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URGENTE

TERAPIAS BIOLÓGICAS

Resultados positivos de un nuevo fármaco para la artritis

Actualizado miércoles 21/06/2006 16:04 (CET)
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ISABEL ESPIÑO (elmundo.es)

MADRID.- Un estudio publicado en 'Annals of Internal Medicine' confirma la eficacia de otro moderno fármaco para tratar la artritis. El tratamiento (abatacept) mejora los síntomas de la enfermedad y frena el deterioro de las articulaciones.

Los datos que ahora se publican (un ensayo clínico en fase III) han contribuido a la autorización del fármaco en EEUU, en diciembre del año pasado. Precisamente, entonces se presentó la solicitud de comercialización a la EMEA. El fabricante, Bristol Myers Squibb, espera que se autorice en abril de 2007.

Abatacept pertenece a la moderna familia de las terapias biológicas contra la artritis, que hacen 'diana' en determinadas sustancias implicadas en la inflamación característica de esta enfermedad. En concreto, "es el primero de una nueva clase de agentes para tratar la artritis reumatoide que modulan selectivamente la señal coestimuladora necesaria para que se activen las células T", los linfocitos que causan la inflamación en la artritis y, en última instancia, la destrucción de las articulaciones.

Estas terapias moleculares han revolucionado el tratamiento de la artritis, pues resultan eficaces en pacientes que no responden a los antirreumáticos clásicos y frenan el deterioro de las articulaciones.

En el nuevo estudio, los autores han seguido durante un año a 652 pacientes que no habían obtenido respuesta con metrotexato (el tratamiento convencional más utilizado): la mitad recibió abatacept (inyecciones cada 15 días el primer més y mensuales a continuación) y los demás una sustancia inactiva. Todos ellos siguieron recibiendo metrotexato y, cuando fuese necesario, antiinflamatorios y corticoides.

Los investigadores evaluaron los síntomas y actividad de la enfermedad, la capacidad de los pacientes para realizar actividades cotidianas, su calidad de vida y el deterioro de sus articulaciones, tanto al inicio del trabajo como un año después. Los participantes mejoraron en todos los parámetros evaluados.

Por ejemplo, cuando llevaban seis meses de tratamiento el 68% de los tratados con abatacept había obtenido mejorías en sus síntomas, frente al 40% de los voluntarios del grupo placebo. Entre los primeros las mejorías continuaron durante los seis meses posteriores, mientras que en los asignados a un placebo se mantuvieron estables. La función física mejoró en el 64% de los pacientes tratado con el nuevo fármaco, frente al 39% del grupo placebo.

En cuanto a la actividad de la artritis, el 42,5% de los asignados a abatacep presentaba un índice de actividad inferior a 3,2 (indicio de una baja actividad en una escala del 0 al 10, donde a más valor más actividad), frente al 10% del colectivo placebo. De todos modos, el editorial que acompaña a este trabajo advierte que "es serio concluir que tras un año de tratamiento, más de la mitad tenía un valor superior a 3,2 (esto es, moderadamente activo) y sólo una cuarta parte alcanzó unos niveles de 2,6 (es decir, de mínima actividad o remisión)".

Matices

El editorialista cree que es difícil traducir estos resultados en recomendaciones prácticas claras, pues lamenta que se haya comparado con una sustancia inactiva, y no con los tratamientos habituales de la artritis.

"El balance es un mensaje mixto. Abatacept tiene una actividad intrínseca en pacientes con artritis cuyas terapias con metrotexato y anti TNF han fallado. Este resultado es importante porque tenemos escasos fármacos antirreumáticos eficaces. Sin embargo, no sabemos cómo funcionará abatacept en la práctica comparado con otras alternativas, como combinaciones de antirreumáticos clásicos que incluyan corticoides. [Además] tendremos que vigilar cuidadosamente a los pacientes que reciban acatacept hasta que el perfil de seguridad del fármaco esté claro".

Aunque en el presente estudio la incidencia de efectos secundarios fue similar entre los asignados a abatacept y al placebo y los autores concluyen que el fármaco es seguro, entre los primeros se dieron más abandonos del estudio por este motivo (4% de los participantes, frente a 2%) y se registraron más infecciones graves (2,5% y 1%, respectivamente).

Los propios autores del estudio reconocen que los beneficios y riesgos de tomar este fármaco durante más de un año necesitan estudiarse. También hay que investigar el papel de este fármaco para pacientes en distintas etapas de la artritis y sus beneficios y riesgos en comparación con otros antirreumáticos.

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