CRÍTICA DE CINE
'7 vírgenes' o la realidad de las barriadas del sur de España
CARLO GONZÁLEZ OLIVERA
Reparto de '7 vírgenes'. (Foto: EL MUNDO) |
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Con '7 Vírgenes' sale a colación un problema que desde siempre se ha escondido en España. Nos hemos centrado en problemas con bandas latinas, fáciles de atacar debido a que podemos focalizar el problema en su procedencia, en su imitación de otros, etc. Pero en esta película Alberto Rodríguez nos muestra de forma directa y sensible una realidad que se está viviendo en muchos barrios del sur de nuestro país, jóvenes que, sin aspiraciones reales, centran sus vidas en el robo, la violencia, las drogas, etc.
En cada ciudad o pueblo tienen un nombre, 'burracos', 'kanis', 'bajunos', etc. Y son una de las principales causas de violencia, intranquilidad y delincuencia de algunas ciudades. El director de la película nos muestra esto pero desde una perspectiva muy sensible, nos muestra como Juan José Ballesta en su papel se encuentra atrapado dentro de esta espiral, su barrio marca sus pautas de comportamiento, mas allá de su propia frustración por no poder salir aparece la falta total de aspiraciones, las pocas que tiene él y su compañero de reparto Jesús Carroza se centran en salir de allí de la forma mas rápida y eficaz posible, y esto se centra en dinero rápido. Carroza debuta en el cine con esta película, en un papel al que se adapta a la perfección, pero cabe destacar la adaptación de Juan José Ballesta, que consigue resaltar sobre manera la sensibilidad del personaje, como paso a paso se va derrumbando tras salir del reformatorio, un lugar donde su realidad se limitaba a las paredes que marcaban el recinto, la vuelta al exterior le traerá consigo la vuelta a la realidad más cruel, pero a la realidad, en ella Ballesta tomará decisiones que cambiaran el rumbo de su existencia. Por otro lado cabe destacar la perfecta elección musical del film, amoldada de forma excelente a la película. En general la película consigue mostrar la historia de una forma muy real, consigue hacernos caminar por las calles del barrio con los protagonistas. En definitiva, una película que se puede observar como una doble denuncia o simplemente como una historia real, sensible y cruel, todo en uno.
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