Camilo José Cela, hombre de letras integral y renovador de la prosa del siglo XX, murió hace un año, el 17 de enero, un aniversario que ha sido recordado con diversos actos en Iria Flavia, su localidad natal, y un tiempo, el transcurrido desde su fallecimiento, en el que el autor de 'La colmena' ha sido protagonista de libros e incluso de alguna polémica.
Ese 17 de enero se apagó en Madrid la vida de este gran escritor gallego que vivió al servicio de una gran pasión: la escritura, una carrera literaria que le llevó a ser "un malabarista de la palabra", como dijo el día de su muerte Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española.
La Fundación que lleva el nombre del escritor le ha rendido homenaje en Iria Flavia con la proyección de un vídeo sobre la vida y obra de Cela, editado por la UNED, y se mostrarán por primera vez los manuscritos más señeros del autor de 'Madera de Boj', entre otras actividades.
Poseedor del mayor galardón literario al que puede aspirar un escritor, el Nobel, también obtuvo el Premio Nacional de Literatura, el Príncipe de Asturias y el Cervantes, una condecoración, esta última, que le ocasionó algún sinsabor porque tardó más tiempo de la cuenta en llegar, incluso unos años más que el Nobel.
Una polémica tras otra
Polémico en vida por su conocida afición a decir lo que su sentido y su razón le dictasen, los últimos años de su existencia estuvieron especialmente salpicados por diversas polémicas.
Fue prácticamente a partir del momento en que, en 1988, comenzó a vivir con la periodista Marina Castaño, 40 años menor que él y con la que se casó en 1991, cuando se enfrentó a críticas y comentarios. Primero, por las disputas con su hijo, Camilo Cela Conde, luego por sus apariciones en la prensa del corazón, y finalmente por las acusaciones de plagio.
Pero Cela, educado en la férrea disciplina inglesa, de padre gallego y madre de ascendencia inglesa e italiana, y con una seguridad sin fisuras que apuntaló y guió su carrera hasta su muerte, supo encarnar como nadie el lema de su familia, y que reza en el escudo de la Fundación que lleva su nombre: "El que resiste gana".
Una frase que llevó grabada hasta el final y que le ayudó a capear el temporal dejando para amigos y enemigos algunos de los títulos más importantes de la literatura hispana, como 'La familia de Pascual Duarte', la novela española más traducida después de 'El Quijote' o 'La Colmena'; y otros en los que plasmó su incesante experimentación con el lenguaje y los géneros literarios, como 'Pabellón de reposo', 'Viaje a la Alcarria', 'San Camilo 1936' o 'Madera de boj'.
Protagonista de obras
Pero si en vida tuvo una presencia y un peso total en la sociedad, después de muerto no ha sido menos, e incluso ha llegado a ser el protagonista de varios libros; como por otra parte, era de esperar.
Así, el que fue uno de sus amigos, el escritor y Premio Cervantes Francisco Umbral publicó, el pasado mes de abril, 'Cela: un cadáver exquisito', un libro en el que repasa, a su manera, la vida y obra del autor de 'Mazurca para dos muertos' y donde Marina Castaño y el propio Cela no salen muy bien parados.
Después fue un periodista, Tomás García Yebra, quien quiso tomar al escritor de Iria Flavia como argumento y escribió 'Desmontando a Cela'. En este libro Yebra asegura que Cela plagió y utilizó a otros escritores para algunos de los argumentos de sus novelas.
Acusaciones que no han podido demostrarse y que han sido criticadas por algunos de los que conocían bien al escritor.
Incluso el pasado martes el Nobel español seguía siendo noticia en este sentido, ya que se daba a conocer que un juez de Barcelona había archivado la querella por presunto plagio presentada por la escritora gallega Carmen Formoso contra Cela y Planeta.