El payaso y mago colombiano "Chispiruleto" fue asesinado por un espectador al que no le gustó una función durante unas fiestas populares en Sampués, en el departamento caribeño de Sucre, en el noroeste del país.
El artista, de 29 años, cuyo nombre de pila era José David Hernández, fue atacado a tiros y murió en el acto mientras presentaba su espectáculo en la zona rural de Sampués, cerca de Sincelejo, a unos 800 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Sus restos fueron inhumados el miércoles, en un cementerio de Sincelejo, capital de Sucre.
"Gasparín", uno de los compañeros de oficio de la víctima, declaró a emisoras de radio de Sincelejo que "Chispiruleto" fue tiroteado el martes pasado por un desconocido al que no había gustado su actuación, mientras efectuaba un número de magia.
El cómico y prestidigitador fue enterrado ante centenares de espectadores, con el mismo vestido que utilizaba en sus presentaciones cómicas, y el ataúd fue cargado por sus amigos payasos.
"Mataron a un payaso pero no la risa que tanto necesita el país. El nos decía que quería que el día que muriera lo vistieran de payaso y que nosotros lo acompañáramos. Fue un acto de intolerancia", expresó "Gasparín".
