 2º
Un compromiso social con la solidaridad y el desarrollo sostenible,
clave del bienestar
1.- La construcción de un modelo propio
de desarrollo sostenible y solidario
Frente a la estrategia del neoliberalismo económico basada
en un modelo competitivo individual, nuestro autogobierno nos ha
permitido desarrollar en Euskadi un modelo propio de construcción
social edificado sobre el desarrollo sostenible y la solidaridad.
Crecimiento, sostenibilidad y solidaridad, son las claves de nuestro
compromiso para aumentar el bienestar de todas y cada una de las
personas que componen nuestra sociedad.
A lo largo del pasado ejercicio, el Gobierno ha desarrollado
las bases, iniciativas y programas precisos para seguir edificando
un modelo propio de construcción social.
Para ello, hemos procedido a despejar las incógnitas que
se cernían sobre nuestro modelo de relación financiera,
tanto externa como interna. A estos efectos, y tras un largo y complicado
proceso de negociación, al que no me voy a referir y que
todos ustedes conocen , el pasado 20 de febrero se ha conseguido
ratificar y consolidar nuestro Concierto Económico con el
Estado. A su vez, y desde la vertiente de la distribución
financiera interna, el pasado mes de julio hemos alcanzado un acuerdo
sobre la nueva Ley de Aportaciones entre el Gobierno y las Diputaciones
Forales.
El Gobierno, además, ha diseñado su plan estratégico
de actuación para la presente legislatura. Un plan estratégico
que se sustenta en el calendario de planes y programas, aprobado
el pasado 16 de abril, y en el programa legislativo, aprobado el
5 de marzo. Ambos instrumentos se han plasmado en un documento o
contrato-programa en el que se fijan 200 objetivos y compromisos
del Gobierno con la sociedad vasca, y que van a ser nuestro referente
de actuación para toda la legislatura.
No voy a realizar una descripción pormenorizada de todas
y cada una de las iniciativas y programas que los diversos departamentos
han puesto en marcha a lo largo de estos meses para avanzar en la
construcción social de Euskadi. Esta información,
como en ocasiones anteriores, se encuentra a disposición
de este Parlamento en un anexo elaborado al efecto. Pero sí
me van a permitir que mencione, siquiera de forma enunciativa, aquellas
actuaciones más destacadas, tanto en el ámbito de
la solidaridad y la integración social, como en el impulso
del desarrollo sostenible.
a) La solidaridad y la integración social.
En este ámbito voy a citar aquellas iniciativas puestas en
marcha desde el ejecutivo para hacer frente a los principales desajustes
y desequilibrios que se plantean en la sociedad vasca. Problemas
tales como, la conciliación de la vida laboral y familiar,
la marginación social, la precariedad laboral, especialmente
entre la juventud , la discriminación y la violencia contra
las mujeres, el acceso a una vivienda digna, la integración
y atención a los emigrantes, la mejora de la sanidad y el
aumento de la calidad en la enseñanza, por citar algunos
de los más significativos, son los que han guiado nuestra
actuación en este primer año y van a seguir constituyendo
nuestro objetivo para toda la legislatura.
Algunas de las iniciativas desarrolladas han sido, entre otras,
las siguientes:
Hemos procedido a la aprobación del Plan Interinstitucional
de apoyo a las familias, que recoge un amplio conjunto de medidas
económicas y de servicios sociales, con el objetivo de conciliar
la vida laboral y familiar. Entre otras medidas, se contemplan ayudas
económicas directas a familias numerosas por el tercer hijo
y sucesivos nacidos a partir de 1998, y los partos múltiples
registrados desde 1993. Este año la inversión será
de 100 millones de Euros y las familias beneficiadas serán
cerca de 15.000.
El proyecto de Ordenación del tramo educativo-asistencial
de 0 a 3 años, de inminente aprobación, y su generalización
progresiva a lo largo de los próximos años en los
que se van a crear 3.500 nuevas plazas en guarderías, va
a constituir, también, un poderoso instrumento para conciliar
la vida laboral y familiar.
Asimismo, los planes de Acción Positiva desarrollados
por Emakunde para favorecer la igualdad de género y luchar
contra la violencia doméstica, constituyen un elemento fundamental
en contra de la discriminación de la mujer y, en definitiva,
a favor de la familia. A este respecto, vamos a potenciar las medidas
contempladas en el Acuerdo Interinstitucional que, de forma pionera,
hemos puesto en marcha para perseguir y eliminar la lacra de las
agresiones sexuales y de la violencia en el hogar.
