Camilo José Cela no sólo es un autor fundamental para las letras españolas, sino que ya pertenece a "esa cofradía de escritores que han hecho contribuciones al mundo de las artes plásticas", dijo el director del Museo Reina Sofía, Juan Manuel Bonet, durante la presentación de "Cuaderno de El Espinar".
Trece aguafuertes con mujeres pintadas en negro y con flores en la cabeza ilustran esta obra póstuma de gran valor bibliófilo, realizada de manera artesanal -como quiso Cela- y de las que sólo se han impreso unos 30 ejemplares, cuyo precio es de 2.850 euros.
"Cuaderno de El Espinar" nació de unos dibujos que "para divertirse" realizó el Premio Nobel español, "muy graciosos y picasianos" a los que después acompañó de cortos textos, señaló el editor Jordi Nubiola en la presentación del libro, a la que acudieron, entre otros, Marina Castaño, viuda del escritor y presidente de la Fundación Cela y los artistas Martín Chirino y Urculo.
Coincidiendo con la presentación, se inauguró en el Museo Reina Sofía una exposición en la que pueden verse los trece aguafuertes que ilustraron el libro y las doce esculturas de bronce patinadas al fuego que retratan el rostro y el cuerpo de mujeres a las que puso nombres como "Trezeabre la Dentona" o "Amapola de jericó".
Con este libro, recordó Bonet, se completa el ciclo de interés que por las artes plásticas siempre mantuvo Cela, quien en 1947 hizo su primera exposición en la galería madrileña Clan; en los cincuenta mostró algunos de sus dibujos realizados a plumilla y en 1967, sus aguafuertes.
Varios reconocidos pintores españoles, como Rafael Zabaleta o Antonio Saura, ilustraron sus obras; pero lo que pocos conocen, señaló Mariña Castaño, es que "Camilo José realizó los dibujos para un libro de poemas de Picasso".
"Me dejan atónito las esculturas de Cela, me ha causado gran expectación su interpretación espacial", dijo el escultor Martín Chirino al valorar las obras de su "amigo", un trabajo "de extrema pulcritud en el que se mantuvo hasta sus últimos días".
Publicado por L'estol de Lletres, esta "obra de arte total" como la definió el pintor Urculo, comienza con un texto corto de Cela donde se lee: "Las mujeres con demasiados ángulos propenden a la avaricia, a la calvicie, a la poesía y al candor lésbico; las mujeres con más de 7 o 9 curvas, por el contrario, tienden al despilfarro silencioso, a las labores domésticas y al magreo pasivo".
Así, con esta ironía mordaz discurren las páginas del volumen, al que Cela vio enmaquetado y para el pudo elegir la piel negra que lo resguarda. "Trabajó en este libro hasta el último momento y yo tengo la gran responsabilidad de evitar que este legado se disperse", señaló su viuda, para quien "Camilo Cela está más vivo que nunca".