El mismo portavoz ha señalado que el entierro del artista tendrá lugar el próximo martes.

Eugenio grabó hace dos años un disco titulado 'Erase otra vez...' que incluía 54 nuevos chistes, cinco años después de estar apartado del mundo del espectáculo, «por voluntad propia», según comentó el humorista durante la presentación del compacto.

En febrero de 2000, presentó su nuevo material cómico en un espectáculo titulado 'Erase otra vez... Eugenio', que presentó en el IV Festival de Teatro de Humor de Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

En el escenario del prestigioso festival barcelonés, el humorista llegó a contar un centenar de chistes, entre ellos muchos de su repertorio de toda la vida.

El humorista llevaba cerca de 30 años de profesión y actuaba siempre vestido de negro, impasible, sin apenas gesticular, sentado en un taburete y con un vaso de whisky y un cigarrillo en la mano.

«¿Saben aquel que...?»

Su gran estatura y sus gafas ahumadas llenaban los escenarios en los que actuaba en solitario con un «saben aquel que...?» que rompía el hielo y desvelaba inmediatamente su origen y acento catalán.

El humorista había comentado que no le gustaba la palabra «chiste» para su trabajo «porque lo que hago ante el público es narrar historias o cuentos».

Eugenio solía decir también cuando se le preguntaba cómo podía permanecer impasible contando chistes, que sólo se reía «cuando cobraba después de una actuación».

El humorista estaba complacido por la buena acogida que le había dispensado de nuevo el público.

Eugenio inició sus pasos artísticos a principios de 1970 formando dúo con Conchita Alcaide, su primera esposa, fallecida diez años después y con quien tuvo dos hijos, Gerard, que era su representante artístico actual, e Ivens.

Años después de enviudar Eugenio tuvo otro hijo, que se llama también Eugenio, fruto de otra relación y, actualmente, se había casado de nuevo y hacía pocos días que era abuelo por primera vez.

Joyero de día, humorista de noche

El humorista catalán empezó a trabajar a los 17 años como joyero, profesión que dejó en 1978 cuando no pudo compaginar su trabajo de joyero de día y humorista de noche.

Tras varias incursiones en televisión, en 1993 presentó en Tele 5 'La chistera', primer espacio propio que hacía para la pequeña pantalla, cuya originalidad consistía en que se daban cita en él dos 'Eugenios' opuestos, el verdadero y el humorista vestido de negro.

Eugenio ha desaparecido justo en el momento en el que la vida artística y familiar le sonreía de nuevo, con su vuelta al mundo del teatro, un nuevo matrimonio y estrenada su reciente condición de abuelo.

Hace también un año, poco antes de su vuelta a los grandes escenarios en el teatro Joventud de Hospitalet de Llobregat (Barcelona) Eugenio asistió al funeral de Joan Caparrós, más conocido como Joan Capri, cuya muerte dejo huérfano de simbología a toda una generación de humoristas catalanes, a la que el mismo pertenecía.