Además, estamos elaborando una Ley para la igualdad que contemplará
un apartado específico en materia de maltrato y violencia
doméstica contra las mujeres. La sociedad entera debe tomar
conciencia de que nos encontramos ante una de las mayores vergüenzas
del siglo XXI. Siempre he creído que no merece la pena vivir
en un mundo injusto si no es para cambiarlo.
La juventud es, quizá, uno de los segmentos de población
que más sufre las dificultades de adaptación a la
nueva realidad social. Con la aprobación del II Plan de Acción
Joven, presentado en esta Cámara el pasado mes de abril,
se continúa y profundiza en la experiencia positiva del primer
Plan, potenciándose una política de acción
positiva en las áreas de trabajo e inserción laboral,
educación y formación, vivienda, salud y ocio.
La precariedad laboral representa uno de los principales problemas
que afectan especialmente a la juventud e influyen más negativamente
en el estado del bienestar. Las tasas de temporalidad juvenil se
sitúan entre el 55% y el 85%, en función del segmento
de edad, en el Estado español. En Euskadi no somos ajenos
a este grave problema y, por ello, reducir esta temporalidad que
nos parece injusta y denigrante, es uno de los objetivos prioritarios
de nuestra acción de Gobierno.
Pero a nadie se le oculta que su solución
exige una modificación de la regulación estatal que
trasciende nuestra capacidad de intervención. En este sentido,
vemos con decepción que las, autodenominadas, medidas de
modernización del mercado de trabajo desarrolladas por el
Gobierno del Estado, no tienen en cuenta esta realidad.
Por este motivo, además de las políticas
propias desarrolladas a través de las áreas de industria,
empleo y juventud, vamos a instar para que se impulse una iniciativa
legislativa a nivel de Estado que desincentive la temporalidad y
la precariedad laboral y prime el empleo estable.
En relación con la vivienda, el Gobierno viene
desarrollando en el marco del 2º Plan Etxebide una ambiciosa
política de intervención pública. El balance
de 2001 se ha cerrado con una oferta de 4.284 nuevas viviendas de
promoción pública frente a un objetivo de 3.500, y
en este año 2002, el número de viviendas de promoción
pública ascenderá a más de 4.500. Para que
se hagan una idea comparativa, en el año 2001, la cuota de
mercado de vivienda protegida en Euskadi fue de un 28%, frente al
9% en España. Hemos de reconocer, no obstante, que la situación
del mercado inmobiliario sigue excluyendo a una parte muy importante
de la población con bajos ingresos. Por ello, el Gobierno
ha aumentado considerablemente las dotaciones presupuestarias para
reforzar el actual Plan de oferta de viviendas protegidas. A estos
efectos, se va a impulsar una oferta específica de vivienda
en alquiler para las rentas más bajas –inferiores a
los 200 euros mensuales , que sea accesible a los jóvenes
y a los colectivos de menores ingresos.
De forma complementaria a las acciones en vivienda, se van a continuar
potenciando las medidas específicas contra la exclusión
social. A este respecto, se han incrementando notablemente las ayudas
de emergencia social, se han reforzado los servicios sociales de
base y se han financiado, a través del programa Auzolan,
experiencias de integración laboral a más de mil personas,
dando respuesta al tercer nivel de la lucha contra la exclusión
social.
Asimismo, hemos continuado con el calendario de adecuación
de la renta básica, que se encuentra en el 80% del salario
mínimo, habiéndose incrementado un 52% desde 1998.
A estas iniciativas habría que añadir el aumento de
un 40% de los fondos destinados a los colectivos que trabajan con
sectores sociales marginados y la puesta en marcha de un Plan de
Atención a la Emigración, pionero en el Estado. Asímismo,
el Gobierno constituirá en este mismo año, el Foro
Vasco de Emigración, como un espacio de reflexión,
de propuestas y de coordinación institucional para facilitar
la integración social y laboral de las personas inmigrantes.
Por otro lado, y para finalizar este apartado, se
ha aprobado, el pasado mes de julio, el tercer Plan de Salud 2002-2010,
que marca la política a seguir para mejorar la salud de la
ciudadanía vasca. Este tercer plan fija entre sus objetivos,
el aumento de la esperanza de vida del conjunto de la población
en 1,4 años y la reducción en un 25% de las desigualdades
sociales en la salud, propiciadas por las peores condiciones de
vida de las clases menos favorecidas.
b) El desarrollo sostenible.
Además de una política de redistribución y
de solidaridad social con las personas y sectores menos favorecidos,
el incremento del bienestar exige que el tejido productivo sea lo
suficientemente sano y competitivo para generar un desarrollo sostenible.
