La Esfera



Género:   ENSAYO / ARTICULOS  
Título:   Reloj, no marques las horas
Autor:   Antonio Burgos
Editorial:   Planeta . Barcelona . 1998
Páginas:   297
Precio:   2.100


Manrique en la calle Sierpes

El autor hace gala de su poder de evocación en un sentido retrato de época, trenzado de humorismo y de elegante nostalgia

DANIEL SERRANO

Con Antonio Burgos, quevedesco bardo festivo de lo andaluz, Aristófanes burlesco del columnismo político, se corre el peligro de encasillarlo en ese territorio que limita al norte con el sarcasmo y al sur con la gracia bética. No le hacen justicia al escritor y periodista su fama de letrista-humorista, y su pluma satírica con la que zahiere a tribunos y hombres públicos. Porque tras esa fachada guasona, se esconde un espíritu poético y un alma cargada de elegante nostalgia.

Y ese Burgos elegiaco es el que se descubre en algunos de sus mejores libros. Reloj no marques las horas es, sin duda, uno de ellos. Siguiendo la estela de una entrega anterior, Mirando al mar soñé, el escritor sevillano bucea en sus vivencias de juventud y con ingenio verbal rescata del olvido toda una época.

En este libro con título de letra de bolero, Burgos ofrece una sentida estampa literaria —y también vital—, un daguerrotipo colorista trenzado a base de tres elementos: recuerdos personales, apuntes sociológicos y vivencias generacionales. Personajes de la vida andaluza, celebridades políticas y literarias del tardofranquismo, anuncios de radio, letras de canciones, referencias al cine y a la moda de la época...un collage que demuestra el gran poder evocador del autor. Un regusto manriqueño, levemente melancólico, queda en este empeño por ponerle zancadillas a la locomotora inexorable del tiempo. «Regresar —deja apuntado en el epílogo— es un río que no fuera hacia el mar...»

     

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