Los "coqueteos" entre la banca y Telefónica

El ir y venir de la banca ha sido una constante en Telefónica, antes y después de la formación, en abril de 1995, del núcleo estable de la compañía. Por entonces, BBV y Argentaria eran los máximos accionistas, con el control del 7,5% del capital de la compañía.

Y Caja Madrid, presente desde siempre en la empresa, iniciaba su retirada con la venta del 1%, dadas las frías relaciones entre Cándido Velázquez y Jaime Terceiro, presidentes de la entidad y de Telefónica, respectivamente.

El Santander, accionista histórico hasta 1993 -su alianza con BT lo llevó a salir de la empresa y del consejo- adquiría y vendía con sigilo paquetes importantes de telefónicas. Algo que siguió haciendo tras el cambio de Gobierno -reconoció tener hasta el 2%- y una vez que Villalonga heredara de la anterior gestión el núcleo que el 23 de noviembre se rompió.

Aquel día, uno antes de un consejo de administración de Telefónica que iba a celebrarse en medio de la polémica de las stock options, la Caixa comunicó la denuncia del convenio de sindicación de acciones a fin de que a su vencimiento el 25 de mayo del año 2000 no se prorrogase de forma automática.

El motivo de la ruptura fue que la Caixa, el socio institucional más antiguo de Telefónica, entendía que la fusión entre el BBV y Argentaria distorsionaba el significado de las mayorías establecidas para la adopción de acuerdos al aglutinar en uno dos esos paquetes.

Caja Madrid quizá sea quien hoy más sienta la venta que hizo del 3% de la operadora el 12 de abril de 1999. Su "lote", adquirido en junio dos años antes, le dio unas plusvalías de 100.000 millones, pero le supuso un cambio de estrategia. Y es que siempre anheló un puesto en el consejo que constantemente se le negó.

ARGENTARIA, EN EL NUCLEO DURO.- Mientras eso ocurría, Argentaria elevaba su participación al 5,2% en Telefónica en enero de 1997, tras comprar un paquete del 2,12%. Con ese movimiento, se colocó en una posición equivalente a la de los otros dos componentes del núcleo duro.

El BBV, que rota sus participaciones industriales para sanear sus compras en Latinoamérica, también ha variado su participación en la empresa.

El año pasado incluso vendió el 0,7% de Telefónica por un total de 52.399 millones de pesetas, con lo que pasó a controlar, al cierre del primer trimestre, el 3,22%. Pero a principios de año, esa participación era del 5,29%.

En 1998, además, la entidad ganó 70.800 millones con la venta del 1,8% de Telefónica, lo que le reportó unas plusvalías de 122.028 millones. Y según consta en la memoria de 1998, considera como inversión permanente un 3,83%.

El Banco Santander ejecutó en junio de 1997 la venta del 1% que tenía en la operadora, pese a que ese porcentaje nunca constituyó una amenaza para el núcleo duro.


Más información: La Caixa rompe el «núcleo duro» para tener manos libres en Telefónica (24 de noviembre de 1999)
 
 
Un especial de EL MUNDO