CASOS DE MÁS DE TRES MESES
El ejercicio alivia la lumbalgia crónica, pero no la reciente
ISABEL ESPIÑO
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Si padece dolor de espalda desde hace poco, puede que no le sirva de nada hacer ejercicio. Una revisión acaba de desvelar que las terapias de ejercicios sólo resultan eficaces cuando el paciente lleva más de tres meses sufriendo lumbalgia. En estos casos crónicos, lo más recomendable son los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento lumbar.
A esta conclusión ha llegado un equipo de expertos en salud laboral tras analizar las evidencias disponibles acerca del tema, en total más de 60 ensayos clínicos con 6.390 pacientes aquejados de lumbalgia. Sus recomendaciones, que acaban de publicarse en 'Annals of Internal Medicine', difieren según la duración de la dolencia: Lumbalgia aguda. El ejercicio no parece aliviar a las personas que llevan menos de seis semanas sufriendo dolor lumbar. "Sin embargo, queremos destacar que la terapia de ejercicio no es lo mismo que el consejo de mantenerse activo, que es una estrategia terapéutica recomendada en los pacientes agudos", matizan los autores. Lumbalgia subaguda. En las personas que llevan sufriendo lumbalgias entre seis y 12 semanas, un programa de ejercicios gradual parece aliviar las molestias y mejorar la movilidad del paciente, si bien los investigadores advierten que las evidencias disponibles son moderadas. En cuanto a otro tipo de actividades, "las evidencias son insuficientes para avalar o refutar la eficacia de la terapia de ejercicios en el dolor lumbar subagudo", precisan los investigadores. Lumbalgia crónica. En pacientes con un dolor duradero (más de 12 semanas) los ejercicios sí resultan eficaces, tanto para aliviar el dolor como para mejorar la movilidad del afectado. Según el metaanálisis, "el ejercicio es al menos tan eficaz como otros tratamientos conservadores", como son la terapia manual y conductual, el consejo de mantenerse activo o la educación. "En general, las mejorías son pequeñas, pero estadísticamente significativas", matizan estos especialistas, quieres creen que las bondades del ejercicio en estos casos pueden diferir según el tipo de actividad física de que se trate. El ejercicio idóneo Precisamente, para discernir esta segunda cuestión los autores han realizado una revisión de todos los trabajos en los que se investigaban diferentes tipos de ejercicio para el dolor de espalda crónico. Los ejercicios para fortalecer la espalda (es decir, los que exigen contraer la espalda, se repiten varias veces y trabajan grupos musculares determinados para aumentar la fuerza muscular) son los idóneos para mejorar la movilidad del paciente. En cuanto al alivio del dolor, los más eficaces son los estiramientos, ejercicios diseñados para mejorar la movilidad de una articulación o grupo de articulaciones y alongar los músculos, supuestamente contraídos o acortados. Ambas terapias resultan más eficaces que otras actividades, como los ejercicios de flexibilidad, caminar o nadar. "La estrategia más eficaz parece ser programas de ejercicios diseñados individualmente, supervisados (por ejermplo, ejercicios caseros con el seguimiento regular de un terapeuta) y animar al paciente al cumplimiento para conseguir una alta dosis [más de 20 horas de ejercicio]. Añadir otros tratamientos conservadores, como el consejo de mantenerse activo, los antiinflamatorios o la terapia manual también resultan en un mayor alivio del dolor y en mejor movilidad", conmentan estos especialistas.
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