Todos los organismos vivientes siguen un ritmo. Por ejemplo, es
común que la gente se despierte antes de que suene el despertador
o que sienta hambre a la misma hora todos los días. Es como
si un reloj interno funcionara de alarma. Estos procesos se conocen
con el nombre de ritmo circadiano (del latín circa
que significa alrededor, y dies, día).
Los ritmos circadianos se pueden ver trastocados por distintas
alteraciones del sueño como: Síndromes de
sueño retrasado y adelantado, síndrome por cambio
de zona horaria o jet lag, dificultades para conciliar el sueño
debidas a cambios en el turno de trabajo etc.
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