URGENTE |
---|
Vista de la manifestación. (Foto: AP)
MADRID.- Miles de personas participaron ayer en Madrid en la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) contra la política del Gobierno hacia ETA. A la marcha, apoyada por el PP, han acudido 1.400.000 personas, según la Comunidad de Madrid, y 110.989, según la Delegación de Gobierno.
Con incontables banderas de España y con el lema 'Por ellos, por todos, !...... en mi nombre, no!" los manifestantes recorrieron durante dos horas, bajo una fría lluvia, varias calles de la capital, hasta llegar a la plaza de Colón, donde el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, leyó el manifiesto redactado por los organizadores.
En el texto, las víctimas pidieron al Gobierno que "ningún atentado quede impune". "Queremos la paz de la Justicia", reclamó al Ejecutivo socialista Alcaraz al término de una marcha en la que entre lo más coreado estuvo: "Zapatero dimisión" y "No son presos, son asesinos".
De nuevo se produjo una guerra de cifras. El Ejecutivo regional presidido por Esperanza Aguirre pidió el cese del delegado del Gobierno, Constantino Méndez, por este motivo. Mientras, la Delegación del Gobierno en Madrid hizo público un informe, elaborado por la Dirección General de la Policía, en el que explica cómo obtuvo la cifra de 110.989 asistentes.
La manifestación, que partió a las 17.30 horas de la plaza de la República Argentina, tuvo dos cabeceras: una primera, con la pancarta principal y en la que estaban situadas las víctimas y una segunda, metros detrás, con dirigentes del PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, que portaban una pancarta con el lema 'Memoria, dignidad y justicia'.
"Vienen a decir lo que piensan, que hay que respetar la ley", declaró Mariano Rajoy. El presidente del PP subrayó que "el objetivo es derrotar a ETA, no negociar con ETA".
"En España, durante muchos años, hubo un pacto por las libertades y contra el terrorismo que firmaron los dos grandes partidos nacionales, un pacto que le decía a ETA que no se le iba a pagar ningún precio político, que la política antiterrorista no se iba a cambiar, y fue enormemente útil, porque debilitó como nunca a la banda terrorista ETA", recalcó.
El presidente de la AVT fue el encargado de leer el manifiesto con el que se puso fin a la manifestación. En el texto destacó que "equiparar a víctimas y verdugos es consentir que los terroristas vuelvan a disparar sobre el cadáver de nuestros familiares asesinados". Y asimismo advirtió que "no se les puede premiar porque lleven 1.000 días sin matar".
En medio de constantes interrupciones por los aplausos, Alcaraz afirmó que "las víctimas y la sociedad no estamos dispuestos a someternos al vergonzoso, demencial y siniestro proceso de pacificación que el Gobierno quiere vendernos, sin vencedores ni vencidos".
Esa crítica al Ejecutivo se reflejaba también en las pancartas y en los gritos de los manifestantes, muchos de los cuáles iban dirigidos contra el presidente del Gobierno: "Zapatero embustero" o "Zapatero vete con tu abuelo".
Desde horas antes de la prevista para el inicio de la manifestación se fueron congregando en el lugar de partida ciudadanos madrileños y otros venidos de todas partes de España en 200 autobuses.
Y es que la presencia del PP en la manifestación fue muy numerosa y, además de su presidente, Mariano Rajoy, su secretario general, Ángel Acebes, su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, o los dirigentes madrileños del partido, como Esperanza Aguirre o Alberto Ruiz Gallardón, se pudo ver al ex presidente del Gobierno José María Aznar y a su esposa Ana Botella.
El presidente de honor del PP aseguró que su asistencia se debía a que apoya todo lo que signifique "no negociar, no claudicar".
Por delante de la pancarta principal, en sillas de ruedas y carritos, marcharon algunas víctimas como Irene Villa, víctima de ETA, quien aseguró estar "emocionadísima con la respuesta ciudadana recibida", o Laura Jiménez, víctima en el 11-M, que repitieron el mismo mensaje de rechazo a la negociación con los terroristas.
Los manifestantes han portado carteles con fotos de diferentes atentados. En las pequeñas pancartas se leían mensajes como: 'España no nos traiciones', 'España no se rinde' o 'zETAp' y 'Nos faltan mil (víctimas), nos sobra Zapatero'.
Finalizada la manifestación con la lectura de los manifiestos y con la interpretación, a cargo del pianista Manuel Carrasco, del himno de las víctimas, el Gobierno, a través del secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, expresó su respeto y apoyo a todas las víctimas del terrorismo, pero acusó a Rajoy y Aznar de "dividir su dolor" para atacar al Ejecutivo.
En concreto, Moraleda afirmó que el ex presidente del Gobierno y del PP respira "rencor", cuando en su momento usó "una terminología que no le diferenciaba de un afiliado de ETA", después de que éste acusara al Ejecutivo de "negociar" y "claudicar" ante ETA.
Más de 70 colectivos secundaron la marcha. Entre ellos estaban asociaciones de víctimas como COVITE, Verde Esperanza, Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Fundación Gregorio Ordóñez, y el principal colectivo de víctimas del IRA, que responde a las siglas FAIR.
A la convocatoria también se sumaron la Conferencia Episcopal Española, y colectivos cívicos como el Foro Ermua, Convivencia Cívica Catalana, la plataforma Ciudadana Voces contra el Terrorismo, el sindicato Manos Limpias, Fundación para la Defensa de la Nación Española, la Confederación Española de Policías y la Asociación Independiente de la Guardia Civil, entre otros.
Esta ha sido la tercera protesta convocada por la AVT y con el apoyo del PP en un año. La primera se celebró sin que ETA hubiera perpetrado previamente un atentado mortal, el 22 de enero de 2005. En la segunda, la AVT obtuvo una respuesta masiva, tras lo que Zapatero convocó a las distintas asociaciones.
Pancartas en la manifestación. (Foto: AP)
© Mundinteractivos, S.A. / Aviso legal / Política de privacidad
Dirección original de este artículo:
https://www.elmundo.es/elmundo/2006/02/25/espana/1140884446.html