A los propietarios del restaurante Nacan de Madrid se les ha ocurrido una original idea para promocionar su establecimiento y, de paso, ofrecer a sus clientes un servicio que sin duda tiene un gran valor añadido. Desde el pasado mes de diciembre muchos madrileños se han quedado con la boca abierta al contemplar una monstruosa limusina de diez metros de largo, basada en un Hummer H2, recorrer las angostas vías de la capital.

Si está pensando en adquirir uno de estos humildes transportes para promocionar su establecimiento vaya echando cuentas, porque además de su elevado precio (entre 200.000 y 300.000 euros), está el problema de cómo traerlo, puesto que este tipo de modificaciones tan sólo se realizan en la fábrica de Hummer en EEUU. Para su importación es imprescindible un pequeño viaje en barco a través del Atlántico, razón por la que se explica que fuera de EEUU sólo se hayan exportado un par de estos vehículos. Originalmente todos los Hummer limusina llevan de serie un jacuzzi en el maletero, aunque no se hagan ilusiones, el que hay en Madrid no lo lleva puesto las leyes españolas no permiten la instalación de ese tipo de extras en el interior de los vehículos.

El coche

El mantenimiento tampoco resulta sencillo, para empezar los consumos no bajan de los 28 litros, pero además está el problema de dónde guardar un coche que con sus 9.864 mm de largo, 2.062 mm de ancho, y 1.976 mm de alto, se ve con grandes dificultades para superar incluso rotondas de tamaño medio.

Eso sí, la sensación una vez dentro es magnífica puesto que además la amplitud del interior, en el que pueden viajar hasta 9 pasajeros sin ningún tipo de estrechez, está la elevada posición de los asientos y, por qué no decirlo, las miradas atónitas que dirigen hacia el interior del vehículo todos cuantos nos hemos cruzado por la calle esta lluviosa mañana en la que a muchos no les ha importado mojarse un poco para poder acercarse y sacar una foto con su móvil.

En el habitáculo, que está completamente insonorizado encontramos tres filas de asientos, una en la parte posterior y dos en los laterales, todos completamente forrados en piel, que en los lados y sobre los pilares tiene estampados que imitan la piel de tigre. El suelo está enmoquetado y sobre el techo y alrededor de la mampara de separación con el conductor hay una serie de adornos psicodélicos que contribuyen a dar un cierto aire technokitsch al vehículo. El colmo lo encontramos en el sistema de audio Bosé, que se complemente a la perfección con un juego de luces láser que salen desde los laterales, desde el techo y se activan desde una consola situada al la derechad el asiento posterior.

Aunque todo en este vehículo resulta desmesurado, lo más sorprendente es que apenas se han realizado cambios mecánicos en un coche, cuyo peso tras la modificación ha pasado de los 2.900 kilogramos originales hasta nada menos que 4.500 kilos. El Hummer Limusina es básicamente un H2 cuyo chasis ha sido alargado, por lo que tanto sus prestaciones como sus características técnicas son similares a las del H2, la limusina es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en unos 10 segundos y tiene una velocidad máxima de 160km/h. La batalla mide 8.090mm y las vías son de 1.763 mm. El motor tiene una cilindrada de 5.760cc y rinde unos más que suficientes 316 caballos de potencia.

Alquiler y curiosidades

Si está interesado en alquilar el Hummer limusina sólo tiene que llamar al restaurante Nacan (91 448 75 78) y al hacer la reserva indicar que desea alquilar la limusina, como decíamos arriba el precio adicional es de sólo 100 euros. Si por el contrario desea solamente alquilar el vehículo, el precio es de 300 euros a la hora, eso sí, el conductor lo aporta la empresa, puesto que para conducir el vehículo, además de una cierta experiencia y pericia, es necesario tener un permiso de conducir del tipo C. La principal ventaja de alquilar un coche como este en lugar de una limusina convencional es que estas tienen capacidad para seis personas como máximo, mientras que la limusina H2 puede transportar a 9 pasajeros o incluso más.

Los requisitos para el alquiler son mínimos, ya que sólo se hace contrato a quienes quieren llevarse el coche todo un día, para los demás por parte de la empresa sólo se ponen dos condiciones además del conductor propio: en el interior de coche no se puede ni hacer salvajadas, ni fumar.

Aunque, como es obvio, los responsables no nos han facilitado datos sobre sus clientes, sí nos han contado que, entre otras curiosidades, en una ocasión se le alquiló el coche a un padre que iba a recoger a su mujer y a su hijo recién nacido al hospital; en otra, el vehículo se alquiló como transporte para un bautizo.

La idea no es nueva, puesto que desde hace ya algún tiempo algunos restaurantes vienen ofreciendo a su clientela la posibilidad de un transporte, aunque hasta ahora este era más bien un vehículo con el que poder evitarse el peligroso engorro de tener que coger su coche particular después de una opípara cena.

En contra de lo que se pueda pensar al ver esta gran limusina, el Nacan no es exactamente un restaurante de lujo, ya que podemos encontrar el menú del día por unos 40€. Los precios del servicio de limusina tampoco son exactamente caros, puesto que (si vivimos en la capital) por sólo 100 euros, más el gasto del restaurante, nos vendrá a recoger a nuestro domicilio, por lo que podemos llegar a disfrutar de una cena más el servicio de la limusina por sólo 60 euros. A pesar de que hemos estado en el restaurante, que por cierto tiene un aspecto magnífico, no hemos probado la comida, aunque es posible que para muchos el gasto quede ya perfectamente amortizado con dar una vuelta en un vehículo que es único en toda Europa y del que hay sólo unas 15 unidades en todo el mundo.