El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha ordenado el ingreso en prisión incondicional de Hassan El Haski, detenido el pasado viernes en Lanzarote. Incluye en su auto un informe policial que concluye de forma provisional que los atentados fueron la 'reacción' a la participación de España en la guerra de Irak.
Según Del Olmo, Haski habría intervenido "en la ideación y preparación" del 11-M.
Así lo afirma el juez en un auto de 29 páginas, en el que decreta prisión incondicional para Hassan El Haski, detenido el pasado viernes en Canarias, a quien relaciona con los atentados del 11-M y que considera que estaba intentando hacerse con el liderazgo absoluto en Europa del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM).
El magistrado dice que, según las declaraciones de un miembro del GICM, recientemente detenido en Francia, "se puede deducir que El Haski sabía que iban a ocurrir los atentados de Madrid, que pretendía esconderse y que, él mismo, manifestó que habían sido su grupo de España los autores".
Según Del Olmo, "dos personas hacen alarde de conocer los atentados y se atribuyen su comisión, 'Mohamed El Egipcio', que, evidentemente, lo conocía y que seguramente fue apartado del grupo en el momento definitivo, y Hassan El Haski", quien también "desaparece de la escena" justo antes del 11-M.
La resolución añade las conclusiones provisionales de la investigación provisional, que han permitido determinar que en la matanza de Madrid aparecen implicados tres grupos: el de Lavapiés, liderado por Jamal Zougam; el de Villaverde, dirigido por Jamal Ahmidan 'El Chino'; y el formado en torno a 'El Tunecino', dividido a su vez en el constituido por Mustapha Maymouni, y el liderado por 'El Egipcio'.
Además, en el 11-M participaron, según el juez, individuos de la célula de Al Qaeda en España, dirigida por 'Abu Dahdah'.
Estos grupos tienen en común que la mayoría de sus miembros son marroquíes y que comparten la ideología salafista, cuyo máximo exponente es el GICM, y su nexo de unión era 'El Tunecino', uno de los autores del 11-M que se suicidó en Leganés y que mantenía relaciones con integrantes de todas esa células.
Fue "El Tunecino", según Del Olmo, quien "busca medios y gente para realizar la misión que ya habían tomado: atentar en España como reacción a la guerra de Irak".
Para ello, se junta con el grupo de 'El Chino', consigue los explosivos y reúne un grupo con gente de varias de las células antes citadas.
Según el juez, "el dato de la reivindicación de los atentados vuelve a situarnos en la esfera del GICM".
El Haski ha prestado también declaración esta tarde ante el juez Baltasar Garzón, que asimismo ha interrogado a los otros tres presuntos miembros del GICM detenidos el pasado viernes en Lanzarote.
Del Olmo afirma que el grupo ahora desarticulado "obedece seguramente a la intención del GICM de rehacer sus células en Europa, sobre todo tras la huida de sus miembros de España, tras el 11-M, y de las desarticulaciones de Francia y Bélgica".
El auto añade por último que "un líder de máximo nivel", en referencia a El Haski, "estaba empezando a constituir, desde un lugar seguro (Lanzarote-Islas Canarias) una nueva estructura en Europa, con la intención (...) de hacerse con el liderazgo absoluto en el continente".
Garzón también le envía a prisión
Por su parte, Baltasar Garzón ha decretado el ingreso en prisión provisional, tras tomarles declaración, de dos de los cuatro presuntos miembros del Grupo Islámico Combatiente de Marruecos (GICM) detenidos el pasado viernes en la isla de Lanzarote, por un delito de integración en organización terrorista. Se trata del propio Hassan El Haski y del imán de la mezquita de Puerto de El Carmen, Abdallah Mourib.
Según el auto de Garzón, que investiga a El Haski dentro de las diligencias abiertas por los atentados contra la Casa de España en Casablanca, cometidos el 16 de mayo de 2003, éste ha reconocido en el juzgado que los primeros días del mes de marzo se hospedó en Mantes la Jolie, Francia, con otros miembros del GICM, uno de los cuales es Attila Turk.