Para lograrlo, las administraciones vascas, a diferencia del Gobierno
español, que siempre ha defendido que la mejor política
industrial es la que no existe, hemos desarrollado una amplia red
de políticas públicas para incentivar el crecimiento.
No me voy a extender en el análisis detallado de las iniciativas
y políticas públicas desarrolladas en materia energética,
apoyo a la inversión, desarrollo del comercio, dinamización
del sector agroalimentario, programas tecnológicos, formación
para el empleo, etcétera, porque sería muy prolijo
el detalle. Centraré mi atención expresamente en tres
aspectos que, por su repercusión, considero de especial interés.
Estos tres aspectos son, el desarrollo de la sociedad de la información,
la puesta en marcha de un nuevo programa de infraestructuras en
colaboración con las Diputaciones Forales, y la ejecución
de una estrategia medioambiental de desarrollo sostenible.
El desarrollo de la sociedad de la información.
A lo largo de la pasada legislatura, el Gobierno se planteó
el desarrollo de la sociedad de la información en Euskadi
como objetivo estratégico de futuro.
A raíz de la iniciativa Euskadi 2003, se impulsaron diferentes
actuaciones departamentales que se han agrupado y potenciado en
un Plan integral denominado “Euskadi en la Sociedad de la
Información”, aprobado el pasado mes de febrero, y
que contempla inversiones de 433 millones de euros para el impulso
de la sociedad de la información en los próximos cuatro
años.
En desarrollo del mismo se están ejecutando
diversos programas, algunos dirigidos al gran público, como
el Programa Konekta Zaitez o el KZ Gunea, y otros de carácter
más interno para mejorar la eficacia de la educación,
la sanidad y la administración pública.
El éxito de estas iniciativas ha sido evidente. Por dar quizá
el dato más visible del iceberg les diré que en Euskadi,
gracias a las políticas desarrolladas, hemos pasado de ser
la 8ª Comunidad en usuarios de Internet hace escasamente dos
años, a situarnos a la cabeza del Estado en la actualidad.
El impulso de las infraestructuras
El pasado mes de mayo presentamos el balance de ejecución
del Plan de Infraestructuras Euskadi 2003. Este Plan recoge la experiencia
positiva del Plan Europa’93 y del Plan Euskadi XXI, y ha permitido
la realización, en sus dos primeros años de ejecución,
de inversiones por importe de 486,8 millones de euros (81.000 millones
de Pts.), en la mejora de las infraestructuras y en la revitalización
de áreas deprimidas.
El Plan Euskadi 2003, que tendrá su continuidad
en este ejercicio próximo, se verá completado por
un nuevo programa específico de infraestructuras articulado
en coordinación con las Diputaciones Forales de conformidad
con el Acuerdo sobre la Ley de Aportaciones.
Este Plan, que será aprobado próximamente por el Consejo
de Gobierno y remitido a esta Cámara para su conocimiento,
tendrá una dotación de 600 millones de Euros para
el período 2003-2007 y financiará inversiones específicas
preferentemente en Infraestructuras Viarias, Obras Hidráulicas
y Regadíos.
Una estrategia medioambiental de desarrollo sostenible
A pesar de los claroscuros del informe final aprobado en la Cumbre
de la Tierra, recientemente celebrada en Johanesburgo, en la misma
se ha vuelto a poner de manifiesto la urgencia de ejecutar una estrategia
medioambiental de desarrollo sostenible a nivel mundial, si no queremos
correr el riesgo de situar al planeta ante una situación
irreversible.
En Euskadi somos plenamente conscientes de este peligro y hemos
acudido a esta cumbre con los deberes hechos. El pasado mes de junio
aprobamos un programa marco de desarrollo sostenible en el horizonte
del 2020 que contempla 200 compromisos y objetivos concretos en
cinco grandes ámbitos: a) aire, agua y suelo, b) recursos
y residuos; c) defensa de la naturaleza d) movilidad, infraestructuras
y transporte e) cambio climático y reducción de emisiones.
Somos un Gobierno pionero en el Estado español
y en Europa, en haber aprobado una estrategia medioambiental definida.
En la reciente cumbre de Johanesburgo hemos tenido ocasión
de presentar nuestra estrategia a todos los participantes internacionales
y hemos liderado, junto con otras naciones y regiones de los cinco
continentes, un “Foro de Desarrollo Sostenible” a nivel
mundial, desde el que queremos reclamar el protagonismo de las entidades
subestatales para contribuir, en el ejercicio de nuestras competencias,
al desarrollo sostenible del planeta. A este respecto, les anuncio
que la primera reunión constitutiva de esta Cumbre Mundial
tendrá lugar en Donostia en la próxima primavera.
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