El tiroteo en un instituto de educación secundaria de la localidad alemana de Erfurt se convirtió en una auténtica masacre. Un ex alumno de 19 años mató a tiros a 17 personas, de las cuales 13 eran profesores, dos alumnas una secretaria y una policía. También hay seis heridos, cuatro de ellos de bala. El asaltante se suicidó después. En un principio, se pensó que se trataba de dos asaltantes, pero los agentes especiales que han peinado el instituto no
han hallado rastros de más agresores.
El autor de los disparos era un alumno del instituto Johan Gutenberg que fue expulsado el pasado mes de diciembre, pero que en el momento del tiroteo se encontraba en el aula donde se realizaba el 'Abitur', el examen de acceso a la universidad.
Entre las víctimas mortales hay 11 hombres y siete mujeres, dos de ellas menores de edad.
Fuerzas especiales de la policía se desplazaron al colegio para intentar controlar la situación y posteriormente asaltaron el centro. Los agentes se han encontrado todos los cadáveres, según ha informado el jefe de la policía de Erfurt, Manfred Grube.
"No voy a hacer este examen"
Uno de los testigos ha relatado que "antes de comenzar el examen de matemáticas abrió su portafolios y dijo: 'No voy a hacer este examen', cogió la pistola y comenzó a disparar".
La policía ha informado de que los cuerpos de las víctimas del tiroteo se han hallado repartidas por todo el edificio, tanto en los pasillos como en los servicios, y se habla de "imágenes dantescas" en el interior del edificio.
Los alumnos retenidos habían colgado en una ventana una pancarta, en la que se leía la palabra "Hilfe" -"Socorro"-, ayuda que los niños
habían pedido también por sus teléfonos móviles.
"Sangre por todas partes"
Un policía ha comentado que habló con un alumno de 10 años que ha relatado: "El asesino estaba disparando salvajemente a nuestro alrededor y había sangre por todas partes".
Más de 180 alumnos han tenido que ser atendidos por crisis nerviosas.
La policía de Erfurt ha explicado que a las 11.05 horas recibió un aviso del portero del instituto en el que alertaba de disparos en el centro educativo. Una pareja de agentes se personó allí, momento en el que fue asesinada una policía.
Los cuerpos especiales no se decidieron a entrar en el instituto, en el que había al menos 28 rehenes, hasta cuatro horas después del asalto.
Entre 700 y 800 alumnos, con edades comprendidas entre los 10 y los 19 años, asisten a clase en el instituto Johann Gutenberg de esta ciudad de la antigua Alemania Democrática.