REPÚBLICA
DEMOCRÁTICA DEL CONGO La guerra del coltán Por SONIA APARICIO
FICHA
Nombre oficial: Rep.
Democrática del Congo (antigua República del Zaire) Capital:
Kinshasa Sistema de gobierno: República
presidencialista Jefe del Estado: Joseph
Kabila (presidente de la República desde el 26.01.2001, tras el asesinato
de su padre, Laurent Desire Kabila) Jefe del Gobierno: Joseph Kabila Partidos de la Oposición: Partido Cristiano Social Democrático(PDSC); Fuerzas para la
Renovación por la Unión y Solidaridad (FONUS); Mov. Lumumbista Nacional
Congolés (MNC); Mov. Popular para la Revolución (MPR); Partido Lumumbista
Unificado (PALU); Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS);
Unión de Federalistas y Republicanos Independientes (UFERI) Población:
60.085.804 (Julio, 2005) Superficie:
2.345.490 km² Idioma: francés
(oficial), lingala, swahili, tshiluba, kikongo. Religión: católicos (49,6%), protestantes (29,4%), cristinaos autóctonos
(17,9%) y musulmanes (1,4%)
CONFLICTO
A pesar de la paz firmada con Uganda y Ruanda en 2002, y de la formación
de un Gobierno de unidad nacional en julio de 2003, los grupos interesados en
controlar las ricas zonas del nordeste del país manipulan y avivan los
enfrentamientos y matanzas entre tribus rivales. Las elecciones del 30 de julio
de 2006 pueden significar un avance hacia la estabilidad y la paz.
Odios étnicos
históricos e importantes intereses económicos han convertido
la zona de los Grandes Lagos en un campo de batalla sin tregua, incluso
después de los acuerdos de paz que en 2002 pusieron fin a cuatro años
de sangrienta guerra civil. Los principales focos de violencia se localizan en
las regiones de Ituri y Kivu, escenario de brutales enfrentamientos
y matanzas tribales en la RDC conviven unas 200 etnias diferentes,
unas veces perpetradas y otras fomentadas por los distintos grupos que se disputan
el control de esta zona de abundante riqueza mineral. A los ya codiciados
yacimientos de diamantes, oro, petróleo y uranio se ha sumado en los últimos
años la 'fiebre' del coltán (abreviatura de columbita y tantalita),
un metal utilizado en el sector de las nuevas tecnologías y especialmente
necesario para la fabricación de teléfonos móviles. Para
desgracia de sus habitantes, la madre naturaleza quiso ubicar en este rincón
del planeta el 80% de las reservas mundiales de tan cotizado mineral.
Aunque las rivalidades étnicas en la antigua República del Zaire
se remontan a tiempos ancestrales, las tensiones aumentaron a partir de 1994,
tras la llegada de más de un millón y medio de refugiados
hutus que escapaban de la guerra civil y el genocidio en Ruanda. Hoy son muchos
los grupos enfrentados en la zona: los grupos rebeldes Agrupación Congoleña
por la Democracia (ACD) y Movimiento de Liberación del Congo (MLC), apoyados
por Ruanda y Uganda; guerrilleros hutus rivales de Ruanda y Burundi, rebeldes
ugandeses, milicanos congoleños leales a Kinshasa...
Y mientras
la RDC figura entre las naciones más pobres del mundo ocupa el puesto
155 en un ránking de 173 países realizado por la ONU, en torno
a los yacimientos existe un complejo entramado empresarial convenientemente diseñado
para el reparto del botín. Las organizaciones de derechos humanos insisten
en que EEUU, Alemania, Bélgica y Kazajstán principales
destinatarios, pero no los únicos, del coltán y las multinacionales
que comercian con éste, están, en definitiva, financiando el
conflicto, sustentado igualmente por el comercio ilegal de diamantes en
las zonas del país controladas por el Gobierno. Desde 1999, el conflicto
en la región de Ituri ha provocado al menos 50.000 muertos y más
de medio millón de refugiados, según datos de Amnistía
Internacional.
La paz, ¿una quimera?
El
alto el fuego firmado en el verano de 2002 con Uganda y Ruanda y el pacto interno
del 17 de diciembre para la creación de un Gobierno de transición
cerraron la ya conocida como «primera guerra mundial de África»,
que se cobró cerca de tres millones de víctimas, la mayoría,
civiles, e implicó a otros seis países vecinos: Angola, Zimbabwe
y Namibia, que apoyaron al entonces presidente Laurent Desire Kabila; y
Uganda y Ruanda, valedores de los rebeldes.
En abril de 2003, las facciones
enfrentadas acordaron la formación de un Gobierno de unidad nacional,
que quedó legalmente establecido el 30 de junio, con el objetivo de estabilizar
el país de cara a la celebración de elecciones
—inicialmente previstas para junio de 2005 y que finalmente se celebraron
el 30
de julio de 2006—. Desde entonces, las organizaciones internacionales
que trabajan sobre el terreno vienen alertando de los continuos enfrentamientos
y violaciones de los derechos humanos que siguen produciéndose en todo
el país, incluso después del despliegue, en noviembre de 2003, de
4.500 militares de la MONUC (misión de mantenimiento de la paz) para asegurar
la protección de la población civil en la zona de Bunia y alrededores.
Tras la matanza en junio de 2004, de un centenar de civiles en el noreste de Ituri,
la inestabilidad se hizo patente de nuevo en el mes de junio, con la toma de la
ciudad de Bukavu por parte de un grupo de soldados insubordinados del Ejército,
presuntamente apoyados por Ruanda la ciudad fue recuperada en una semana,
pero dejó miles de desplazados y dos soldados de la MONUC muertos
y un intento frustrado de golpe de Estado encabezado por el general Lengue.
El drama de los refugiados y desplazados, la presencia de grupos
armados, la explotación de los recursos militares y el tráfico
de armas en el este del país a pesar del embargo establecido
por la ONU a través de las resoluciones 1493
(julio 2003) y 1533
(marzo 2004) y el reclutamiento de niños soldado ponen en
entredicho la viabilidad de una paz cercana.
En marzo de 2005, la Escuela
de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona denunciaba la
muerte de casi 1.000 congoleños al día, y ocho meses después,
un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmaba que el Congo sufría
la mayor crisis humanitaria del momento. Tras las elecciones de octubre de 2006, y con un respaldo del 58,05%, Joseph Kabila se mantiene en el poder, esta vez con la legitimidad de las urnas. El ejército privado de su rival, el rico empresario Jean-Pierre Bemba —buscado por «alta traición»—, se enfrenta con las fuerzas gubernamentales en la capital, lo que ha obligado a la ONU a evacuar a cientos de personas de Kinshasa.