El representante de las Naciones Unidas en Afganistán, Lajdar
Brahimi, "está muy preocupado por las informaciones de que un gran
número de civiles ha muerto en circunstancias no aclaradas", dijo en
una rueda de prensa Stephanie Bunker.
Según una "fuente fidedigna" que se negó a identificar
"para que no tenga que correr un peligro aún mayor",
Bunker afirmó que en la aldea de Niasi Kala, en la provincia de Paktia y a unos
80 kilómetros al sur de Kabul, y en sus proximidades se recuperaron los
cadáveres completos o, al menos, restos de 52 personas.
La portavoz de la ONU no explicó qué "peligro" supondría para la
fuente ser identificada, pero insistió en que se trata de alguien
"fiable, porque si no, no difundiríamos la información".
"La ONU ha señalado reiteradamente a las fuerzas de la coalición [antiterrorista, dirigida por Estados Unidos] la necesidad
de hacer todo lo posible para evitar la muerte de civiles en el transcurso
de sus operaciones militares", agregó. Las fuerzas estadounidenses continúan la búsqueda de los
militantes talibanes y de la red terrorista Al Qaeda, liderada por Osama Bin Laden, que permanezcan aún en Afganistán
y Washington reconoce haber dirigido bombardeos contra lugares donde afirma
haber detectado "blancos".
Añadió que la ONU no dispone de "ningún indicio" de
que militantes talibanes o de Al Qaeda se encontrasen en Niasi Kala.
La aldea, poblada por unos 250 personas, fue bombardeada varias
veces en la madrugada del pasado 29 de diciembre y quedó
completamente "arrasada", según la versión recogida por la ONU.
Tras el primer ataque, hacia
las 03.00 hora local, "un grupo de
entre 10 y 20 personas, sobre todo mujeres
y niños, huyó hasta un
lugar cercano, donde había acceso a agua, pero allí
el grupo fue
bombardeado de nuevo y murieron todos", relató Bunker.
Según la versión de la ONU, seis habitantes de otra aldea
cercana, que
llegaron a Niasi Kala tras el primer ataque para ayudar
a los heridos y
buscar a posibles supervivientes entre los
escombros, murieron en un nuevo
bombardeo.
Más refugiados
Bunker también señaló que mientras muchos refugiados afganos
han
regresado a sus hogares desde Irán y Pakistán, cada vez son más
numerosos
los afganos que intentan huir a este último país debido a
los bombardeos
de Estados Unidos.
Unos 3.000 afganos entraron ayer en Pakistán
por el puesto
fronterizo paquistaní de Chamán, entre la ciudad afgana de
Kandahar
y la paquistaní de Quetta, y los que fueron entrevistados por la
ONU
adujeron el peligro que suponían los bombardeos como causa de su
huida,
dijo Bunker.