El galardón fue creado en 1952 por el editor sevillano José Manuel Lara Hernández, con una dotación de 40.000 pesetas, estimulado por el éxito alcanzado por el Premio Nadal, el decano de los premios literarios españoles.
Como el propio viejo Lara ha recordado en más de una ocasión, en aquellos años de los postguerra la cultura, y también los libros, se vendían más si se trataba de autores anglosajones (Somerset Maugham, Vicky Baum, Pearl S. Buck), pero el editor, que residía en Barcelona desde 1939, con una gran intuición comercial, creó un premio literario para divulgar a los autores españoles y al mismo tiempo prolongar la vida comercial de los libros.
Y el tiempo no le ha quitado la razón, pues en estos cincuenta años se han superado los 30 millones de ejemplares vendidos de los Premios Planeta, una media de dos libros y medio por los 14 millones de hogares españoles, la mitad de las ventas en librerías; y son ya varios los Planetas que han superado el millón de libros vendidos, entre ellos Vallejo-Nágera y Terenci Moix.
Primera edición
En su primera edición, el premio se falló en el restaurante Lhardy de Madrid y el ganador fue Juan José Mira con 'En la noche no hay caminos'.
Al año siguiente, el éxito del estreno llevó al editor a ofrecer un premio de 100.000 pesetas y la velada literaria tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Con el éxito, el premio fue creciendo en popularidad hasta que en 1955 se tuvo que conceder en el Hotel Palace de Madrid y desde entonces se falló el 15 de octubre, festividad de Santa Teresa, en homenaje a la mujer del editor, María Teresa Bosch.
En 1959, el premio se trasladó definitivamente a Barcelona, sede de la Editorial Planeta, primero en el Hotel Ritz y desde 1975 en el Hotel Princesa Sofía, el único con un salón para dar cabida a los numerosos invitados que han dado su toque de "glamour" a esta velada del otoño literario.
25 aniversario
Al igual que este año, el Palacio Nacional de Montjuic acogió de manera excepcional en 1976 el fallo del premio para conmemorar su 25 aniversario, año en el que el Planeta ya tenía una dotación de cuatro millones de pesetas.
En la década de los años ochenta, la dotación se fue incrementando hasta llegar a los 20 millones de pesetas en 1988 y cuatro años más tarde hasta los 50 millones, que lo convirtió en el premio económicamente más importante del mundo, a excepción del Nobel.
A la eterna polémica sobre si los últimos premios Planeta eran más fruto de un encargo previo que del azar del concurso, al que se presentan ya cerca de 500 originales de todo el mundo, se han sumado en la última década las críticas por la escasa presencia de escritoras premiadas -sólo nueve en toda su historia- o por la tendencia a distinguir a autores televisivos con gran proyección mediática, lo que normalmente se traduce también en mayores ventas.