Resulta curioso que a aquel jovencísimo vicepresidente de Irak al que el gobierno de Franco le concedió la medalla de Isabel la Católica -nada más ni nada menos- ahora lo andemos persiguiendo como si fuese un viejo lobo acorralado para acabar con él y con toda su camada. ¡Lo que cambian los tiempos!.

Volviendo a nuestros días la estrategia de la administración "Busch" es muy clara: por un lado acabar con la unidad de Europa que aparece como un peligro en el horizonte y por otro apropiarse de todo el petróleo de Irak al tiempo que, como en las guerras coloniales del diecinueve, los imperios imponen su poder allí donde les interese. E Israel de palanganero.

El problema de este señor "Busch" que ganó de modo extraño sus elecciones es que él y los suyos no contaban con el INTERNET y con la globalización de la información para poner el mundo en marcha.

Curiosamente ha sido "la vieja Europa" la que ha dado un ejemplo. Posiblemente porque esta vieja tierra tiene una conciencia clara de lo que es intentar llegar al poder a través de la guerra. Las cruces de los cementerios cubren muchos campos santos de estos países y por eso, quizás, los europeos hemos salido a la calle demostrando que frente al intento de romper la UE - con el apoyo de nuestro Presidente y de Blair ¿entienden? - ésta está cada vez mas metida en la conciencia de los ciudadanos. Las manifestaciones de Roma, Berlín, Londres, Barcelona y Madrid así lo demuestran.

Puede Aznar hacer retórica sobre lo que desee, como desee y para quien lo desee. Creo que esta vez ha perdido los papeles. El y su Ministra de AAEE han quedado en el último rincón de la humanidad y del humanitarismo. Dramático que solo ese camino sea el que quiere nuestro Presidente llevar. Vamos a pararlo, los estamos parando, y como decía algún eslogan de los viejos tiempos. !Venceremos!. Y la lucha será derrotando a Sadam y su dictadura de modo pacifico, sin que mueran las gentes de la calle, los anónimos obreros del salario misérrimo.

Gandhi derrotó a un gran Imperio. Nosotros pararemos a ese señor que siguiendo la consigna de su apellido ya en Francia le llaman carnicero porque Buscherie es eso, ni mas ni menos. Y parece que ese oficio es el que le gusta ya que desde niño debió de ver las imágenes congeladas de papá y al modo de Ismael Serrano debería estar todo el día diciendo: "Papá, cuéntame cómo pasó". Y todos en el Despacho Oval llorando por el millón y medio de irakies muertos y el petróleo en manos de ese !cabrón! de moro.

Y así de triste y desgraciada es esta historia que ésta vez esperemos acabe bonita.