Si conducir un Jaguar siempre ha sido un signo de distinción no exenta de deportividad, con el nuevo XK este último matiz se ve muy reforzado. Y es que el diseño del vehículo inglés, obra de Ian Callum -ex jefe de diseño de Aston Martin- rezuma agresividad y belleza por los cuatro costados.

Las "líneas puras, presencia decidida y exquisitas proporciones" de las que habla orgulloso su creador convergen en un coupé clásico, con un alargado capó, parabrisas inclinado, voladizos justos y un novedoso portón trasero.

El frontal de este XK se caracteriza por su ovalada calandra y las formas envolventes de los faros. En la parte trasera destaca el macizo paragolpes mientras que un ligero alerón, donde se integra la tercera luz de freno, corona la zaga. Los pilotos encuadran la zona disponible para la matrícula mientras que en la parte baja destaca la doble salida de escape cromada.

Basado en el prototipo Advance Lightweight Coupé que la marca presentara en el Salón de Detroit de 2005, el nuevo XK presenta como principal novedad un bastidor monocasco de aluminio, material del que también está realizada la carrocería. Con esta particular construcción, la rigidez respecto al anterior modelo aumenta en un 31% mientras que el peso se ha visto reducido hasta los 1.595 kilogramos (el anterior XK pesaba 1.685 kilos).

Pese a esta cura de adelgazamiento, este nuevo modelo crece en tamaño, aunque muy ligeramente, frente a su antecesor. La longitud aumenta en apenas 30 milímetros hasta alcanzar los 4,79 metros mientras que la altura se incrementa en algo menos, 26 milímetros, para sobrepasar ahora los 1,32 metros. La distancia entre ejes también es superior al modelo anterior. Ahora este XK supera los 2,75 metros.

Son medidas similares en todas las cotas a sus principales rivales. Coupés como el Serie 6 de BMW arrojan un peso de 1.690 kilogramos en sus 4,82 metros de longitud, mientras que el modelo CLK de Mercedes mide 4,65 metros y entrega en báscula 1.660 kilos.

Otro modelo de la marca de la estrella, el CLS, ya con cuatro puertas y mezcla de berlina y coupé; se va hasta los 4,91 metros y alcanza los 1.810 kilos de peso en su versión más potente.

Un viejo conocido bajo el capó

Los seguidores de la marca británica conocerán sin duda alguna el motor que anima a este nuevo felino. Se trata del conocido bloque de ocho cilindros en V y 4,2 litros de cilindrada que ya monta el actual XK y que la marca presenta asimismo en las berlinas S-Type y XJ, aunque para esta ocasión ha sido puesto al día en algunos aspectos, como en lo referente a la inyección de combustible.

Con un par motor de 411 Nm a 4.100 vueltas, este propulsor entrega una potencia de 300 caballos a 6.000 revoluciones. De transmitirlos al asfalto a través de sus ruedas traseras se encarga una sofisticada caja de cambios automática secuencial de seis velocidades que se maneja a través de mandos en el volante. Es la primera vez que un Jaguar equipa este sistema, que poco a poco, se va generalizando en todos los modelos de tacto deportivo.

Tales características se traducen a la hora de rodar en unas prestaciones -facilitadas desde la marca- destacables: 6,2 segundos es lo que necesita este Jaguar para alcanzar los 100 km/h desde parado -2 décimas menos que su antecesor- y 14,4 segundos para cubrir los primeros 400 metros. La velocidad está limitada desde la propia fábrica a 250 kilómetros por hora.

Mientras tanto la competencia es algo más rápida. Con la limitación de velocidad presente en todos los modelos, un BMW 645, con un motor V8 de 333 caballos, necesita un total de 5,6 segundos para realizar el 0 a 100 km/h y un Mercedes CLK 500, con 306 caballos; algo más: 5,9 segundos. Un Mercedes CLS, con el mismo motor, requiere 6,1 segundos.

Aunque en este segmento de los grandes coupés de lujo, unas décimas aquí o allá no importarán demasiado a sus propietarios. Lo que si que cuenta, y mucho, son las sensaciones y la imagen.

A este respecto, en Jaguar tienen mucho ganado. A la distinción intrínseca de la marca se une esta vez la exclusividad y ventajas de su carrocería de aluminio. Ya lo señala así el Ingeniero Jefe de Desarrollo del coche, Russ Varley: "El monocasco de aluminio proporciona grandes ventajas en términos de peso y resistencia, estábamos decididos a aprovechar esas ventajas para crear un deportivo de comportamiento brillante."

A falta de ponernos a los mandos del nuevo Jaguar, lo que parece claro es que en la firma británica han trabajado de firme sobre el nuevo modelo. Prueba de ello es la preocupación por la seguridad de la que hace gala este XK.

Tecnología al servicio de la seguridad

El nuevo coupé británico trata de minimizar las lesiones al peatón en caso de atropello. Para ello en caso de choque, la parte final del capó se eleva ,ligeramente y en milésimas de segundo; creando según la marca "una zona de seguridad entre el capó y el motor y otras áreas duras inferiores" y reduciendo el riesgo de lesiones corporales.

No es el único elemento de seguridad activa con tintes futuristas que equipará este modelo. También es digno de destacar su sistema de Alerta Delantera, un conjunto que utiliza los sensores delanteros del sistema de control de crucero para inspeccionar la vía con el fin de identificar posibles elementos de colisión.

Además de los sistemas anteriores, el nuevo XK equipa dirección asistida en función de la velocidad y control de estabilidad, éste último desconectable. También incorpora neumáticos antipinchazo con un sistema de Control de Presión, que alerta ante la pérdida de la misma en cualquier goma. La guinda la pone el sistema de reposacabezas dinámicos de la marca, que protege al conductor y pasajero frente a las posibles lesiones de cuello.

Mención aparte merece el equipo de frenos. Con cuatro discos ventilados y ABS de última generación, el nuevo XK incorpora además distribución electrónica de frenada asi como un freno de mano eléctrico.

Lujo rodante

En Jaguar aseguran que su nueva creación liderará "su categoría en terminos de espacio interior". Para ello cuentan con una batalla superior, un techo más alto y unas vías de mayor anchura que su predecesor.

Además del espacio disponible, la sensación de amplitud se logra en este modelo a través de un nuevo diseño del interior, buscando líneas amplias y sencillas pero, dominadas, como en cualquier Jaguar que se precie por la presencia de cuero e inserciones de madera. Para esta ocasión el lujo se ha conjugado además con la más moderna tecnología.

Y para muestra, un botón. El XK incorpora por ejemplo el sistema de "llave inteligente" de Jaguar que, al igual que el resto de las marcas que lo van incorporando, permite el arranque del motor a través de un pulsador. Si queremos acceder al vehículo sin llaves, tan sólo portando la llave inteligente en el bolsillo, deberemos pagar por esa opción.

Lo que si que presenta de serie es un singular cuadro de mandos. Flanqueada por el velocímetro y por el cuentavueltas se presenta una pantalla TFT de cristal líquido, que indica parámetros tales como la relación de marcha insertada, aviso de baja presión en las ruedas, información del control de velocidad o las indicaciones del navegador.

En el centro de la consola de mando una pantalla de siete pulgadas presenta la información del ordenador de a bordo, del navegador, del sistema de sonido, el teléfono o el climatizador.