La comparecencia de Peralta irá seguida de la del director de Supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Antonio Botella, que se pospuso el miércoles.
El Arzobispado de Valladolid invirtió en Gescartera alrededor de 1.100 millones de pesetas y los retiró en marzo de 1999, después de que la CNMV investigara las diferencias contables existentes entre los saldos que aportaba la sociedad gestora y los que emitía el banco donde se encontraba depositado el dinero de la institución eclesiástica.
Un informe entregado en abril de 1999 al consejo de la CNMV por la dirección de Supervisión de este organismo detalla la investigación efectuada por los técnicos de este departamento sobre los saldos que mantenía el Arzobispado de Valladolid en Gescartera.
Saldos dispares
Este documento señala que "dado que en el cliente Arzobispado de Valladolid se concentra una diferencia de efectivo muy elevada, se decide concentrar inicialmente las investigaciones en este cliente".
Además, precisa el informe, que, pese a varias reuniones y comunicaciones entre el 26 y 29 de marzo de 1999, el ecónomo del arzobispado, Enrique Peralta, "no despeja las serias dudas existentes sobre su saldo efectivo".
Los saldos presentados inicialmente por Gescartera fijaban un patrimonio del arzobispado en liquidez de unos 1.100 millones de pesetas, mientras que en la cuenta conjunta de clientes sólo aparecían a su nombre unos 30 millones.
Peralta recibió el 30 de noviembre de 1999, antes de una reunión que mantuvo en la CNMV con responsables del organismo supervisor y de Gescartera, un cheque nominativo de Bankinter por importe de 1.104,9 millones de pesetas como 'cancelación el saldo de gestión' con Gescartera, que se pagó a cargo de la cuenta global de clientes de esta sociedad.