MADRID.-Los responsables de General Motors y del Grupo Chrysler parecen estar convencidos de que el petróleo mantendrá precios altos y que, por tanto, los combustibles seguirán marcando records.En otras palabras, que el galón de gasolina seguirá costando en torno a los tres dólares, unos 2,44 euros los 3,78 litros.
Esto es lo que se deduce de las últimas declaraciones de Tom LaSorda, que acaba de sustituir a Dieter Zetsche al frente de Chrysler. En el curso de una reunión con periodistas, celebrada en Auburn Hills -cuartel general del grupo automovilístico-, el alto ejecutivo dijo que ha dado orden de que se reduzca la potencia de los motores de los futuros modelos de coches. La noticia no deja de sorprender en marcas como Chrysler, Dodge o Jeep -las tres que componen el Grupo Chrysler-, que deben su reputación a sus mecánicas brillantes y a su carácter marcadamente deportivo.
Menores consumos
LaSorda ya ha advertido que no cabe esperar «ningún cambio brutal».De hecho, el presidente de la rama americana de DaimlerChrysler aclaró que los coches de las tres marcas seguirán estando entre los más potentes del mercado. No obstante, explicó que el objetivo a medio plazo es diseñar y construir motores que consuman bastante menos que los actuales propulsores.
La razón de tanto interés por construir motores menos sedientos es simple: en Estados Unidos la gasolina ha pasado de costar unos 0,4 euros el litro a 0,6 euros, es decir, casi un 50% de subida en apenas tres meses.
El coste del litro, que resultaría ridículo para cualquier europeo incluso con semenjante subida, ha causado una auténtica conmoción en Estados Unidos, donde durante muchos años la gasolina se mantuvo en torno a los 0,2 euros el litro.
Los nuevos precios suponen un drama en un país en el que tradicionalmente los vehículos más vendidos han sido los grandes todoterrenos y los pick-up, vehículos equipados con grandes motores que, literalmente, se beben la gasolina.
Situación preocupante
En el caso de Chrysler la noticia del encarecimiento de la gasolina es especialmente preocupante, ya que el 74% de los 1,5 millones de vehículos que el grupo vendió entre enero y julio eran pick-up, vehículos 4x4 y grandes monovolúmenes.
General Motors es otro de los que han reaccionado ante la subida de los combustibles. En concreto, la firma de Flint ha llegado a un acuerdo con la alemana Bosch para producir motores de gasolina que consuman un 20% menos que los actuales.
A la espera de que bajen los precios de las gasolinas -algo que parece poco probable- o de que lleguen los motores de nueva generación, pintan bastos para General Motors y Ford Motor: los estadounidenses se interesan cada vez menos por los todoterrenos y los pick-up, y se muestran más atraídos por las berlinas y los familiares.
Este cambio, que ya comenzó en 2004, son malas noticias para los dos grupos automovilísticos, que sólo ganan dinero con las furgonetas y los grandes 4x4.
Por el momento, a los automovilistas estadounidenses tan sólo les queda el recurso del humor y ya comienzan a pulular los chistes en los que la gasolina o el coche tienen el papel protagonista.
En España, donde la subida de los combustibles ha sido notable, aunque no ha llegado a los niveles de Estados Unidos, los conductores se contentan con llenar menos los depósitos, según informaron ayer los gasolineros.