La gloria de los diccionarios, ya cantada por Borges y Cortázar, suele hacer que no haya diccionario malo, sino, en todo caso, uno algo mejor que otro. Hay escritores que coleccionan diccionarios y otros que poco o nada serían sin su fervoroso trabajo en los sinónimos. Uno de los que siempre ha merecido acrisolado prestigio ha sido el de María Moliner por anticiparse en casi 30 años en la restauración del orden alfabético universal y por su tendencia a admitir palabras de uso corriente. Ahora, y tras aquella primera edición de 1967, se produce esta nueva del diccionario de María Moliner, casi 20 años después de la muerte de su autora.
Según dice la editorial, se han actualizado y revisado las definiciones; se han incluido 7.700 nuevas entradas y 25.000 acepciones nuevas; se han revisado las áreas de ciencias; se ha prescindido del sistema de agrupación de entradas y se ha elegido que cada palabra ocupe su propio lugar alfabético y se añade un apéndice de términos científicos y otro con los desarrollos gramaticales.
De la lectura de algunos de los términos establecidos en este diccionario, y que por rozar el sexo o la política más susceptibles son de diferentes interpretaciones históricas, podemos comprobar cómo la corrección política, la profundización e incluso un cierto posicionamiento político ha modificado la explicación de algunas palabras. Así, el término «homosexualidad», que antes, en una de sus definiciones, se calificaba de «Vicio o prácticas de los homosexuales», ha perdido el calificativo moral de «vicio». En otros casos, la palabra ha emergido, pues, aunque utilizada, quizá no era factible su inclusión en el anterior. Por ejemplo, el término «franquismo», ausente en el primero y que en éste figura con la siguiente explicación: «Régimen político totalitario establecido en España por el general Franco (1939-1975). Doctrina política derivada de las ideas y del gobierno de Franco».
En muchas ocasiones, junto a las acepciones anteriores, se suma ahora una nueva que enriquece la explicación. En el caso del vocablo «socialismo», se admite una tercera definición, más moderna aunque polémica posiblemente: «Actualmente, tendencia política de izquierdas, de carácter reformista y moderado, que se desmarca del comunismo y del liberalismo».
