Tal como en ocasiones anteriores, el objeto de los "afectos" del felino ha sido un órix recién nacido, al que protege de cualquier amenaza, señalaron las fuentes.
La leona, que ha sido bautizada por el personal de la reserva como "Kamuniak" -la bendita en idioma samburu- ha llegado a perseguir incluso a la propia madre del antílope, que se mantiene en las cercanías de su cría y ha intentado amamantarla en varias oportunidades.
Los guardabosques señalan que el único momento en que la leona abandona al órix es cuando tiene que salir a cazar para alimentarse.
La madre adoptiva, como ocurrió en ocasiones anteriores, pasea por todos los lados con su protegido, al que da cobijo entre sus poderosas patas y acaricia y limpia con su lengua, como si se tratara de su propia cría.
Defensa ante otros animales
La administración de la reserva Samburu, situada a 300 kilómetros al nordeste de Nairobi, informó que su personal está observando la situación las 24 horas del día y no intervendrá por el momento excepto para impedir que otros leones ataquen al pequeño órix.
En enero pasado, "Kamuniak" adoptó a su primer antílope, que fue devorado por otro león cuando aquella se alejó en busca de agua. La leona trató de defender al animalito, al que había amparado durante dos semanas, pero tuvo que retirarse ante el poderío del macho que lo atacó.
En febrero, el felino adoptó a un nuevo antílope bebé, pero las autoridades de conservación de la fauna salvaje se lo retiraron y lo entregaron al Parque Nacional de Nairobi para evitar que pereciera como el primero.
Aunque en Africa no son muy comunes las adopciones entre especies tan diferentes como los leones y los antílopes, se han constatado casos como el de la hembra de un elefante que se creía un búfalo y durante meses cuidó con gran éxito de una manada entera de estos bóvidos.