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 Jueves, 16 de junio de 2005   Actualizado a las  21:25 h
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 DOLOR
 

REHABILITACIÓN
En la lumbalgia, mejor centrarse en la movilidad que en aliviar el dolor

  • Un estudio desvela que un programa de rehabilitación lumbar que insta a los pacientes a que aumenten su actividad a pesar del dolor es eficaz

  • Los expertos aconsejan estrategias no invasivas, como ejercicio o relajarse, para la lumbalgia

  • Los tratamientos farmacológicos sólo se recomiendan durante periodos cortos


  • ISABEL ESPIÑO

    Imagen: PhotoDisc
    Imagen: PhotoDisc
        A D E M Á S ...
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    VIENA.- Si usted padece dolor de espalda, sepa que es mejor que se embarque en un programa rehabilitador que intente recuperar la movilidad, y no únicamente aliviar el dolor, según ha constatado una investigación presentada en el último congreso europeo de reumatología.

    Cada vez parece más evidente que la clave del tratamiento de la lumbalgia es evitar la inactividad. Así lo avala el estudio suizo presentado en el congreso europeo -celebrado la semana pasada en Viena (Austria)- que ha demostrado la eficacia de un programa de rehabilitación que instaba a los pacientes a que aumentasen su actividad a pesar del dolor. Paseos, deportes o natación eran algunas de las pautas recomendadas.

    Esta estrategia se comparó con un programa centrado en aliviar el dolor, en el que se hacían ejercicios de fortalecimiento, levantar objetos... En este caso, el paciente podía dejar el entrenamiento si le dolía la espalda.

    Un total de 174 voluntarios (que durante los dos años anteriores habían estado más de mes y medio de baja a causa de una lumbalgia) se embarcaron en alguno de estos programas.

    Tras el tratamiento, los pacientes fueron evaluados a lo largo del siguiente año. Durante este seguimiento, se constató que los primeros podían levantar más peso y estuvieron menos días de baja. Aunque el primer tratamiento sólo lograba reducir los niveles de dolor durante las semanas en que se realizaba, lo cierto es que en el segundo colectivo la intensidad del dolor era mayor, algo que ha sorprendido a los propios autores, según confesó Stefan Bachmann, del Centro de Rehabilitación de Valen (Suiza) y principal firmante del estudio, en el congreso.

    En esa misma reunión científica, Charles Pither, director médico del Realhealth Institute (Reino Unido), repasó las evidencias existentes acerca de los tratamientos disponibles para el dolor de espalda, en especial las recientes guías europeas al respecto.

    Las opciones terapéuticas

    "Ninguna intervención aislada es probable que sea eficaz en el problema de la lumbalgia crónica de larga duración y gran incapacidad, debido a su naturaleza multidimensional. Los enfoques más prometedores parecen ser las intervenciones cognitivas y conductuales que incentiven la actividad y el ejercicio", concluían estas recomendaciones, cuya última versión se ha publicado esta misma semana.

    Estas son algunas de las evidencias que ha repasado Pither:

  • Consejos y terapia cognitiva. "La educación es fundamental", comenta el experto británico. De hecho, existen evidencias de que simples intervenciones, en las que un especialista aconseje volver a las actividades cotidianas resultan eficaces. También las terapias cognitivo-conductuales han demostrado su eficacia. Tal y como recuerda Pither, es importante que el paciente relacione sus creencias o miedos sobre la enfermedad y cómo estas influyen en su experiencia dolorosa.

    Al fin y al cabo, el dolor no sólo se debe a un problema físico, sino a factores psicológicos y sociales (las actitudes y creencias del paciente, el estrés, etc). La terapia conductual suele basarse en estategias como cambiar las actitudes del afectado hacia el dolor o enseñarle a reemplazar su respuesta fisiológica a los momentos de estrés (tensión muscular), mediante técnicas de relajación.

  • Ejercicio. Una revisión reciente desvela que esta terapia no es eficaz en el dolor de espalda agudo, aunque sí en el crónico. Parece especialmente recomendable un programa de ejercicios supervisado, aunque (al menos con las investigaciones disponibles hasta el momento) no parecen existir diferencias entre las bondades de los ejercicios aeróbicos, los de tono muscular o los estiramientos.
  • Tratamiento multidiscilpinar. En el caso de pacientes en los que no ha funcionado alguna de las terapias anteriores aisladamente, las guías aconsejan una estrategia integradora. "Los verdaderos programas de tratamiento multidisciplinar tienen que incluir componentes médicos (terapia farmacológica, educación), físicos (ejercicio) y conductuales y tienen que ser proporcionados por, al menos, tres profesionales médicos de diferentes especialidades (médico, psicólogo y fisioterapeuta)", dicen las guías.
  • No recomendados. "No existen evidencias de que la cirugía sea mejor que un programa de rehabilitación intensiva. El paciente no debería ser remitido a [una operación de] fusión espinal si tiene la oportunidad de recibir un tratamiento rehabilitador", advierte el investigador británico. Otras terapias invasivas (como la acupuntura o la inyección epidural de corticoides) también carecen de evidencias que las avalen en la lumbalgia, al igual que muchas terapias físicas, como calor, láser, corsés, masajes, etc.

  • Los siete 'mandamientos' contra la lumbalgia

    El británico Charles Pither resume en siete claves el tratamiento óptimo del dolor de espalda:

    1. Mantenerse activo todo el día.

    2. Realizar ejercicio y estiramientos regularmente.

    3. Estas actividades deben ser pausadas, porque no conviene 'abusar'.

    4. Relajarse y distraerse.

    5. No tomar demasiada medicación. Los tratamientos farmacológicos (antiinflamatorios, opiáceos...) sólo se recomiendan durante periodos cortos (de hasta tres meses) o para exacervaciones de la enfermedad.

    6. Tratar de evitar los pensamientos negativos.

    7. Conocer la enfermedad y plantearse unas expectativas realistas.

       
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